Actualizado
Muere César Alierta, expresidente de Telefónica
El expresidente del operador azul fue el encargado de ensanchar la compañía y posicionarla como un gigante europeo
César Alierta ha fallecido a los 78 años en Zaragoza. El expresidente de Telefónica, y considerado unos de los aragoneses más ilustres de los últimos tiempos, ha muerto después de varios años donde ha tenido un delicado estado de salud.
Tomó la presidencia de Telefónica en 2000, y estuvo durante 16 años como máximo ejecutivo hasta que en 2016 dio el relevo al actual presidente, José María Álvarez-Pallete.
En estas últimas semanas su nombre había resonado mucho en la prensa, precisamente, porque su sucesor en el cargo ha llevado a cabo algunas acciones que no se veían desde la presidencia de Alierta: la celebración de un ‘Día del Inversor’; y un expediente de regulación (ERE) masivo.
Alierta dejó la presidencia de Telefónica, y supuso el fin época. El hombre que lideró una de las grandes multinacionales españolas —la tercera por capitalización solo por detrás de Inditex y el Santander en su momento—, se ha despidió a los 70 años de la compañía.
Ahora fallece tras varios años donde su estado de salud ha sido muy delicado. Ya en 2020 el expresidente de Telefónica tuvo severos problemas clínicos que hicieron pensar lo peor. Pero el aragonés se repuso.
Su trayectoria
Durante su etapa como primer ejecutivo del grupo de telecomunicaciones, Alierta presidió también el Consejo Empresarial para la Competitividad, que tenía como principal objetivo defender la imagen de la economía y las empresas españolas en el exterior.
César Alierta, que en mayo de este año habría cumplido 79 años, comenzó su andadura profesional en el Banco Urquijo y a mediados de 1985 fundó Beta Capital. En junio de 1996 fue nombrado por José María Aznar presidente de la entonces empresa pública Tabacalera.
A lo largo de su carrera ha recibido multitud de reconocimientos, como el premio ‘Empresario Español Global’ que le otorgó la Cámara de Comercio España-Estados Unidos en 2005, o la ‘Medalla de Oro’ de la ‘Americas Society’ en 2010 por su contribución al crecimiento y el desarrollo de América Latina, con lo que se convirtió en el primer español y en la primera persona nacida fuera del continente Americano en recibe este galardón.
El impulso de Telefónica
Alierta llegó a la compañía en el año 2000, a iniciativa del Gobierno, recién aterrizado desde la antigua Tabacalera y con mucha más experiencia en el mundo financiero que en telecomunicaciones, si bien supo asesorarse por Luis Lada y Julio Linares, dos de los ingenieros históricos de la compañía. La suya era una misión complicada: enderezar el rumbo después del pinchazo de las puntocom y los bandazos de su predecesor, Juan Villalonga.
Entre los principales logros de César Alierta hay que destacar que fue el responsable de llevar a al operador azul en el difícil tránsito desde el monopolio hasta el libre mercado, y el hecho de que su sucesor —José María Álvarez-Pallete— lo fuese por elección suya y no del Gobierno se puede considerar de especial importante.
También cabe señalar que Alierta fue el gran responsable de cimentar la expansión internacional de Telefónica, convirtiéndola en uno de los dos grandes operadores de América Latina. Aunque ese proceso generó una herencia envenenada para el grupo de telecomunicaciones en forma de deuda.
En el ámbito de negocio, Alierta tendrá sobre sus espaldas ser el directivo que decidió apostar por la fibra óptica como tecnología de futuro. El tiempo le ha dado la razón. En el camino, España se ha convertido en una de las referencias en el despliegue de FTTH.
Los «peros» de Alierta
La mayor de todas las sombras que ha rodeado a su figura no llevaba el nombre de Telefónica. Fue el ‘Caso Tabacalera‘. Alierta fue declarado culpable de uso de información privilegiada en la compra de acciones de Tabacalera en 1997, si bien fue absuelto junto a su sobrino Javier Placer, debido a que el delito había prescrito.
Dentro de Telefónica, tomó decisiones difícilmente justificables desde el punto de vista puramente empresarial, como el continuado respaldo —más allá de lo razonable—, de figuras amortizadas en lo político y en lo público tales como Rodrigo Rato e Iñaki Urdangarin.
El primero básicamente abandonó el consejo asesor de la compañía por su propio pie y con la etiqueta de «temporalmente». Que, por cierto, también se apuntó Urdangarín cuando se cogió una excedencia en agosto de 2012.
Reacciones a la muerte de Alierta
Tras la confirmación del fallecimiento de Alierta el presidente de la compañía José María Álvarez-Pallete dijo que hoy «Es un día amargo para la familia Telefónica. A fuerza de latir y de querer nos deja César, un corazón abierto de par en par. Muchas gracias, querido amigo», posteó en la red social X.
También por la misma red, Telefónica dio su apoyo a la familia Alierta: «Con el corazón lleno de tristeza, expresamos nuestro más sentido pésame a la familia y amigos del querido expresidente de Telefónica, César Alierta. Siempre recordaremos con enorme gratitud y cariño su inmensa obra en Telefónica».
En tanto la patronal catalana Foment del Treball ha recordado a Alierta como «un hombre excepcional y afable» y «un artífice de la internacionalización empresarial española».
Desde Aragón el presidente del gobierno autonómico Jorge Azcón describió a Alierta como «un líder nato que hizo historia en el mundo de la empresa» y recordó que al haber sido máximo accionista del Real Zaragoza entre 2019 y 2022 fue «uno de los aragoneses más destacados del último siglo».
Asimismo, la alcaldesa de Zaragoza Natalia Chueca ha lamentado la pérdida de un «zaragozano de cuna y de corazón».