Nautalia sube el ERTE al 70% de la jornada para toda la plantilla
La agencia de viajes propiedad de Springwater y Royal Caribbean se refugia en los expedientes temporales de empleo tras el final del verano
Como el resto de agencias de viajes, Nautalia vive con incertidumbre su futuro más cercano. La compañía española que desde 2014 es propiedad de Springwater y Royal Caribbean utilizó el paraguas de los ERTE durante la primera ola del coronavirus.
Según ha podido saber Economía Digital de fuentes cercanas a la empresa, Nautalia ha aumentado sus expedientes temporales de empleo del 50% al 70% de la jornada tras el final del verano. La medida afecta a los cerca a las 847 personas que trabajan en el grupo turístico y se espera que se extienda hasta el 28 de febrero del próximo año.
Las mismas voces aseguran que Nautalia ha acudido a la banca para reforzar su liquidez, en un momento en el que la demanda ha caído a niveles sin precedentes y se duda de cómo reaccionará para el próximo año. La cantidad de estas nuevas líneas de financiación no fue desvelada.
El director general de Nautalia, Rafael García Garrido, se dirigió esta semana a los trabajadores de la compañía
Internamente, los altos directivos de la compañía han lanzado un mensaje de tranquilidad a los empleados ante las voces más agoreras del sector, que apuntan a un posible cierre. El director general, Rafael García Garrido, se dirigió esta semana a todos ellos para asegurarles que el proyecto seguirá adelante pese a las dificultades.
El sector de las agencias y el coronavirus
Y es que el sector de las agencias de viajes vive su particular vía crucis por la pandemia. No solo deben afrontar los próximos meses una caída de la demanda inusual, sino que se enfrentan a las reclamaciones de clientes por viajes pagados y no reembolsados durante la primera ola.
El problema es que la devolución de ese dinero, en la mayoría de ocasiones, corresponde devolverlo a aerolíneas o cruceros, como ha venido denunciando la patronal ACAVE (Asociación empresarial de Agencias de Viajes).
Rafael García Garrido incidió hace semanas durante el ciclo de conferencias online Salvemos el Turismo en la importancia de una unidad sectorial de la que han carecido las agencias de viajes. En su opinión, la industria se hecho oír muy poco: “Tenemos que hacernos ver y comunicar mejor cuál es nuestro papel en la cadena de valor», explicó el consejero delegado de Nautalia.
La situación ha llevado a Nautalia y el resto de operadores del sector a apoyarse en los ERTE. Los datos del Ministerio de Trabajo apuntan a que octubre cerró con cerca de 23.000 empleados de agencias de viajes y turoperadores afectados por un expediente temporal de empleo, la mayoría por motivo de fuerza mayor.
Springwater, entre Pullmantur y Nautalia
La incertidumbre en Nautalia ha provocado que muchos especulen con qué pasos darán próximamente sus accionistas, el gigante Royal Caribbean pero sobre todo Springwater, el fondo del empresario alemán Martín Gruschka.
Gruschka es el máximo accionista de Nautalia con el 81% de la empresa del capital social. Controla la compañía ese porcentaje a través de la sociedad Andros Directorship, cuyo accionista único es la mercantil Wamos SA, radicada en Luxemburgo.
Springwater es el máximo accionista de Nautalia con el 81% del capital
Gruschka y sus socios en España se hicieron dos años después además con la mayoría accionarial de la división de cruceros de Pullmantur. Mantiene desde entonces el 51% de las acciones a través de otra sociedad luxemburguesa, Cruises Investment Holding SARL, si bien Royal Caribbean tiene el 49% restante.
Las fuentes consultadas cercanas a la empresa turística apuntan a que en Nautalia, a diferencia de la agencia de cruceros Pullmantur, Springwater sí ha asegurado la viabilidad del proyecto y ha inyectado fondos «cuando ha sido necesario».
No obstante, el estado de salud de la compañía es una auténtica incógnita. Las últimas cuentas de Nautalia Viajes SL (2018) revelan un volumen bruto de ventas de 217 millones de euros, que no son suficientes para evitar que la compañía pierda dinero.
En Pullmantur, por su parte, la situación es todavía más complicada. La firma de cruceros presentó concurso de acreedores el pasado verano, señalando que las restricciones de movilidad habían dado la puntilla al proyecto, que arrastraba pérdidas desde hace años.
Ahora, el administrador concursal ha conseguido un acuerdo de viabilidad, todavía por definir, con sus accionistas. Pero en dicho acuerdo solo se menciona únicamente a Royal Caribbean y no aparece Springwater.