Pyme catalana, balear y hostelera: el perfil que más teme a la crisis
Las empresas de hasta 10 trabajadores, que operan en áreas turísticas y que se dedican a la hostelería son las más preocupadas por el impacto de la pandemia
El INE ha dado a conocer este jueves una histórica caída de la confianza de los empresarios españoles en el contexto de la pandemia del coronavirus, que todavía se hace más acusada en las pymes con menos de 10 trabajadores, los empresarios afincados en áreas turísticas como Cataluña, Baleares o Canarias, y aquellos que se dedicaban a la hostelería o al transporte.
Con el cierre turístico aplicado desde que se decretara el estado de alarma, estas tres características parece que crearían un perfil más acusado para estar preocupados; y no solo ellos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconocía este miércoles a través Poul Thomsen, directos del departamento europeo, que el escenario más negativo que preveían para nuestra economía se fundamentaba en el alto peso del turismo en el PIB y también de las pequeñas empresas.
«Alemania tiene pymes con un tamaño mayor que el nuestro», reflexiona Pedro Aznar, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade. Nosotros somos un país donde el peso del sector turístico alcanza el 12% del PIB. Al final la diferencia en previsiones del FMI reconoce las diferencias estructurales de nuestra economía», apunta el académico.
El marco de las estimaciones del FMI son consistentes con la encuesta del INE, que muestra que la caída de la confianza de las pymes de menos de 10 y 50 trabajadores es más significativa que la media española. Con un descenso del 28,7 y del 28,1%, respectivamente, supera en varios puntos el dato de todo el sector empresarial (26,9%).
Esta mayor preocupación también se percibe en los empresarios que operan en áreas especialmente turísticas como Cataluña, Baleares o las Islas Canarias. En los dos primeros, la confianza se ha desplomado más de un 30% en el segundo trimestre. En el caso de los canarios el descenso es de un 29,9%.
Por sectores son los empresarios de la hostelería y el transporte y los de la construcción, cuya confianza retrocede un 32,4 y un 29,3%, respectivamente, los que parecen más preocupados por las consecuencias de la pandemia.
La pyme, menos músculo para aguantar la crisis
Las pequeñas empresas son fundamentales para el tejido productivo español, pero esta crisis puede pasarles factura, a pesar de que se hayan diseñado herramientas, como la deuda avalada, para tratar de mantenerlas a flote.
Pedro Sánchez, cuando presentó las líneas generales del plan de soporte económico para la pandemia, insistió en que el objetivo era impedir que las empresas se convirtieran en insolventes con las medidas de cierre del estado de alarma, y que por eso quería movilizar hasta 200.000 millones en financiación -la mitad de ella avalada-.
Fuentes financieras explican a Economía Digital que para asegurar esa pervivencia algunas de las operaciones que se pueden realizar es refinanciar deuda a corto en a largo. Esto permite afrontar pagos inmediatos -como las nóminas- y posponer a cuando se reactiven los ingresos la amortización de ese endeudamiento. Normalmente, las empresas de reducido tamaño no cuentan con una reserva de tesorería suficiente para poder permitirse estar uno o dos meses sin operar y continuar abonando los gastos.
Sin embargo, el sistema de pagar a largo plazo necesidades de liquidez a corto podría no cuadrar en los planes de las pymes y los autonómos. «Solo darán ese paso aquellas empresas que tengan claro que pueden continuar operando posteriormente a la crisis», apunta Pedro Aznar. «Cuando no tengan mucha visibilidad lo más lógico es que opten por cerrar y no esperar a que la actividad se reactive tras el estado de alarma», añade.
Un situación que, con avales o sin ellos, ya están planteándose algunos autónomos. Según la patronal del sector, la ATA, hasta un tercio de estos profesionales se está planteando echar el cierre.