Milei vs Sánchez: el ganador en Davos fue Macron
Emmanuel Macron emergió en Davos como el único líder europeo capaz de impulsar el proyecto de la Unión Europea.
El presidente de Argentina, Javier Milei, y el de España, Pedro Sánchez, expusieron esta semana en Davos sus particulares posicionamientos ideológicos y económicos, en el Foro Económico Mundial.
Lo hicieron en sendas conferencias, el mismo día, el miércoles por la tarde, uno después de otro, Milei en español y Sánchez en inglés. Ambos gobernantes describieron dos visiones del mundo, del Estado, de la empresa, totalmente enfrentadas.
En términos generales, los dos líderes representaron las dos corrientes filosóficas que recorren Occidente desde hace doscientos años, que tienen sus orígenes en las ideas de John Locke o Adam Smith y en la teoría marxista.
Los discursos del miércoles de Milei y Sánchez, con sus particularidades, representan la actualización de esas dos corrientes ideológicas que, con sus matices, siguen chocando hoy en día en las democracias occidentales, en las que en muchas de ellas, 76, se celebran este año elecciones generales, entre otras en Estados Unidos y en la Unión Europea.
Mientras que Milei realizó una defensa a ultranza del libertarismo, Sánchez defendió el Estado, la regulación y el sector público. Los dos hicieron un discurso catastrofista, advirtiendo al resto del mundo de supuestas amenazas a la democracia y el bienestar general.
«Hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro«, comenzó diciendo el presidente argentino. «Aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente, se encuentran postrados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y en consecuencia a la pobreza«, afirmó.
Pedro Sánchez en Davos.
«La extrema derecha está en auge. Los regímenes autocráticos proliferan en Occidente y en otras regiones del mundo«, advirtió Sánchez.
Mientras que para el argentino, el Estado es fuente de problemas, para el español es garante de prosperidad.
«La intervención del Estado es perjudicial, la solución que proponen no es mayor libertad sino mayor regulación y que todos seamos más pobres», aseguró Milei.
«No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al Estado como un ente puramente extractivo que no genera valor», dijo Sánchez. «Debemos trabajar juntos para construir una nueva prosperidad. Un nuevo triángulo virtuoso formado por el sector privado, el Estado y la sociedad civil (…)», propuso.
Los dos líderes trataron de sostener sus posicionamientos argumentando que la historia, la experiencia, habían demostrado ya quien tiene razón.
«Se ha demostrado que estas ideas [neoliberales] son erróneas, por la ciencia y la experiencia«, aseveró el Presidente del Gobierno español. «Ustedes lo saben. Ustedes saben que las empresas necesitan a los gobiernos para innovar y crecer», añadió.
«El capital de libre empresa es la única herramienta que tenemos para acabar con el hambre y la pobreza, la evidencia empírica es incuestionable», afirmó Milei. «Argentina es la demostración de que no importa cuánta riqueza natural y lingotes de oro tenga: si se adoptan medidas contra la libre competencia, contra los precios libres, el comercio, o la propiedad privada, el único destino es la pobreza«, señaló.
El nuevo Presidente de Argentina advirtió sobre postulados actuales en materia de género, medioambientales y el colectivismo, mientras que el Presidente español se refirió a estos temas en sentido opuesto.
«Los socialistas han dejado la lucha de clases para reemplazarla por otros supuestos conflictos sociales«, dijo Milei. «La primera, la batalla ridícula entre hombre y mujer», lamentó. «Trabajo a burócratas que no aportan nada a la sociedad, como Ministerios de la mujer (…)».
El argentino vinculó la idea de que «los humanos dañamos el planeta», con la solución del control poblacional y la «agenda sangrienta del aborto».
«Avanzar en la igualdad de género no es sólo una cuestión de justicia, sino que tiene un impacto positivo en el crecimiento económico», sostuvo Sánchez. «Mi país ha demostrado que es posible crecer luchando contra el cambio climático (…). Y estos avances medioambientales no nos han hecho más pobres. Tampoco nos han hecho menos competitivos. Todo lo contrario», aseguró.
Por último, Milei alentó a los empresarios a no arrugarse ante los que les tachen de avariciosos, mientras que Sánchez les instó a colaborar con el Estado.
