Red Eléctrica, dependiente del Gobierno, señalada en la ‘guerra nuclear’ entre Sánchez y Endesa, Iberdrola y Naturgy

Pedro Sánchez se reunió de emergencia con las eléctricas para pedirlas colaboración tras anunciar una investigación

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el CEO de Endesa, José Bogas

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el CEO de Endesa, José Bogas

El apagón de luz masivo que afectó a toda la península ha vuelto a provocar tensiones entre el Gobierno y las principales eléctricas del país. El presidente Pedro Sánchez investiga a los operadores privados y ha cargado contra las centrales nucleares, propiedad en su mayor parte de Iberdrola y Endesa y con participaciones minoritarias de Naturgy y EDP. Las centrales de Almaraz y Trillo aseguran que sus centrales funcionaron de forma segura y «según los procedimientos establecidos», mientras que Iberdrola ha defendido que toda su actividad se siguió según las indicaciones de Red Eléctrica.

El desencadenante que provocó el Blackout que dejó sin luz a la mayor parte de España está aún por esclarecerse. Mientras Red Eléctrica de España sigue evaluando las posibles causas dos días después del apagón, el Gobierno y las eléctricas han tenido sus más y sus menos en las últimas horas a raíz de las declaraciones de Pedro Sánchez.

El presidente finalizó el martes reunido con las principales compañías (Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y Acciona Energía) en Moncloa para pedirlas colaboración y esclarecer las causas.

Anteriormente, Sánchez aseguró en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la apertura de una Comisión de Investigación en el seno del Consejo de Seguridad Nacional liderada por la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen.

Además, señaló directamente a las empresas, anunciando que pediría responsabilidades a los operadores privados. Horas después, Iberdrola, que a penas había publicado un escaso mensaje en redes sociales para informar del apagón desde el incidente, contestó a través de un comunicado explicando su actividad a lo largo del lunes.

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán hizo hincapié de forma reiterada en que siguió todas las indicaciones de Red Eléctrica, empresa controlada por el Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (20%).

La entidad que preside Beatriz Corredor funciona como el operador del sistema y es el encargado de gestionar la oferta y la demanda eléctrica. Iberdrola asegura que en el momento de dicho incidente «estaban acopladas todas aquellas centrales de su parque de generación que habían recibido las pertinentes instrucciones» de Red Eléctrica.

De este modo, la empresa salió así al paso también de los datos lanzados por el operador del sistema sobre las dos desconexiones producidas en centrales del suroeste de España, puesto que Iberdrola es uno de los mayores productores en Extremadura de energía fotovoltaica.

Controversia por la parada de los reactores nucleares de Iberdrola

La afirmación de Iberdrola incluye también los reactores nucleares de las centrales bajo su propiedad. Y es aquí donde se abre otro cisma entre las propietarias de las nucleares, con Iberdrola a la cabeza, y el Gobierno de Pedro Sánchez. El apagón masivo del lunes ocurrió con el parque nuclear nacional a medio gas, pues sólo cuatro de los siete reactores nucleares estaban en marcha.

La central de Trillo (Guadalajara) está en proceso de recarga de combustible, mientras que Almaraz I (Extremadura) y Cofrentes (Valencia) están en parada desde hace días porque, no les resulta rentable funcionar por la caída de los precios de la electricidad y la elevada carga fiscal que soportan, según el argumentario de las eléctricas.

Sánchez aseguró que «la generación nuclear no fue más resiliente que cualquieras otras fuentes de generación» y que con mayor dependencia nuclear «la recuperación no hubiera sido tan rápida» como la que se produjo.

El presidente del Ejecutivo también señaló que desde hace varios días «hay cinco reactores nucleares, de los siete, que están parados y no están generando energía por decisión de las propias empresas operadoras que afirman que no son competitivas en precio en comparación con la penetración de las energías renovables».

En este caso, sólo tres reactores estaban parados. Si bien los bajos precios de los renovables son un motivo de pérdida de competitividad para tecnologías como la nuclear, desde el sector también llevan meses acusando la elevada carga impositiva a la que hacen frente.

Entre los tributos que pagan se encuentran el Impuesto sobre la generación eléctrica (IVPEE), que grava el 7% de los ingresos por venta de electricidad, la tasa Enresa para almacenar los residuos nucleares (ha aumentado un 30% desde 2019 y está recurrida en los tribunales), el impuesto al combustible nuclear gastado y las famosas ecotasas de algunas comunidades autonómicas como Cataluña o Extremadura.

