La reforma eléctrica europea contempla seis meses más de medidas favorables para Iberdrola y Endesa

La reforma europea del mercado eléctrico ha salido adelante. Ahora queda, en primer lugar, su paso por el Parlamento Europeo donde puede haber ajustes o modificaciones. Esto ha llevado a que en este documento aprobado por los ministros de energía de la Unión Europea se hayan introducido algunas cláusulas provisionales. Por lo que afecta a España, Iberdrola y Endesa sonríen.

Entre las cuestiones que se han aprobado por el Consejo Europeo, se indica que «los Estados miembros podrán aplicar un tope a los ingresos excesivos de mercado procedentes de la electricidad de productores con costes marginales más bajos, como las energías renovables, la energía nuclear y el lignito (‘productores inframarginales’) hasta el 30 de junio de 2024».

Además, aclaran que se podrá llevar a cabo «en las mismas condiciones que la medida de emergencia relativa a los ingresos inframarginales adoptada el 6 de octubre de 2022». Esto supone que todavía existirá un ‘cap’ de precios, por ejemplo a la energía nuclear y la hidráulica, por el cual las eléctricas productoras de energía no podrán vender por encima de los 67 €/MWh.

Esta medida se tomó en plena escalada de precios tras la guerra de Ucrania para conseguir atajar esa crisis con el objetivo de que no se repercutiera a los consumidores domésticos e industriales. El resultado final se tradujo en un beneficio para las compañías verticalmente integradas que pueden vender esa energía a sus propias comercializadoras, mientras que dejan para el ‘mix’ diario precios de energía más altos.

Eso ha derivado en que la competencia frente a las empresas eléctricas de menor tamaño -que deben comprar energía- sea favorable, sobre todo, a Iberdrola y Endesa. Una situación que se ha visto reflejada en la captación de clientes durante el último año puesto que pueden forzar más los márgenes.

Esta medida, como otras tomadas en el marco de la guerra de Ucrania, decaía en diciembre de 2023. Ahora existe la posibilidad de que el Gobierno prorrogue la medida tal y como permite el documento de debate final de la reforma del mercado europeo.

Como ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, surge el temor entre las comercializadoras independientes de que una potencial escalada de precios tras el conflicto bélico en Israel lleve al Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera a sumarse a esta prórroga.

Una medida de difícil encaje

Ahora falta por conocer, en caso de prórroga, cómo se articularía la ampliación de ese RDL 17/2021 que se desarrolló ante la crisis energética que atravesó España y se convirtió en una crisis de precios.

Desde el sector eléctrico, en concreto las comercializadoras independientes, esta medida siempre se ha considerado insuficiente. Lo que se ha podido comprobar hasta ahora es que ha sido usada por las empresas verticalmente integradas para ofrecer contratos a sus clientes minoristas con un precio inferior al del mercado mayorista, así como para captar nuevos clientes. Esta reconcentración de cuota de mercado por los grandes agentes dominantes está siendo observada ya con preocupación por la propia CNMC.

Reservar la energía barata únicamente para un sector de clientes con contratos bilaterales supone, según denuncian desde el sector, que para el resto de los consumidores, habitualmente los domésticos y más pequeños, solo queda disponible la energía más cara.

Esta situación ha sido denunciada por diversas empresas ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sostienen que esta coyuntura ocasiona que las grandes compañías eléctricas ganen cuota de mercado sin que se hayan implantado otros mecanismos adicionales que favorezcan la capacidad competitiva del sector en su conjunto.