La reducción de jornada a los empleados de El Corte Inglés, Carrefour o Ikea costará casi 500 millones en la gran distribución (Anged)
El coste económico para el conjunto del comercio se enfila a los 2.900 millones
La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que cuenta entre sus asociados con empresas como El Corte Inglés, Ikea, Carrefour o Alcampo, alerta que una reducción lineal de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que no tenga en cuenta la vigencia del convenio pactado ocasionará un coste económico de 461 millones de euros al sector de la distribución.
Para el conjunto del comercio, el coste económico rozará los 2.900 millones de euros y «agravará la brecha de productividad entre grandes y pequeñas empresas«, asegura la patronal, pues las pequeñas y medianas empresas (pymes) «tienen menor capacidad para anticipar y flexibilizar los turnos de personal».
Asimismo, la organización apunta que el coste laboral de sus empresas asociadas, que representan el 12,3% del empleo total del comercio, repuntará un 5,8% como consecuencia de la pérdida de más de 24,2 millones de horas de trabajo anuales. Y que «van a asumir el 16% del coste total de la reducción de la jornada, debido a que prácticamente toda su plantilla la conforman asalariados, frente al conjunto del comercio, donde un 25% son autónomos y no se ven afectados por la medida», ha explicado la economista jefe de la organización, Yolanda Fernández.
Conciliación profesional y familiar «sin pérdida de capacidad productiva»
Así, en términos de productividad, «son las pequeñas y medianas empresas las más perjudicadas«, pues en las grandes empresas del sector esta «es un 21% superior a la media del comercio minorista». Además, ha añadido que en este sector un 97% de las empresas «tiene menos de 10 empleados y solo el 0,25% tiene más de 50 empleados».
Por ello, la patronal remarca que «la imposición de una reducción de la jornada laboral fuera del ámbito del diálogo social cambia las reglas de juego para todos los sectores», y, en especial, para el suyo, «que a través de la negociación colectiva ha buscado fórmulas que permitan la conciliación profesional y familiar sin pérdida de capacidad productiva para las empresas».
Concretamente, en el caso del convenio colectivo de grandes almacenes, se acordó en 2023 con el apoyo del 98% de las organizaciones sindicales (Fetico, Valorian, CCOO y UGT) mantener la jornada en 1.770 horas al año a cambio de unos incrementos salariales del 17% en el periodo de vigencia y medidas de conciliación como la planificación trimestral, la limitación de trabajos en domingos y festivos, así como descansos de calidad por encima del sector y otras medidas de conciliación e igualdad.
Unas fórmulas acordadas en su convenio que, destaca la asociación, «permiten anualizar la jornada y ofrecen a las empresas mecanismos de flexibilidad«, con el objetivo de que las reducciones efectivas de la jornada de sus trabajadores se realicen en los momentos de menor actividad, «sin perder, por lo tanto, productividad». En esta línea, resaltan que, en sectores como el comercio, la presencialidad en las tiendas «es necesaria», por lo que se necesitan «fórmulas flexibles» para adecuar la organización del trabajo a los ciclos de mayor afluencia de clientes.