Nissan Barcelona rebaja la producción otro 25% en plena crisis
El fabricante japonés ensamblará 57.000 unidades en el ejercicio actual frente a las 75.000 que montó en la temporada anterior
Nissan ya tiene un nuevo suelo de producción para su fábrica de Barcelona. Si año tras año el número de vehículos que salen de la instalación es menor, para el ejercicio 2018/2019 –hasta el 31 de marzo– romperá la barrera de las 60.000 unidades. Sólo una semana después de comunicar que quiere recortar la plantilla en 600 personas, el fabricante japonés desveló que para la temporada actual sólo se elaborarán 57.000 coches en el centro de la Zona Franca.
Los ejecutivos de la compañía nipona explicaron este lunes a la plantilla que la producción descenderá un 24% frente a los 75.000 vehículos que salieron de la planta catalana. De este modo, los únicos dos modelos que se mantienen en el recinto se repartirán el montante total: se harán alrededor de 46.000 pick up Navara y 11.000 furgonetas NV200.
Hasta el mes de julio, Nissan Zona Franca tendrá un tercer modelo testimonial. Si bien la furgoneta NV200 producida es en gran parte la versión eléctrica, durante los primeros meses del ejercicio se compaginará con algunas unidades de la versión de combustión.
De este modo, las cifras comunicadas a los trabajadores ya son ligeramente a las que la cúpula europea de Nissan dio a conocer ante la prensa la pasada semana. El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, fijó en 60.000 unidades el nuevo suelo de la fábrica catalana. «No podemos controlar los flujos del mercado», lamentó el directivo.
Nissan cree que los 60.000 coches son el suelo definitivo de la fábrica catalana
Con las ventas del segmento pick up en descenso a nivel mundial y la N200 eléctrica todavía con volúmenes testimoniales, la planta vislumbra imposibles los 200.000 coches que tiene capacidad para producir. En el ejercicio 2016/2017 sacó a las carreteras hasta 110.092 automóviles, cantidad que cayó hasta los 88.861 unidades en la temporada 2017/2018.
Los responsables de la instalación esperan, ahora sí, que la de este año sea la última caída. La razón: parece improbable que la instalación barcelonesa pierda algún modelo como sucedió el pasado verano con el Nissan Pulsar.
Nissan quiere recortar 600 empleos
Los datos fueron dados a conocer en una reunión con los sindicatos con tal de abordar el recorte de 600 empleos que la dirección quiere ejecutar a base de prejubilaciones y bajas voluntarias. Sólo tras un pacto con el comité de empresa se iniciarán la prometida inversión para una nueva planta de pintura. “Queremos tener un acuerdo antes de Semana Santa”, dijo la cúpula la pasada semana. El tiempo tampoco sobra, pues en 2023 la actual instalación ya no podrá utilizarse según una nueva normativa europea.
Dependerá de lo que se prolongue la firma con los sindicatos en una negociación que recaerá en Genís Alonso, director general de Nissan Motor Ibérica, como se encargó de remarcar en varias ocasiones De los Mozos. Sin embargo, el ejecutivo no se presentó a este primer encuentro en el que los ejecutivos de recursos humanos dejaron claro que la cifra de 600 bajas no era negociable.
“No entra en nuestros planes realizar un expediente de regulación de empleo”, se limitó a puntualizar José Vicente de los Mozos, responsable mundial de fabricación y logística de Renault y presidente de la Alianza Renault–Nissan en España. «Que quede claro que Nissan quiere seguir fabricando coches en Cataluña«, insistió una y otra vez.
El objetivo no es otro que dejar el número de trabajadores de Zona Franca en algo menos de 2.500 con tal de “reducir los costes fijos”. Es el modo, defienden, de equipararse en competitividad con el resto de centros de la zona de la alianza Nissan–Renault. “Los volúmenes han caído y si queremos ganar en rentabilidad hay que reducir estos costes”, aseguraron en la rueda de prensa.