Actualizado
Puig pierde el precio de salida a Bolsa y se desmarca de las subidas del Ibex
La multinacional española del lujo Puig se desmarca del resto del Ibex y cotiza en negativo.
Puig se ha alejado hoy miércoles en Bolsa del precio por acción al que salió a cotizar, a principios de mayo, 24,5 euros. La multinacional española del lujo se desmarca del resto de compañías cotizadas españolas en una sesión de subidas generalizadas y ha cerrado a 23,17 euros por acción tras perder un 2,67%.
La caída del grupo con sede en Barcelona -durante la tarde del lunes ha llegado a caer más de un 4%- se produce en una semana de elevada volatilidad en las bolsas mundiales, después de que el lunes tanto el Nikkei en Japón, como los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses sufrieran pérdidas relevantes.
Sin embargo, hoy miércoles los mercados cotizan en positivo, subiendo el Ibex un 2%. La compañía controlada por la familia Puig es la única del selectivo índice español que pierde valor.
La pérdida del precio de salida a bolsa «es una referencia muy psicológica, la línea que separa las ganancias de las pérdidas y muchos inversores habrán preferido deshacer su posición justo ahora que empieza el mes con menos actividad del mercado”, explicaron en fuentes de un broker con sede en Madrid.
De acuerdo al folleto de salida a Bolsa de Puig, la mayoría de los inversores tenía un periodo en el cual no podrían vender acciones (lock up) de 180 días, que todavía no se habrían cumplidos, con algunas excepciones.
La familia Puig conserva el 71,7 % de los derechos económicos de la sociedad y el 92,5 % de sus derechos de voto, mientras que colocó el 32 % de su capital entre inversores cualificados.
CriteriaCaixa, holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa, tiene previsto alcanzar el 3,05 %, participación que todavía no aparece en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El sector del lujo, en el que los inversores incluyen a Puig, no pasa por el mejor de sus momentos y se enfrenta a un entorno con importantes desafíos, advierten analistas de JPMorgan.
Las cifras del segundo trimestre de las principales compañías no han sido todo lo buenas que cabría esperar, sobre todo cuando había una comparativa más fácil. El principal problema fue la disminución del gasto de los consumidores chinos, cuyo consumo se desaceleró.
“Con los consumidores de lujo mostrando baja confianza en el gasto y todavía digiriendo el fuerte crecimiento post-Covid, la visibilidad hacia la segunda mitad del año sigue siendo limitada”, apuntó JPMorgan.
Los economistas del banco estadounidense no encontraron muchas razones para el optimismo en el sector del lujo y recordaron que la rentabilidad está bajo presión debido a distintos factores.
Entre ellos citaron el efecto negativo de los tipos de cambio, distorsionados por un incremento de la demanda hacia Japón, además del elevado ritmo de inversión de las marcas. Todo esto contrasta con la escasa visibilidad que genera el sector en la parte final del año, explicaron.
La pasada semana el líder mundial del sector del lujo, el grupo francés LVMH, presentó resultados semestrales, con un beneficio de 7.267 millones de euros, un 14% menos. La compañía controlada por Bernard Arnault, la mayor fortuna europea, se dejó en Bolsa cerca de un 5%.