Tyson contra Douglas: así es el combate entre McDonald’s y exfranquiciados españoles

Un puñado de exfranquiciados de McDonald’s en España lleva cerca de una década pleiteando contra el líder mundial de las hamburguesas.

Los antiguos franquiciados de la multinacional estadounidense cuestionan la estructura de negocio del grupo, en particular la relación que mantiene la compañía con Havi Logistics, empresa encargada de buena parte de sus servicios logísticos.

«La presión que tenemos es enorme; yo he perdido el sueño… Las deudas que tengo con McDonald’s son tantas que temo que mis hijos las hereden, no tengo más remedio que defenderme», cuenta Luis Cañizares, antiguo franquiciado de la cadena de comida rápida.

«A base de seguir pleiteando vamos consiguiendo más información sobre el negocio de McDonald’s y ahora ya lo tenemos todo claro», dice. «Esto está siendo como el combate de Tyson contra Douglas, no somos favoritos, pero poco a poco vamos asestando golpes al rival y lo vamos debilitando».

Havi Logistics no es un operador independiente de McDonald’s, sostienen los exfranquiciados

El 11 de febrero de 1990 se celebró en Tokio el combate entre Mike Tyson y Buster Douglas.

Tyson partía como claro favorito, campeón del mundo de peso pesado, invicto, estrella indiscutible del boxeo mundial. Antes del combate, la duda era si Tyson, de farra la noche anterior, tardaría más de dos minutos en acabar con su rival, como acostumbraba a hacer con todo aquel que se atrevía a subir con él al ring.

Douglas, que pocos días antes había perdido a su madre, salió al combate increíblemente concentrado, logrando mantener alejado a Tyson, lanzando golpes al ojo izquierdo de su oponente, que acabó por cerrarse.

A finales del octavo asalto, Tyson logró conectar un duro uppercut sobre Douglas, que cayó desplomado; sin embargo, cuando el árbitro iba a dar por finalizado el combate, Douglas consiguió ponerse en pie.

«Con cada paso que hemos ido dando, con cada nuevo litigio, hemos ido acumulando más información sobre la estructura de negocio de McDonald’s y su relación con Havi Logistic», cuenta José Luis González Montes, socio de Cremades & Calvo-Sotelo, que lleva varios años representando a exfranquiciados de McDonald’s.

A pesar de que muchos de los enfrentamientos en los juzgados contra McDonald’s han terminado con derrota del franquiciado, ahora estos aseguran que, por vez primera, la defensa del gigante de las hamburguesas se tambalea.

McDonald’s y Havi Logistics

Exfranquiciados de McDonald’s con los que se ha puesto en contacto este diario explican que la compañía, a través de su contrato de franquicia, ofrece un sistema completo para la explotación de los establecimientos, denominado Sistema McDonald’s.

El modelo otorga al franquiciado el derecho a comercializar los productos de la marca en el restaurante asignado; a cambio, el franquiciado debe realizar un pago inicial, de entre uno y un millón y medio de euros, y está obligado al pago de royalties de una renta mensual que se corresponde con un porcentaje de las ventas.

McDonald’s, aseguran, presenta a la empresa Havi Logistics como proveedor homologado e independiente que suministra todo lo necesario para el restaurante.

Pero, sostienen los exfranquiciados, «Havi no actúa como un proveedor independiente, en realidad presta su nombre para un negocio que es el de McDonald’s, su objetivo principal es el del transporte de productos que permanecen bajo la propiedad de la multinacional hasta su venta al consumidor final», afirman. La compañía, con la que se ha puesto en contacto este diario, no ha querido hacer comentarios.

Las facturas emitidas bajo el nombre de Havi Logistics, cuentan los exfranquiciados, incluyen una cláusula, la número siete, que establece que la transacción «no constituye una compraventa, sino un servicio logístico en el que la venta del producto es meramente instrumental y no constituye el objeto principal de la operación». De este modo, dicen, McDonald’s se asegura el control sobre los bienes y evita reclamaciones.

