Mercadona dice adiós a su tarjeta pese a las resistencias de BBVA
Desde la cadena de supermercados de Juan Roig trasladan que no habrá alternativa a la tarjeta Mercadona
Las incógnitas que habían sobre el futuro de la tarjeta de fidelización de Mercadona, en alianza con BBVA, se despejan. No solo se paralizan las altas para nuevos clientes del supermercado, sino que se ha decidido terminar con ella. Es decir, con el paso del tiempo, quienes ya la tienen dejarán de poder utilizarla.
El motivo es muy sencillo: Mercadona tiene una política de siempre precios bajos (SPB) —instaurada desde 1997 para garantizar una cesta de la compra con la mejor relación entre calidad y precio—, por lo que una tarjeta de fidelización con la que no se acumulan descuentos —algo por lo que sí apuestan sus competidores— y apenas tiene funciones carece de sentido.
Desde la compañía trasladan que, pese a que se mantienen buenas relaciones con el banco, la Tarjeta Mercadona tiene los días contados. «Se va a retirar de manera paulatina y se está informando a todos los clientes debidamente», explican.
Los rumores cogieron fuerza cuando se conoció que la cadena de supermercados de Juan Roig había parado en seco las altas de nuevas tarjetas en los últimos días. Hasta finales de agosto, Mercadona seguía teniendo viva su página web para el registro de nuevas tarjetas, pero en los últimos días ya no existía esta posibilidad.
La información fue facilitada por Mercadona a los mismos clientes que se ponían en contacto. En Twitter la compañía respondió a una pregunta que “ya no es posible obtener la tarjeta Mercadona”, aunque evitó dar más información.
BBVA informó en un primer momento de que la relación se mantendría, pero más tarde no lo confirmó
Desde BBVA, por su parte, no confirman este extremo. En una primera conversación explicaron que el objetivo era buscar mejoras para dicha tarjeta, pero tras trasladar la versión de Mercadona no dieron una respuesta final al cierre de esta información.
Por qué la tarjeta de Mercadona «no tiene sentido» actualmente
Los motivos por los que la tarjeta de Mercadona «no tiene sentido», en palabras de fuentes cercanas a la compañía, se encuentran al comparar sus funciones con el resto de distribuidores. Con la tarjeta de DIA se acumulan puntos y se ofrecen cupones, con la de Lidl se avisa a través de una aplicación móvil de los descuentos puntuales y con la de Carrefour se acumula el saldo que se canjea para otras compras. Lo mismo sucede en Ikea o El Corte Inglés. La cadena de grandes almacenes, por ejemplo, permite pagar en otros establecimientos.
¿Y con la de Mercadona? Pese a que siempre se ha anunciado como la forma más “sencilla, cómoda y segura” de pagar en los supermercados —basta con pasarla por el código de barras—, lo que más la destaca es que ofrece una financiación de días, un servicio que ya está disponible en muchas otras tarjetas bancarias.
Del otro lado, las razones de Mercadona para decir adiós a su tarjeta son de sobra conocidas. Con casi un 25% de cuota de mercado —lo que equivale en la práctica a ser el supermercado favorito de uno de cada cuatro españoles—, según datos de la consultora Kantar, no creen necesario que fidelizar al cliente a base de descuentos mediante la tarjeta sea la fórmula para seguir creciendo.