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PSOE y Junts dejan fuera del nuevo decreto al grupo Correos, al borde de la disolución
El real decreto acordado entre PSOE y Junts no incluye la reestructuración del grupo Correos planteada en el anterior.
Oficina de Correos. Foto: EFE / Carlos Barba
El nuevo ‘decreto omnibus’ pactado entre PSOE y Junts, publicado hoy miércoles en el BOE, deja fuera la reestructuración de Correos, el grupo público con mayor plantilla –50.000 empleados– y que técnicamente se encuentra al borde de entrar en causa de disolución.
En el anterior real decreto, tumbado en el Congreso la pasada semana con el voto en contra decisivo del partido de Carles Puigdemont, se incluían medidas trascendentales para Correos. Como la de ampliar el plazo para que la compañía continúe como operador designado para prestar el Servicio Postal Universal; o ampliar las competencias del grupo y transformarlo en un banco postal.
Correos registrará previsiblemente en 2024 nuevas pérdidas cercanas a los 200 millones de euros
Tras acumular pérdidas superiores a los 1.000 millones en los últimos años y registrar previsiblemente en 2024 nuevas pérdidas cercanas a los 200 millones, la empresa presidida por Pedro Saura, que cumple poco más de un año en el cargo, se encuentra en una situación delicada.
En el anterior real decreto, firmado por Pedro Sánchez, se advertía que los «elevados costes estructurales», la ausencia de «diversificación de ingresos», y la «excesiva dependencia del servicio postal», condicionan «la viabilidad económico-financiera de Correos».
Y añadía que las medidas propuestas constituían «un todo necesario» para eludir en el corto plazo «el riesgo de disolución de empresa«.
Correos, disolución
Correos explicaba en su informe anual de 2023, consultado por este diario, que preveía incurrir en 2024 en desequilibrio patrimonial, situación que llevaría a la disolución de la sociedad sin la ejecución de medidas correctivas, tras registrar pérdidas de 120,3 millones de euros (217 millones perdidos en 2022).
Hasta ahora, la compañía dependiente de la Sepi ha evitado la situación de desequilibrio patrimonial gracias a las leyes aprobadas a raíz de la crisis provocada por la pandemia, que establecieron la exclusión de las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021 en la determinación de los fondos propios para el cálculo de la causa de disolución (cuando los fondos propios son inferiores a la mitad del capital social).
La compañía pública aseguraba en su informe de cuentas de 2023 que, en el caso de que no se hubiera prorrogado la exclusión de las pérdidas de los años 2020 y 2021 en base al presupuesto estimado este año, «tampoco se incurriría en desequilibrio patrimonial a 31 de diciembre de 2024«.
Pero en 2025 el grupo se situaría al borde de la causa de disolución.
Negociaciones parlamentarias y sindicales
El PSOE, sus supuestos socios de Gobierno, entre ellos Junts, y el resto de grupos parlamentarios negocian ahora lo que denominan «decreto económico«, con la intención de aprobarlo en las próximas semanas.
En un plazo máximo de 30 días el real decreto publicado hoy se tendría que volver a votar en el Congreso, explican fuentes cercanas a Moncloa.
Fuentes sindicales consultadas por este diario consideran que a medio plazo el retraso en la aprobación del real decreto con la reestructuración de Correos no supondrá un problema.
De forma paralela a las medidas que el Gobierno quiere aprobar, los representantes de los trabajadores y la dirección de Correos negocian un nuevo convenio colectivo, un plan de salidas voluntarias que afectarían hasta 10.000 empleados, y también un plan de entradas.
Las dos partes se habían dado de plazo hasta el próximo 15 de marzo para cerrar estas negociaciones.
Varias de las fuentes consultadas consideran que el PP facilitará la aprobación del real decreto que afecta a Correos. El principal partido de la oposición, opinan, de cara a formar próximo Gobierno, no querría encontrarse dado el caso con un incendio en la compañía pública de mayor plantilla.
Además, apuntan, el líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, tendría una mayor sensibilidad hacia el operador postal dada su experiencia como presidente de Correos, a principios de siglo, y su buena relación con Regino Marín, líder del principal sindicato en la compañía, CC OO, al que se ha referido en ocasiones como su «único amigo comunista».