Nacho Abia, el directivo que limpió la imagen de Olympus en EEUU, llega a Grifols en plena crisis reputacional

La multinacional de los hemoderivados crece un 1,6% en bolsa después del nombramiento de su nuevo consejero delegado

Nacho Abia entrará en Grifols como CEO en abril. Foto Olympus

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“Gracias a lo ocurrido, hemos aprendido mucho. No solo en nuestro programa de complience, sino que el gobierno corporativo en la empresa ha mejorado enormemente desde el momento en que sucedieron esos acontecimientos”. Nacho Abia pronunciaba estas declaraciones en 2016 en una entrevista con el periódico estadounidense The Monring Call, preguntado por un escándalo ocurrido a finales de la década de los 2000 en la filial americana de Olympus, pero bien podría ser un discurso que haga en los próximos meses, cuando se convierta en el CEO de Grifols.

El directivo de origen catalán, pero instalado desde hace años en Estados Unidos, fue nombrado este lunes nuevo consejero delegado de la farmacéutica, tras dedicar prácticamente toda su vida laboral a Olympus Corporation. Los primeros retos que tendrá que afrontar en su nuevo cargo serán la recuperación de la confianza de los mercados y el saneamiento de la dañada imagen de Grifols en plena crisis reputacional, algo en lo que ya tiene práctica, teniendo en cuenta ya tuvo que enfrentarse a una limpieza de cara en el gigante en el que ha hecho carrera.

Con un máster en ingeniería de telecomunicaciones y otro en administración de empresas, Abia entró en Olympus en 2011 para encabezar el negocio español de la empresa especializada en ópticas, después de cinco años de experiencia en Sony. Siete años más tarde se trasladó a Hamburgo, para liderar la división de cámaras del grupo en Europa, el Oriente Media y África, hasta que en 2011 llegó a Pensilvania para encabezar este segmento en el continente americano y más tarde hacerse con la presidencia del grupo en ese mercado en 2013.

Una multa millonaria

Allí se enfrentó a uno de los retos más importantes de su carrera. En 2016, el Gobierno de los Estados Unidos interpuso una multa de 634 millones de dólares a las filiales estadunidenses y brasileñas de la empresa japonesa, por presuntos casos de soborno y comisiones ilegales pagadas a médicos entre 2006 y 2011, antes de la vinculación del directivo español con la división médica del grupo.

El Departamento de Justicia de EEUU acusó a Olypums America de violar la ley sobre pago de sobornos del país. En uno de los casos probados para el Departamento de justicia estadounidense, la empresa pagó en 2007 un viaje a Japón a tres médicos para conseguir que su hospital utilizara su material médico en lugar del de un competidor.

Abia fue uno de los encargados de lidiar con las consecuencias de este caso y de negociar el acuerdo con la justicia norteamericana para evitar un procedimiento judicial, algo que se saldó con la multa y con la aplicación de reformas internas. “No podemos cambiar lo que sucedió, pero definitivamente hemos aprendido de ello y puedo asegurar nunca más volverá a suceder”, decía entonces el ejecutivo.

Años después del incidente, y con una larga experiencia en América, el ejecutivo pasó a combinar sus funciones en Estados Unidos con el cargo de director de operaciones global del grupo primero y de estrategia después, a partir de 2020. El ejecutivo de 55 años se salvó de otra polémica que salpicó a la matriz del grupo a principios de los 2000, cuando se destapó que la cúpula de entonces había falsificado las cuentas entre 2005 y 2010, diez años antes de su paso por la primera línea del grupo.

Los retos en Grifols: Gotham, bolsa y deuda

Abia no entrará foralmente en Grifols hasta el 1 de abril y mucho puede suceder en dos meses. En cualquier caso, será el responsable de lidiar con la polémica causada por Gotham, que ha puesto en el punto de mira las cuentas de la empresa y su buen gobierno. Su primera responsabilidad será recuperar el valor de la empresa en bolsa, después que se hundiera en más de un 35% tras el ataque de los bajistas. Un mes más tarde, la cotización de la catalana sigue situándose en un 26% por debajo de la cifra anterior a la crisis. Con el anuncio de la entrada de Abia, la empresa subió un 1,6% este martes, alcanzando los 10,55 euros por acción.

Para ello, deberá demostrar que Grifols ha impulsado mejoras en su gobernanza, después de la desvinculación de la familia propietaria en la gestión de la multinacional, y que apuesta por la transparencia. De hecho, el mismo es se declara partidario de estas medidas: “Soy un líder de políticas de puerta abiertas que cree en la transparencia, en escuchar a los empleados y en ser práctico”, se definía a sí mismo en el portal sobre relaciones laborales, The Ladders.

A lo largo de este 2024, una de sus principales misiones será seguir impulsando el crecimiento orgánico de la empresa y lidiar con sus objetivos de desapalancamiento del grupo. Para ello, deberá cerrar de una vez por todas la venta de Shanghai Raas a Haier por 1.600 millones de euros, la operación más importante que tiene ahora mismo Grifols entre manos y que supondrá una importante inyección en la caja.

Transición hacia la tecnología médica

Polémicas aparte, Abia ha sido uno de los encargados de impulsar la transición Olympus hacia un grupo especializado en tecnología médica. De hecho, la empresa se hizo famosa como fabricante de cámaras, pero después de años de un negocio a la baja por el crecimiento de los teléfonos con cámara, el grupo vendió la división encargada de este segmento en 2020.

Mientras las cámaras decaían, el negocio médico se disparaba, lo que dejó claro a la corporación hacia donde tenía que ir. “Hoy en día, las áreas en las que realmente estamos marcando la diferencia son GI, respiratorio y urología. Ahora somos líderes en esos espacios», decía Abia a principios de 2022 en el podcast MassDevice.

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau Gotham City
El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, junto al abogado Tomás Daga, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau

Fuera del mundo estrictamente profesional, el nuevo CEO de Grifols está bien conectado con el tejido empresarial, sobre todo en Estados Unidos, donde la farmacéutica tiene la gran mayoría de su negocio. Es miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio España-EE.UU, en la que comparte silla con directivos de gigantes americanos como Johnson & Johnson y con ejecutivos de las filiales americanas de grandes corporaciones españolas como Santander o Caixabank.

También es miembro de la Advanced Medical Technology Association, la principal patronal que agrupa empresas fabricantes de material médico procedentes de todo el mundo.

En lo personal, se define como una persona familiar, que dedica el máximo tiempo posible a sus hijos, siempre que no está trabajando o viajando. Es amante del deporte al aire libre, practicando disciplinas como el tenis, el senderismo o el ciclismo. Se rige por un principio básico: “Sé paciente. No te rindas y lucha por lo que crees que es justo”.

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