«No se dejen amedrentar por los parásitos que viven del Estado que se quieren perpetuar, ustedes son héroes, son benefactores, creadores del periodo de prosperidad más extraordinario», enfatizó el Presidente de Argentina. «Que no les digan que su ambición es inmoral, si ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto a un mejor precio, el Estado no es la solución, es el problema (…)», destacó. Y terminó con un «¡Viva la libertad carajo!».
«Ustedes -sus empresas- son un producto de la democracia«, señaló el Presidente español. «Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes», advirtió. «Ayúdennos a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, a frenar la emergencia climática, a reivindicar las normas internacionales y a defender la democracia y luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo», requirió.
El discurso de Macron
Tras Milei y Sánchez, fue el turno en Davos del Presidente de Francia. En su discurso, en francés, Emmanuel Macron superó los antiguos postulados y emergió como el único líder europeo capaz ahora de aunar voluntades y reforzar la independencia de la Unión Europea.
El discurso de Macron careció de la pasión que contuvo el de Milei -más de 100.000 reproducciones en Youtube-, y del sentimentalismo que trasladó Sánchez en el suyo -«Sólo confío en las manos de carne y hueso. Las que levantan la persiana de un negocio cada mañana. Las que sostienen un libro en la escuela, hacen la cena por la noche para su familia o depositan un voto en la urna», comentó el Presidente español-.
Tras repasar los logros que dijo había logrado su Gobierno en Francia, Macron se puso el traje de la UE.
“Rusia no puede ni debe ganar en Ucrania, pase lo que pase en Estados Unidos”, destacó el líder francés, refiriéndose a la pérdida de apoyo económico a Ucrania que pudiera decidir Estados Unidos, lo que casi con total seguridad ocurriría en el caso de que Donald Trump ganara este año las elecciones.
Frente a la ausencia de propuestas concretas aportadas en sus discursos por Milei y Sánchez, Macron sí precisó algunas medidas, encaminadas, dijo, a lograr una mayor soberanía europea, y a evitar que se repita lo sucedido durante la pandemia de la Covid, cuando Europa requirió de material sanitario básico que hubo que comprar a China, así como la dependencia energética de Rusia.
Para conseguirlo, el líder francés propuso emitir conjuntamente deuda europea para financiar las inversiones necesarias en tecnología y defensa.
Macron defendió la energía nuclear, propuso utilizar eurobonos para financiar el desarrollo tecnológico y de defensa y abogó por la unión financiera en Europa
«Quizá deberíamos atrevernos a utilizar de nuevo eurobonos«, indicó, como ya hizo la UE tras la crisis del Covid. También advirtió de lo elevado que es el nivel de ahorro en Europa, pero consideró que estos están «mal asignados«, que van «a los sectores equivocados».
El Jefe del Estado francés aconsejó profundizar «en la unión de los mercados de capitales». «Es absolutamente necesario tener una Europa financiera mucho más integrada«, subrayó.
«Si queremos una agenda de sostenibilidad, necesitamos invertir más«, recordó. «Necesitamos invertir más en clima, en inteligencia artificial, llevar a cabo más reformas, pero también necesitamos cambiar nuestro propio modelo creando más empleos en Europa, empleos mejor remunerados», añadió.
Frente a la demonización de la lucha contra el cambio climático de Milei o la «energía limpia y barata» de Sánchez, Macron se refirió a la energía nuclear. El presidente francés recordó que el 70% de la electricidad consumida en su país es de origen nuclear, libre de carbono y barata, mencionó, y adelantó planes para la construcción de nuevos reactores.
Francia, que ha tomado el relevo de Alemania como motor económico de Europa, acoge este año los Juegos Olímpicos, celebra el 80 aniversario del Desembarco de Nombardía y a finales de año está prevista la reapertura de Notre-Dame, un lustro después del incendio que devoró la catedral de París.
También es un año crucial para Europa, con las elecciones al Parlamento Europeo, en las que se teme un incremento del voto antieuropeísta y de extrema derecha.
Dada la ausencia actual de un líder alemán a los mandos del timón europeo -desde Adenauer hasta Merkel el peso que han tenido en la construcción de la UE los gobernantes alemanes es indiscutible-; con el distanciamiento desde el brexit de Reino Unido de la política común europea; y con la desconfianza que generan los repentinos cambios de opinión del Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la figura de Emmanuel Macron emergió en Davos como la única capaz de aunar voluntades e impulsar el proyecto de la Unión Europea.