Presión a Naturgy y Caixabank con el sorpresivo regreso de La Caixa y Criteria a Cataluña

Mientras que Caixabank rechaza taxativamente el cambio de sede, la gasista presidida por Reynés es menos contundente aunque no lo tiene "encima de la mesa"

Isidro Fainé ante la sede de La Caixa y Caixabank

Isidro Fainé ante la sede de La Caixa y Caixabank

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Hiperactividad en las ‘Torres Negras’ de Barcelona. La Fundación La Caixa y Criteria, presididas por Isidro Fainé, devuelven su sede a Cataluña ocho años después, mientras que el mercado pone los ojos en dos de sus grandes participadas, Naturgy y Caixabank: la sorpresiva decisión del gran grupo financiero ‘de la estrella’ demuestra que el regreso de Banc Sabadell hace unas semanas no es un caso aislado que se explica solo por la opa de BBVA.

La decisión de trasladar la sede social de la fundación y su holding inversor de Palma de Mallorca a Barcelona la ha tomado Isidro Fainé, según fuentes conocedoras de la situación, este mismo martes y se ha planteado a la junta el mismo miércoles, que ha aprobado una decisión que busca «ir un paso por delante de los acontecimientos», según explican a ECONOMÍA DIGITAL.

Una junta extraordinaria de la Fundación La Caixa decidió este miércoles el regreso de la institución a la Avenida Diagonal 621, histórica sede de la corporación, apodadas ‘las torres negras’ (ver ilustración), así como también aprobó el traslado de CriteriaCaixa, de la que la fundación es accionista único. La otra entidad que tradicionalmente ha tenido en ese edificio su sede es Caixabank.

El anuncio, primero comunicado a la CNMV y después a los medios de comunicación, ha venido seguido de una nota interna del Gobierno aplaudiendo la decisión de Criteria y La Caixa, y enmarcándola en las tareas de «normalización» política después del golpe separatista. «Es una muy buen noticia y una señal más del impacto positivo de la normalización de la situación política y económica en Cataluña», señaló este miércoles el Ministerio de Economía liderado por Carlos Cuerpo, 15 minutos después de la alerta en el regulador.

Naturgy y Caixabank, en el foco

Cuando el Banco Sabadell aprobó el traslado de su sede de vuelta a Cataluña en enero pasado, las grandes cotizadas excatalanas como Naturgy y Caixabank tuvieron que expulsarse los rumores de que también iban a volver más tarde o temprano, y se circunscribió la operación de la entidad presidida por Josep Oliu a la guerra por la opa de BBVA.

Sin embargo, la llamada a filas de Isidro Fainé en La Caixa y Criteria despierta las dudas sobre si el gran financiero catalán quiere que también sus grandes participadas tomen esa decisión. Desde la constelación de la estrella apuntan que la fundación no tiene intención de incidir en estas sociedades y la decisión de la fundación es particular.

En las últimas semanas se ha interpelado tanto al presidente de Naturgy, Francisco Reynés, como al CEO de Caixabank, Gonzalo Gortázar, sobre si sus cotizadas seguirían los pasos de Sabadell. Gortázar se mostró contundente al respecto y rechazó cualquier plan de devolver la sede, actualmente en Valencia, a Cataluña, y así lo han confirmado en las últimas horas fuentes de la entidad financiera.

También Reynés negó que esta oportunidad estuviera encima de la mesa, aunque el presidente de Naturgy, con sede social en Madrid, se mostró menos taxativo, abriendo la puerta a estudiarlo en caso de que los accionistas así lo valoraran. Dos maneras de sacudirse la pregunta que sonaron con distinta vehemencia, un hecho que no ha pasado desapercibido en el mercado.

Desde que Sabadell anunciara su regreso a Cataluña ocho años después (tras el éxodo provocado por el desafío independentista), algunas otras se han sumado, como Cementos Molins, y ahora La Caixa y Criteria. Está por ver qué hacen también Cellnex y Colonial, pero sobre todo, la vista está puesta sobre Naturgy y Caixabank, y principalmente esta última, después de que el último movimiento patronal colocase a Tomàs Muniesa, un histórico ejecutivo catalán, al frente de la entidad, en sustitución de José Ignacio Goirigolzarri, cuya salida marcó el final de la presencia de Bankia en el banco, así como la salida de consejeros y directivos vinculados a la antigua entidad madrileña

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