Mujeres emprendedoras: una realidad que no se limita a las grandes ciudades
Las nuevas empresas dirigidas por mujeres se abren por toda España, desterrando el cliché de la gran metrópoli aglutinadora de talento
España se encuentra en un proceso de cambio social inevitable, e irreversible. Las mujeres – el 51% de la población – alzaron la voz el 8 de marzo para reclamar un hueco en la sociedad acorde al papel fundamental que tienen en ella, y la reacción ha sido inmediata.
Un ejemplo de ello se vio en la toma de posesión del nuevo Gobierno, donde las 11 ministras del ejecutivo marcaron un hito en la historia, al ser el primer “Consejo de Ministras y Ministros” con más mujeres que hombres.
Las mujeres emprendedoras dispuestas a impulsar sus proyectos personales cada vez ganan más peso en el país
Otra muestra de la relevancia de la mujer en el tejido social y empresarial, sin embargo, se produce más allá del foco mediático principal. Las mujeres emprendedoras dispuestas a impulsar sus proyectos personales cada vez ganan más peso en el país, y lo hacen desde todos los puntos del mapa.
Alejadas del cliché de que es necesario estar en una gran ciudad para lanzarse a una nueva aventura personal y profesional, Esther Martín y Estela Cuadrado son dos de estas mujeres emprendedoras. Curiosamente, ambas han constituido su compañía desde pequeñas localidades de Castilla-La Mancha.
Emprender desde cero
En 2017, el Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM), que lidera la Cámara de Comercio de España, en colaboración con el Instituto de la Mujer, asesoró a 10.668 mujeres dispuestas a iniciar su propio negocio, lo que cristalizó en la creación de 2500 empresas puestas en marcha durante todo el año. El programa está cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
Tanto Esther como Estela se apoyaron en este programa para impulsar su negocio, y de esa guía han podido extraer conclusiones que les ayudan en sus respectivos caminos.
“Yo llevaba años deseando emprender mi propio negocio, pero tenía demasiado miedo y no confiaba en mí misma”, asegura Esther Martín, coach profesional, escritora y emprendedora. “Yo estaba motivadísima, y había adquirido una formación en coaching. Cuando tomé la decisión de apostar por mi carrera, fui directa a la Cámara de Toledo para ver qué me aconsejaban”.
Con la asesoría de los programas ofrecidos por la Cámara, Esther salió de su zona de confort para abrir nuevos caminos
A raíz de unas sesiones de asesoramiento personalizado en la Cámara de Talavera de la Reina, Esther dio el pistoletazo de salida a su actividad, que actualmente desarrolla en un despacho del vivero de la Cámara de Comercio, ubicado en Talavera de la Reina. – y no ha parado.
Desde entonces, escribió un libro dedicado a su tío – que luchó contra la enfermedad del ELA – titulado “Él y Ela”, y compagina sus sesiones en empresas con su faceta de formadora en habilidades sociales.
No contenta con el éxito obtenido hasta su propio ejemplo ahora, sigue y no se queda en la zona de confort sino que sigue abriendo caminos.
Un ejemplo de ello es su nueva aventura independiente de su trabajo como coach, en la que se ha juntado con Estela Cuadrado para abrir un negocio de productos ecológicos para el cuidado masculino, The Old Modern Man. Se conocieron en la Cámara, y ambas apostaron por iniciar un nuevo proyecto conjunto.
El impulso a una marca
Estela Cuadrado ya trabajaba en el campo de los productos ecológicos trabajaba ya, y la colaboración con Esther es un nuevo frente dentro de su amplia oferta. Desde el laboratorio cosmético Cugaes, S.L, Estela trabaja con una marca más consolidada que lleva años en el mercado y cuyo target potencial es más amplio.
Ingeniera agrícola de profesión, Estela se reinventó fruto de la situación de crisis económica. Lo que comenzó siendo una afición se convirtió en su gran pasión y su medio de vida. En el 2015, decidió montar en su pueblo natal, Mejorada, una fábrica de bio-cosmética con marca propia, Ártica Bio-Cosmética.
Su negocio y su respectiva tienda online son completamente revolucionarios en su localidad. Y le permiten llegar a cualquier punto del globo sin alejarse de su hogar.
“Cuando me acerqué a la Cámara de Comercio ya tenía la empresa montada y estaba en proceso de consolidación, pero su ayuda me sirvió para mejorar aspectos de la misma que me ayudan a seguir creciendo”, asegura Estela Cuadrado.
“A raíz de charlas individuales y auditorías del trabajo que había hecho, me arrojaron datos que me ayudaron. Sobre todo los canales de venta y la web”, continua la propietaria de la marca de jabones y cremas con certificación ecológica.
Cada vez más mujeres emprendedoras deciden hacerse cargo de su propio futuro laboral
Desde entonces, su actividad se ha diversificado, trabajando también para terceros, siempre con los controles de calidad exigidos. Su laboratorio elabora y envasa los productos siguiendo las fórmulas de las empresas para las que trabaja.
Además, depara devolver a la sociedad todo que esta le ha dado ha creado un jabón solidario para ayudar a la lucha contra el cáncer. Un jabón certificado bioecológico que intenta paliar los efectos de la quimioterapia y radioterapia, cuya recaudación será donada a la AECC.
Esther y Estela son dos ejemplos de mujeres emprendedoras que han decidido romper tanto con sus miedos como con los marcos mentales que la sociedad ha impuesto hasta ahora.
Son sus propias jefas, dueñas de su propio destino, viven alejadas de la gran ciudad, y continúan emprendiendo mientras sortean todos los obstáculos que puedan surgir en el proceso.