La totalidad de los impuestos específicos que pagan las nucleares ascienden hasta unos 28 euros por megavatio hora (MWh) producido, sumando así otra dificultad a su operación ya de por sí complicada por los bajos precios (incluso precios cero o negativos en algunas horas) que producen las energías renovables en el mercado mayorista.

Por otro lado, Sánchez aseguró que las centrales nucleares, lejos de ser una solución, habían sido un problema, ya que ha sido necesario «desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables».

Tras el apagón, las centrales utilizaron los generadores diésel de emergencia para mantener la estabilidad y la seguridad de las centrales sin necesidad de recurrir a energía externa del sistema. Sin embargo, todas las centrales desactivaron sus Planes de Emergencia Interior el martes gracias a recuperar la alimentación eléctrica esta vez sí desde el exterior.

En cuanto a la recuperación del sistema eléctrico, es cierto que las centrales nucleares no han aportado su energía, sino que han sido las centrales hidroeléctricas, especialmente las de bombeo, las que más han ayudado a que estos suceda.

Cabe destacar que las nucleares, igual que las plantas fotovoltaicas o eólicas, no están diseñadas para restablecer el servicio tras un apagón. Desde el sector insisten en que, pese a ello, sí ayudan a evitarlos gracias a su aportación de inercia al sistema.

¿Quién tuvo la culpa?

Fuentes pronucleares creen que Red Eléctrica calculó mal los riesgos al permitir la parada de los reactores nucleares mencionados, que «hubieran dado estabilidad (tensión) al sistema» y consideran que, sin una alternativa equivalente de almacenamiento, el cierre de las centrales nucleares programado y vigente todavía podría dar lugar a más apagones como el vivido el lunes.

En este sentido, otras fuentes del sector eléctrico consideran que de haber habido mayor generación síncrona (gas, nuclear, hidroeléctrica reversible) y menos asíncrona (solar y eólica), el sistema podría haber aguantado y compensado el incidente que desencadenó el apagón masivo.

Por el lado contrario, voces críticas como la del investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Antonio Turiel apuntan directamente a la responsabilidad de las eléctricas por querer ahorrarse costes.

El experto señala en su blog que el problema de fondo ha sido «la integración de grandes volúmenes de generación renovable en la red de alta tensión sin acompañarlos de los necesarios sistemas de estabilización de la corriente».

En esta línea, explica que los sistemas de generación eólica y fotovoltaica no tienen flexibilidad a diferencia de los sistemas tradicionales que, al ser inerciales, «aportan cierta facilidad inherente para adaptarse a los cambios en la demanda.

«Pero eso no pasa en la nueva renovable. Tampoco en la nuclear, que no tiene capacidad de reacción, y por eso cae exactamente igual que la renovable», destaca.

En cualquier caso, señala que el problema no son los sistemas de generación renovable, sino «el modelo de implantación de los mismos que han impuesto las grandes empresas, más preocupadas por sus beneficios que del bien común».

Es por ello que insiste en que la renovable tiene que ir acompañada de sistemas de estabilización y no hacerlo «es una grave irresponsabilidad». Algo que, «por un tema de ahorrarse costes, es lo que vienen haciendo las grandes compañías desde hace años», añade.

Asimismo, se puedo observar que justo en el momento del incidente, los ciclos combinados representaban solo el 3% del total de la generación, . insuficiente para absorber las fluctuaciones y para dotar de estabilidad al sistema.

Turiel explica que, en el momento del incidente, muchas centrales de gas de ciclo combinado «estaban en parada fría, y se necesitaban horas para reiniciarlas», motivo por el cual llevó mucho más tiempo recuperar la red eléctrica.

«La razón de que no hubiera centrales de gas de ciclo combinado disponibles para dar estabilidad es que estos días el precio de la electricidad ha sido cero o incluso negativo, y eso ha motivado que los dueños de las centrales las apagaran, dándoles igual la seguridad del sistema», argumenta.

En cualquier caso, tanto estas paradas como las de las centrales nucleares deben contar con autorización de Red Eléctrica, ahora mismo en el centro de todas las miradas hasta que se conozca más información sobre las causas del apagón.

Las grandes eléctricas pueden enfrentarse a reclamaciones millonarias de los clientes (hogares e industrias) que se vieron afectados por el incidente, ya que no pueden reclamar directamente a Red Eléctrica.

No obstante, las compañías estudiarán en su debido momento tomar las acciones necesarias contra el operador del sistema si es necesario, tal y como deja entrever Iberdrola en su comunicado.

La energética asegura que «valorará adoptar las medidas necesarias para la defensa de sus derechos y los de sus clientes» una vez se esclarezca la raíz del incidente que provocó el mayor apagón en la historia de España.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta