Pendientes de Nissan en el nuevo escaparate de Seat en Barcelona
La compañía española inaugura Casa Seat, en pleno paseo de Gracia, y presenta la nueva línea de negocio Mó, centrada en la movilidad compartida
Tras meses de parón, Seat reactivó este martes la agenda mediática en Barcelona. El fabricante español inauguró la flamante Casa Seat en el paseo de Gracia y presentó la nueva línea de negocio Mó, dedicada a la movilidad urbana, con un nuevo patinete y una moto eléctrica. Pero a pesar del aluvión de novedades, las conversaciones de pasillo se centraron en el futuro de la otra marca afincada en Cataluña, Nissan, y el cierre de su fábrica de la Zona Franca.
Los asistentes dieron por perdida a la compañía japonesa. Nada que ver con el “no hay un plan B más allá de luchar para que Nissan se mantenga” pronunciado por el president de la Generalitat, Quim Torra, en el Parlament. Es evidente que ofertas para ocupar los terrenos no faltarán, pero la obsesión es la de encontrar un proyecto industrial. Y a poder ser basado en la automoción. Nada de almacenes ni suelo logístico.
Pese a las proclamas políticas, todo el mundo tenía claro que no hay realmente un candidato ligado. Como señalaron desde Foment del Treball hace más de una semana, la búsqueda de inversores se realiza en Asia, concretamente en China y Corea del Sur, aunque todavía es pronto para obtener algún tipo de resultado.
Queda también por ver si Seat jugará algún papel en la ocupación de las instalaciones de la Zona Franca, precisamente la parte de Barcelona donde la compañía tuvo su primera fábrica, inaugurada en 1953, y que podría ser una excelente ubicación para el desarrollo de vehículos eléctricos, una de las obsesiones tanto de la empresa como de las administraciones.
La sensación compartida entre la plana mayor, eso sí, es que el desastre se veía a venir. Nissan hacía años que no invertía en la planta. Desde que en 2018 se anunció el adiós del Nissan Pulsar, la instalación sobrevivía bajo mínimos sin que ninguna institución hiciera nada hasta que, a finales de 2019, ya fue demasiado tarde. «Da la impresión que revertir el cierre era muy difícil, pero de haber sido posible la oportunidad no se hubiera aprovechado», comentaba uno de los vips invitados.
En la tribuna, asistieron al acto la consellera d’Empresa, Àngels Chacón; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu; Javier Godó, conde de Godó; el presidente de Agbar, Ángel Simón; y el doctor Bonaventura Clotet. Además, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, intervino por videoconferencia.
En sus discursos, la delegación política no hizo mención alguna a la crisis de Nissan –probablemente tampoco era el escenario indicado–, pero la ministra Ribera sí hizo hincapié en la voluntad del Gobierno en «facilitar inversiones en innovación» en un «motor económico como es la industria de la automoción». Para ello, el Ejecutivo presentó el lunes su plan de apoyo para el sector dotado de ayudas a la compra de nuevos vehículos y créditos blandos para la industria.
El presidente interino de Seat, Carsten Isensee, aplaudió la medida: «Es un paso en la dirección adecuada para seguir desarrollando el sector de la automoción». Además, celebró la inclusión de «aspectos clave» como la renovación del parque de coches o las ayudas al vehículo eléctrico y sus infraestructuras asociadas.
Las novedades de Seat
Pero más allá del debate, el acto sirvió para que Seat enseñase por primera vez la nueva Casa Seat, un espacio en la confluencia entre la avenida Diagonal y el paseo de Gracia con el que aspira a convertir su presencia en Barcelona y que servirá desde centro de exposiciones a oficinas del equipo de diseño. «Casa Seat es nuestro tributo a Barcelona. Es más: es un edificio icónico, nuestro cuartel general en Barcelona», aseguró Isensee.
En su primer acto en el inmueble, Seat realizó toda una declaración de intenciones con la presentación de la nueva línea de negocio Mó, centrada en la micromovilidad urbana. Así, la firma presentó una nuevo patinete y una moto eléctrica, desarrollados de la mano de Segway y Silence, respectivamente. El siguiente paso es el lanzamiento de una plataforma de vehículos compartidos que llegaría para sustituir a Respiro y que se estrenará en Barcelona.