Las nuevas enfermedades que podrían dar derecho a la jubilación anticipada

Algunos trabajadores se ven obligados a dejar su empleo debido a una incapacidad permanente por enfermedad. Para obtener este reconocimiento, es necesario someterse a pruebas médicas o presentar diagnósticos de enfermedades que el Estado considera incapacitantes. Es por ello por lo que estas personas pueden optar por una jubilación anticipada.

La incapacidad permanente se define como una condición médica que impide a una persona realizar su trabajo habitual o cualquier otra actividad laboral de forma definitiva. Este tipo de incapacidad puede ser consecuencia de una enfermedad o un accidente, y su diagnóstico indica que las limitaciones no son reversibles.

Existen diferentes grados de incapacidad permanente, clasificados según la gravedad y el impacto en la capacidad laboral:

Incapacidad Permanente Parcial: El trabajador puede seguir en el mercado laboral, pero su capacidad se ve reducida en al menos un 33%.
Incapacidad Permanente Total: Impide al trabajador ejercer su profesión habitual, aunque puede desempeñar otras actividades laborales.
Incapacidad Permanente Absoluta: La persona queda completamente inhabilitada para trabajar en cualquier ocupación.
Gran Invalidez: Abarca no solo la imposibilidad de trabajar, sino también la necesidad de asistencia de otra persona para realizar actividades básicas de la vida diaria.

Nuevas enfermedades para jubilarte antes de tiempo

Existe una lista de enfermedades que provocan que un usuario se vea obligado a dejar su puesto laboral. Si tiene una edad cercana para dejar de trabajar, puede que la Seguridad Social acepte una jubilación anticipada, siempre y cuando se cumplan los requisitos de edad y cotización. Debes haber cotizado al menos 33 años, tener 63 años de edad (o 61 si se ha cotizado 44 años).

Pues la última novedad que se ha añadido son nuevas enfermedades que se consideran motivo para frenar la actividad laboral.

Artritis reumatoide.
Encefalomielitis miálgica.
Amiloidosis por Transtiretina variante
(ATTRv).
Enfermedad de Huntington.
Parkinson.
Distrofia miotónica tipo 1 (enfermedad
de Steinert).
Espina bifida.
Fibromialgia.
Inmunodeficiencias primarias.
Lupus eritematoso sistémico.
Esclerosis Sistémica.

Cada persona sufre dichas dolencias de una manera diferente, por lo que es necesario que un tribunal médico analice la situación, considerando si es necesario aprobar la incapacidad permanente y durante cuanto tiempo.