Punto final a Martinsa: el consejo aprueba la liquidación
La inmobiliaria de Fernando Martín, con un agujero que supera los 4.600 millones, no fue capaz de conseguir el apoyo de la banca a su último plan de refinanciación
Fue la crónica de una muerte anunciada. El consejo de administración de Martinsa-Fadesa, la inmobiliaria de Fernando Martín, ha acordado solicitar la apertura de la liquidación, «ante la falta de adhesiones suficientes» para la aprobación de la propuesta de modificación del convenio de acreedores. Así lo comunicó la compañía a última hora de este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La inmobiliaria, que mantuvo su sede en A Coruña después de que Martín comprase Fadesa al empresario gallego Manuel Jove en 2007, afronta su liquidación cuatro años después de que en marzo de 2011 consiguiese superar el mayor concurso de acreedores de la historia.
No pudo hacer frente a los pagos
La falta de liquidez de la empresa para hacer frente al calendario de pagos de deuda que fijó el convenio de acreedores decantó el final de la compañía. Los grandes bancos acreedores, así como la Sareb, no aceptaron la propuesta de modificación de convenio que presentó Fernando Martín.
El golpe de gracia que decantó la negativa de los grandes acreedores se produjo hace escasamente dos semanas. El Supremo desestimó un recurso de casación interpuesto por la promotora contra la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, que en enero de 2013, rechazó la demanda de responsabilidad por los supuestos perjucios causados en 2007 por la compra de Fadesa. Martinsa solicitaba más de 1.500 millones de euros a Jove y Antonio de la Morena, presidente y consejero delegado de la antigua Fadesa.
Pasivo de casi 7.000 millones
Pero más allá del fallo judicial, las cuentas de Martinsa la abocaban a un final fatal. La compañía cerró 2014 con un agujero patrimoial de 4.603 millones de euros.Según un informe remitido por la compañía a la CNMV, la inmobiliaria cuenta con activos valorados en 2.392 millones de euros para hacer frente a un pasivo total de 6.995 millones de euros, de los que 3.200 millones corresponden a deuda con entidades financieras.
Asimismo, la compañía saldó el pasado ejercicio con ‘números rojos’ de 331 millones de euros, la mitad respecto a los contabilizados un año antes, a pesar de incluir gastos financieros de 130 millones de euros derivados de la deuda concursal que aún arrastra.
Una década de vida incierta
Martinsa-Fadesa pone punto final a su historia sin haber alcanzado ni una década de vida. Se constituyó a finales de 2006, fruto de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) que la compañía de Fernando Martín y su socio, Antonio Martín, lanzó a la inmobiliaria de Manuel Jove. Pagó cerca de 4.000 millones de euros.
El alto endeudamiento que la operación generó a la nueva compañía y el estallido de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera llevó a Martinsa Fadesa a solicitar concurso voluntario de acreedores apenas dos años después, en julio de 2008. Dada la deuda de unos 7.000 millones que soportaba la empresa, el concurso se erigió en el mayor de la historia empresarial española.
La compañía superó el proceso concursal en tres años, gracias al calendario de pago de deuda a ocho años que en marzo de 2011 pactó con sus bancos. Pero la inmobiliaria no pudo atender al pago de deuda establecido para diciembre de 2013 y, pese a que entonces comenzó a negociar con los bancos una nueva reestructuración de su deuda, la falta de acuerdo impidió a la inmobiliaria abonar el pago correspondiente a diciembre de 2014.