El descubrimiento de este esquema «altera profundamente el marco jurídico sobre el cual se sustenta el contrato de franquicia«, sostienen.

«Te amargan la vida»

Luis Cañizares (Madrid, 1963) abrió su restaurante de McDonald’s en 2001, en Vinaròs (Castellón), tras pasar por un intenso curso de formación en la compañía.

Con anterioridad había trabajado en Procter & Gamble, en Cafés Marcilla y en Polaroid. «Siempre me ha encantado el mundo McDonald’s, y me sigue encantando; cómo lograron el éxito, como se fundó el negocio y consiguió ser líder mundial», comenta.

Diez años después de abrir su restaurante McDonald’s, el negocio comenzó a resentirse. «Me salí de la asociación de franquiciados de McDonald’s, las promociones que hacían me causaban pérdidas brutales, así como los gastos en publicidad», recuerda.

A partir de ahí, dice, «McDonald’s me cortó los productos, las promociones… Pensé que McDonald’s me compraría el restaurante, pero me ofrecían 400.000 euros cuando yo tenía créditos por 700.000 euros».

El exfranquiciado de McDonald’s prestó especial atención a la relación que tenía la multinacional con Havi Logistics. «No era lo que decían, envié una carta a Havi para que me siguieran sirviendo los productos de McDonald’s ya que eran ellos mi proveedor, pero respondieron que era McDonald’s quien les estaba facturando», indica.

«Ahí empezó la guerra, dejé de pagar, me estudié todo sobre McDonald’s, su estructura de negocio…». En 2021 Cañizares dejó McDonald’s.

«No me han permitido vender el restaurante, no puedes salir si ellos no quieren, te van presionando, me presentaron juicio por falta de pago y me condenaron al pago de 1,2 millones«, lamenta.

Juan Carlos Muñoz, otro exfranquiciado de McDonald’s, asiste como testigo a los juicios que enfrentan a la compañía con antiguos franquiciados. Llegó a gestionar cinco restaurantes McDonald’s, pero en 2013 abandonó el grupo.

«Ahora tenemos una bomba que pone en cuestión el modelo de negocio de McDonald’s», asegura un exfranquiciado

«Veía que no había negocio, facturaba una burrada, pero solo pagar los gastos de leasing y de remodelación de restaurantes que me decían, medio millón de euros cada uno, me impedía tener beneficios; no podía sostenerlo, era una barbaridad, pero pude trasladar los restaurantes a otro franquiciado interesado y pude salir», cuenta.

«Si tu restaurante McDonald’s va mal, nadie te lo va a comprar, y tampoco lo hace McDonald’s, con lo que tus deudas van subiendo, no puedes venderlo a un tercero sin el visto bueno de la compañía… Si tienes la mala suerte de no encontrar a un comprador, estás muerto, te amargan la vida«, dice.

Ahora, con los datos que los exfranquiciados que han ido a juicio contra McDonald’s han ido recabando, en particular los referidos a la relación que la compañía tiene con Havi Logistics, Muñoz también considera que tienen entre manos «una bomba» que pone en cuestión el modelo de negocio global del grupo.

Sentencia en Castellón

Uno de los procedimientos clave en el combate entre los exfranquiciados y McDonald’s fue el celebrado en el Juzgado de Primera Instancia número tres de Castellón.

El juzgado dictó sentencia en 2021 a favor de otro franquiciado que demandó a la compañía, estableciendo que, para determinar sobre quién recaía la obligación de pagar los costes logísticos, «era imprescindible conocer los términos del contrato al que se hacía referencia la cláusula séptima«.

Pero dicho contrato no se presentó, «y se procedió a invertir la carga de la prueba, quedando McDonald’s en la imposibilidad de demostrar que dicha obligación recaía sobre los franquiciados», aseguran los antiguos franquiciados del grupo de comida rápida.

McDonald’s apeló y la Audiencia Provincial anuló la sentencia anterior del juzgado de instrucción.

A pesar de ello -«la sentencia de la Audiencia Provincial nos sorprendió mucho»- los exfranquiciados consideran clave ese proceso.

