Renault y Nissan siguen los pasos de Seat y presentan sus ERTE
Ambos fabricantes de automóviles tienen las plantas españolas cerradas desde hace ya varias jornadas por el impacto del coronavirus
Seat abrió el camino pero, con todo el sector de la automoción cerrado, el resto de los fabricantes va detrás. La compañía con sede en Martorell (Barcelona) presentó el lunes un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda la plantilla por el impacto del coronavirus; una vía a la que ya se unen Renault y Nissan que, tras el Consejo de Ministros, ya tienen listo su plan de despidos para la totalidad de sus empleados.
El miércoles, la cúpula de Renault en España se reunió con los sindicatos de su red de plantas, cerradas ya desde comienzos de semana, para anunciarles “la presentación de un ERTE por causa de fuerza mayor”. El ajuste aplica a los 10.000 empleados que la empresa tiene en España y tiene validez “desde el 18 de marzo hasta que concluya el estado de alarma”.
La medida afecta a los trabajadores de la fábrica de cambios de Sevilla, las dos de Valladolid y la de Palencia.
Volkswagen se anticipó al coronavirus: en febrero ya negoció un ERTE preventivo
Más lenta fue Nissan. En la fábrica de la Zona Franca (Barcelona) hace días que se da por descontado el ERTE, que se fue dilatando durante la semana hasta este jueves. Durante la jornada, la dirección comunicará oficialmente a los representantes sindicales un ajuste para 3.500 personas, también por causa de fuerza mayor.
En este caso, los despidos se zanjaron sin acuerdo. Dirección y sindicatos no llegaron a ningún acuerdo debido a que la plantilla considera que todavía hay medidas de flexilidad en el convenio por utilizar y están en desacuerdo con la remuneración ofrecida por la compañía. Así, ya avisan que preparan una batalla legal contra el plan de ajuste.
Del mismo modo que sucedió en Seat, los recortes se plantean para el 100% de los trabajadores. Sin embargo, es una visión de máximos y lo más probable es que muchos empleados de los servicios centrales mantengan sus puestos de trabajo y la principal implicación se produzca en las plantas productivas.
El trío se suma a Volkswagen que, ya en febrero, planteó un ERTE «preventivo» a su plantilla de la fábrica de Landaben (Navarra). Hoy, con el centro cerrado, la firma alemana se puede acoger al pacto con los trabajadores.
Los problemas de la automoción
El sector de la automoción se enfrenta a una triple amenaza con el coronavirus. En primer lugar, la facilidad de contagios del Covid-19, como sucedió en la planta de Mercedez-Benz en Vitoria. Por otro lado, los coches necesitan de piezas y suministros procedentes de diversos rincones del mundo y, a día de hoy, muchas de las cadenas de suministro están rotas.
Además, los fabricantes de automóviles se topan con un desplome de la demanda de vehículos, que hace inútil seguir con la actividad a la falta de compradores. Según explicaban fuentes de Faconauto a este medio, la caída en Italia durante la primera semana de marzo fue del 90%. En España el descenso alcanzar ahora del 100% con el cierre de los concesionarios por el estado de alarma decretado por el Ejecutivo.