Oughourlian toma el mando de Prisa para acelerar la venta
Amber convence a Telefónica, harto de perder dinero con su inversión, para que se una a su bloque y arrincone al Santander
La presidencia de Joseph Oughourlian en Prisa, hasta ahora vicepresidente no ejecutivo, será transitoria, pero acelerará la hoja de ruta particular del empresario armenio: la salida del fondo activista Amber del accionariado de la compañía o, como mínimo, de la división de medios cuando el grupo se haya dividido en dos.
La junta extraordinaria celebrada este viernes dejó patentes varias cosas. La primera es que el consejo de administración del grupo de medios está dividido, y cada vez más. El cese de Javier Monzón no estaba previsto en el orden del día y fue sometido a votación de manera unilateral por parte de Amber Capital.
La propuesta se aprobó por un estrecho margen: un apoyo del 52,2% de la junta al cese de Monzón, que equivale a aproximadamente un 44% del capital (el quórum fue del 84,5% de los accionistas) o, lo que es lo mismo, la unión de los votos de Telefónica y Amber contra los de Banco Santander y el resto de accionistas.
En contra, por tanto, votó el 46,1% de los accionistas presentes en la junta, equivalentes a un 39% del capital. Se abstuvo el 1,6%.
El Santander pierde a su hombre en Prisa
La segunda cosa que demostró la junta es que José María Álvarez-Pallete y Ana Botín, quienes habían coincidido en la necesidad de ir a las principales ampliaciones de capital de Prisa para rescatar a la compañía en sus peores momentos, no siempre van de la mano en sus decisiones.
El cese de Javier Monzón no es el de un presidente más. El directivo siempre ha sido considerado hombre de confianza de Banco Santander y de Botín, como queda demostrado por su papel de agente doble como presidente al mismo tiempo de Prisa y de Openbank, filial de la entidad financiera.
Javier Monzón, presidente de Prisa y Openbank. EFE/Juan Carlos Hidalgo
De sobra era sabido que Oughourlian, dueño de un fondo activista acostumbrado a remover las aguas de las compañías de las que toma participación, no tenía especial simpatía por Monzón, a quien ya sugirió que se fuera voluntariamente, como afirmó durante su intervención en la junta.
Oughorlian ya mostríó su oposición a Monzón cuando no votó a favor de su reelección en junio
El inversor ya forzó que Monzón no sustituyera a Juan Luis Cebrián en un primer momento, en 2018, y también quiso sacarle de la presidencia cuando se vio implicado en la trama Púnica, de la que salió indemne.
Las diferencias se hicieron patentes el 29 de junio, en la reelección de Monzón. El ex de Indra revalidó su puesto pero con el 62,28% de los votos, lo que dejó entrever que el porcentaje de capital restante, correspondiente a Amber, no dio su sí a la continuidad en el cargo.
Telefónica y Amber, juntos por la venta de su participación en Prisa
Telefónica ha elegido cambiar de bloque en Prisa. Los de Álvarez-Pallete, hartos de la gestión de Monzón, creen que tienen más intereses en común con Oughourlian.
Las afinidades entre la compañía de telecomunicaciones y el fondo activista son obvias. Ambos no solo son dos de los máximos accionistas, sino que acumulan minusvalías en sus inversiones desde que decidieron apostar por el dueño de El País y ambos quieren vender al mejor postor su paquete de acciones.
La entrada de nuevos accionistas en Prisa está prevista para cuando se complete la escisión del grupo en dos
Ahora la clave será acelerar la hoja de ruta para salir del accionariado y dar paso a otros compañeros de viajes. Uno podría ser Henneo (El Heraldo de Aragón y 20 Minutos), quien ya es socio de Prisa en la Cadena SER de Aragón y en el pasado estuvo a punto de hacerse con Cinco Días, aunque nunca se descarta el regreso de Blas Herrero.
Pero antes tocará cumplir con el plan marcado en junio: dividir la compañía en dos. Prisa separará la división de medios de la de educación (Santillana en Latinoamérica) para crear dos sociedades independientes y que coticen en bolsa por separado.
Oughourlian, una presidencia temporal
Pese a que la decisión del consejo de Prisa fuese una sorpresa, las fuentes consultadas advierten de que la de Oughourlian será una presidencia temporal y no indefinida. Uno de los atajos puede ser Manuel Polanco, hijo de Jesús de Polanco, quien ya tuvo el mismo papel en la transición de Juan Luis Cebrián a Javier Monzón.
La próxima decisión será, por tanto, encontrar un nuevo presidente de consenso. Como acostumbra a suceder en el propietario de El País, también deberá conseguirse el visto bueno de fuera del consejo.
El plácet del Gobierno siempre es importante. Y es por eso que el nombre de José Miguel Contreras, un hombre cercano al PSOE, sonó con fuerza durante la tarde de este viernes, cuando empezó a correr que Monzón vivía sus últimas horas en la presidencia de Prisa. No obstante, el propio Contreras, como ya hizo en verano, desmintió cualquier oferta a la presidencia de Prisa.
Pero no es el único nombre que está sobre la mesa. El de Javier de Paz, amigo personal de José Luis Rodríguez Zapatero e intímo también de José María Álvarez-Pallete por su papel como consejero de Telefónica, también ha estado en los mentideros del sector.