«Durante ese procedimiento y otros, lo que estamos desvelando es la relación soterrada entre Mcdonald’s y Havi Logistic», subraya José Luis González Montes.

«La sentencia de Castellón de la Audiencia Provincial dice que los contratos analizados de McDonald’s con los proveedores, como Coca-Cola o Mahou, son de suministro, no de compraventa«, destaca.

La conclusión es que, defiende González Montes, «en el sistema McDonald’s nunca hay una compraventa de productos porque no se produce la entrega de esos bienes; Havi adquiere de los proveedores el producto, bajo mandato de McDonald’s, los lleva a los restaurantes y se venden al consumidor final».

«McDonald’s nunca pierde el control y derechos sobre los productos; un franquiciado no puede irse con un BigMac y venderlo en un supermercado», comenta el abogado de los exfranquiciados.

Derivada fiscal

«Cada paso que hemos ido dando a nivel judicial, con declaraciones de McDonald’s y Havi, nos ha permitido construir todo lo que tenemos en este momento», dice Luis Cañizares.

El exfranquiciado de McDonald’s y su abogado José Luis González Montes aguardan estos días sentencia del Juzgado de Instrucción Número 21 de Madrid, por otra demanda presentada por Cañizares.

En este último proceso, la representación legal de Cañizares ha llamado la atención sobre el efecto fiscal de la operativa de McDonald’s y Havi, advirtiendo que el IVA aplicado en las facturas de la empresa contratada por McDonald’s es en muchos casos inferior al 21%, el tipo general que debería haberse impuesto siendo el servicio prestado exclusivamente logístico.

«Consciente de la gravedad de las implicaciones, el abogado de McDonald’s evitó argumentar en favor de una compraventa basada en la transmisión plena de derechos», sostienen Cañizares y su abogado. «En su lugar, intentó redirigir la atención de la jueza, argumentando que la parte contraria estaba modificando el objeto del juicio», aseguran.

De forma paralela al proceso sobre el que los próximos días se dictará sentencia en Madrid, Cañizares ha denunciado ante la Agencia Tributaria la relación entre McDonald’s y Havi.

«Si la sentencia es favorable a nosotros, se acreditará que Havi Logistics no es más que un testaferro», dice Cañizares

El antiguo franquiciado de McDonald’s dice que Hacienda pierde cada año ingresos por importe de 20 millones debido a la aplicación del IVA resultante de la relación entre la multinacional estadounidense y Havi Logistics. Una reclamación por cinco años de ese tratamiento fiscal más multas y recargos ascendería a 700 millones de euros, estima.

Así, tras años de combate en los juzgados, los exfranquiciados creen que ahora tienen a McDonald’s contra las cuerdas.

«Si el tribunal falla a favor de McDonald’s, quedará establecido por sentencia que ha existido una entrega».

Esto, sumado a las sentencias previas que confirmaban relaciones comerciales, «significará que McDonald’s perderá definitivamente el derecho a reclamar como propios los derechos sobre los productos. Además, quedará en evidencia que su contrato de franquicia es una estafa», opina Cañizares.

«Si la sentencia es favorable a nosotros, se acreditará que Havi Logistics no es más que un testaferro y que McDonald’s nos ha estado estafando, no a través del contrato de franquicia, sino mediante la venta de productos», añade.

«Hay franquiciados y directivos de McDonald’s de todo el mundo viendo lo que está ocurriendo aquí«, comenta Cañizares, el franquiciado que hasta ahora ha salido derrotado en sus enfrentamientos judiciales contra la compañía y que aun así pone en cuestión toda la estructura global de su negocio.

En el décimo asalto del combate entre Tyson y Douglas, fue este último quien lanzó un uppercut sobre el campeón mundial que le hizo tambalearse; inmediatamente le asestó otros cuatro golpes en la cabeza y, por vez primera, Tyson besó la lona. El hasta entonces campeón del mundo no pudo siquiera volver a colocarse el protector bucal, y el árbitro dio por vencedor a Douglas.