Pans & Company se agarra a la banca para aliviar las pérdidas
El grupo Eat Out tira de una línea de crédito con las principales entidades de España ante los números rojos de sus restaurantes
Eat Out no logra rentabilizar el ‘boom’ de las cadenas de restauración españolas. El grupo propietario de marcas como Pans & Company, Frescco, Santamaría y Ribs se ve obligado a inyectar dinero a sus filiales para aligerar las pérdidas registradas a lo largo de 2017 mientras se agarra a la banca con tal de disponer de los recursos necesarios para pagar nóminas, impuestos y hacer frente a los gastos del día a día.
Las cuentas a las que ha tenido acceso Economía Digital revelan que la compañía que el fondo portugués Ibersol compró a la familia Carulla en 2016 tiene dispuesto un crédito sindicato de hasta 30 millones de euros con las principales entidades de España. Al cierre del pasado ejercicio, había utilizado más de la mitad del efectivo disponible: 15,2 millones de euros.
La entidad que más dinero prestó a la empresa fue Caixabank, que se hizo cargo del 33% de la financiación y dejó 4,8 millones de euros. El resto estaba dividido entre Bankinter (2,99 millones), Banco Santander (2,75 millones), BBVA (2,57 millones) y Banco Santander (2,02 millones). La firma debe devolver los primeros 15 millones a un interés del Euribor +2,15% y la mitad restante a una tasa del Euribor +1,9%.
Eat Out tuvo que inyectar 6,5 millones a Pansfood para compensar pérdidas
Para firmar el préstamo, las entidades exigieron como garantía la filial Pansfood, que aglutina a la mayor parte de los más de 300 restaurantes de la cadena repartidos por España, Italia y Portugal y el 70% de las ventas.
No obstante, esta sociedad no es precisamente una mina de oro. Con una facturación de 153,3 millones de euros, apenas el 0,46% más que en 2016, perdió 3,7 millones frente a las ganancias de 1,1 millones. La cifra podría haber sido mayor si el mismo 31 de diciembre el consejo de administración de Eat Out no hubiera aprobado una inyección de 6,5 millones para compensar pérdidas.
Tampoco fue el único balón de oxigeno que el fondo Ibersol tuvo que lanzar. Aunque con mucho menor calado, aportó 218.000 euros para enjugar números rojos de ejercicios anteriores. De este modo, y de la mano de otras operaciones, logró reducir el negativo arrastrado desde los 12 a los 10 millones de euros.
Ibersol compró Eat Out
Estandarte del entramado empresarial de la familia Carulla, también propietarios de Gallina Blanca y Affinity, Eat Out cambió de manos a finales de 2016 al ser adquirida por el grupo portugués Ibersol. Con la compra, la firma lusa se convirtió en el mayor grupo de restauración de la Península Ibérica, con 716 establecimientos.
La sociedad pagó 105 millones por la compañía catalana y a los pocos meses ya bajó la persiana a nueve Pans & Company y ocho Santamaría. Actualmente se conforma con 646 locales tras varios cierres, también de marcas sobre los que posee los derechos de explotación como Burger King, Pizza Hut y KFC.