Masorange y Vodafone: cara y cruz del negocio energético de las telecos en España
Masorange aumenta un 45% sus clientes de luz y gas, mientras Zegona liquida su filial energética
Una parte de la diversificación empresarial de las grandes telecos en España pasa por el negocio de la energía. La comercialización de luz y gas ha sido una apuesta de las principales compañías del sector por ampliar horizontes económicos, aunque han tenido diferentes resultados hasta la fecha.
Mientras que Masorange sigue apostando por el negocio energético, Vodafone ha decidido dar carpetazo a este negocio y finalizar su actividad. Si bien Telefónica también está presente en el sector energético, no lo está en el de la comercialización sino en el de la venta de placas solares mediante Solar360, sociedad conjunta con Repsol.
A través de cinco comercializadoras, el grupo surgido de la fusión de Orange y MásMóvil sigue creciendo en clientes que se acogen a sus tarifas de luz y gas y ha decidido ampliar su oferta a través de su marca más fuerte.
Masorange crece un 45% en clientes de energía
De este modo, Masorange ya ha superado los 220.000 clientes gracias a las tarifas que ofrece a través de varias marcas que posee el grupo. La cifra supone un aumento del 45% en lo que va de año en comparación con el ejercicio anterior, habiendo ganado más de 70.000 nuevos usuarios que pueden combinar en algunos casos sus servicios de energía con los de telecomunicaciones.
Hasta ahora, la teleco contaba con cuatro comercializadoras eléctricas de la mano de Pepephone (Pepeenergy), Yoigo (EnergyGo), MásMóvil (MásMóvil Energía) y Lucera, que compró en 2021.
Es por ello que el grupo que lidera Meinrad Spenger ha lanzado el servicio de energía en su marca premium, Orange, a través de una prueba piloto en 70 tiendas en agosto y ahora extendiéndolo a su red comercial. Una apuesta clara por el negocio energético en un contexto de precios más estables.
El grupo lleva ofertando servicios energéticos desde el año 2016, si bien no experimentó un gran aumento del negocio hasta el año 2020. Con los años pandémicos y la guerra de Ucrania, la subida de precios provocó que suspendieran temporalmente la actividad por la volatilidad del mercado.
No obstante, el año pasado reanudaron la actividad y la captación de clientes impulsando el negocio hasta de manera notable. El objetivo de la compañía pasa por aumentar más el ritmo de crecimiento del área de energía dentro de Masorange y superar los 600.000 clientes para luchar por el liderazgo de las comercializadoras independientes que ocupa Repsol actualmente.
Vodafone liquida su filial energética en su proceso de reestructuración
Una situación que contrasta con la de Vodafone. El operador rojo se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración empresarial, comercial y organizativa tras su venta a Zegona. Entre las medidas tomadas por el fondo británico se encuentra la del cierre de Vodafone Energía, la filial eléctrica del grupo a través de la que vendían luz y gas, tal y como informó ABC.
La decisión llega a penas dos años después de que Vodafone pusiera en marcha la comercializadora de electricidad y gas, cuando buscaba diversificar su negocio a través de un sector muy competido. Un año complicado para hacer negocio por la volatilidad de precios provocada por el contexto geopolítico.
Tras el carpetazo a un negocio que no ha sido rentable para el operador que lidera José Miguel García en España, la compañía ha llevado a cabo una reestructuración directiva, un ajuste de plantilla y una reformulación de sus tarifas comerciales. Una estrategia con la que pretende volver a la rentabilidad tras años de descensos en el sector de las telecomunicaciones.