Puig sacude su consejo con la entrada del magnate Chalhoub
El consejero delegado del conglomerado de lujo de los emiratos árabes aterriza en el órgano decisorio de la compañía catalana tras dos décadas de relación
Puig consolida sus alianzas en Oriente Medio. El grupo de perfumería español ha revolucionado su consejo de administración en el último año en su camino por alcanzar unas ventas de 3.000 millones en 2025. El conglomerado familiar dio salida a tres de sus miembros e incorporó a otros dos. El último, este mismo verano, es el magnate Patrick Chalhoub, presidente del gigante del lujo dubaití Chalhoub, con el que la empresa española acumula más de 20 años de negocios conjuntos.
Fuentes de la compañía explican que la incorporación se decidió en junio, aunque no se ha oficializado hasta este mes de agosto. El rostro es ya conocido en las oficinas de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona): en 1999, ambos grupos crearon una joint venture para que la firma presidida por Marc Puig pudiera extenderse por Oriente Medio de la mano de un socio local. Dos décadas después, Chalhoub aterriza en el consejo de la firma española con el aval de haber extendido su imperio de la mano de marcas como LVMH, L’Óreal, Dior y Givenchy.
A pesar de que la organización dubaití no hace públicas sus cifras económicas, sí presume de contar con más de 12.000 trabajadores repartidos por Oriente Medio. Según Forbes, la fortuna familiar asciende a 1.700 millones de dólares.
La llegada del empresario al consejo añade un capítulo más al ajetreado año que ha vivido el órgano decisorio de Puig. Un vaivén que comenzó hace doce meses con el adiós de José María Castellano, antiguo consejero delegado de Inditex y que se incorporó a la sociedad catalana en 2017.
En el último año han salido del consejo José María Castellano, Manel Adell y Marcial Campos
Detrás de Castellano, presentado por Puig como fichaje estrella, fue Manel Adell, ex consejero delegado de Desigual, que abandonó el grupo en marzo de este año. No fue el último adiós: este verano también hizo las maletas Marcial Campos, ex socio de la consultora McKinsey.
De este modo, el órgano quedó finalmente formado por nueve miembros tras las idas y venidas de los últimos meses. Lo encabeza Marc Puig, presidente y consejero delegado de la compañía, secundado por Manuel Puig, vicepresidente. Junto a ellos están Rafael Cerezo, Jordi Constans, Giovanna Kampouri, Josep Oliu, Yiannis Petrides y Daniel Lalonde –incorporado en mayo de 2019–.
La sacudida en la cúpula se produce en un momento especialmente complicado para la empresa, que ha visto como las ventas de perfumería y cosmética se desplomaban durante la pandemia. La consultora estadounidense Kline auguraba en primavera que la caída de las ventas en el sector sería del 2,5% en 2020, un descenso mayor que el 0,8% menos registrado en los peores momentos de la crisis de 2008.
Otra firma del ramo, Chanel, estima que la facturación descenderá entre un 15% y un 20% durante el ejercicio 2020.
Las ambiciones de Puig
La pandemia se cruzó en el ambicioso camino de Puig, que tiene entre ceja y ceja alcanzar unas ventas de 3.000 millones en 2025. En 2019, la compañía cerró el año con unas ventas de 2.029 millones –1.933 millones en 2018– y unos beneficios de 226 millones de euros –242 millones en 2018–.
A este ritmo parece complicado alcanzar la ansiada cifra. No obstante, en junio anunció la compra de la firma de maquillaje Charlotte Tilbury, por lo que añadió de una tacada los 160 millones de facturación de la empresa británica.
«Esta adquisición es clave en nuestro objetivo para desarrollar un sólido negocio de maquillaje y cuidado de la piel”, explicó Marc Puig en su momento. Con la operación, Puig gana independencia frente al comercio físico. La británica es una marca especialmente cotizada entre el público de menos edad y nativa en el mundo digital, por lo que grandes empresas de la moda y la cosmética, como L’Oreal, Estée Lauder y la japonesa Shiseido se habían fijado en ella como una oportunidad para crecer, informó Bloomberg.
Por el momento, las adquisiciones se habían producido en países emergentes. Son ejemplos la colombiana Loto del Sur, la india Kama Ayurveda y la brasileña Granado. Hasta ahora con una participación minoritaria, los compromisos adquiridos la obligan a hacerse con un paquete mayoritario en los próximos ejercicios.