Masorange tendrá que recurrir a despidos forzosos al cubrir el 70% del ERE con salidas voluntarias

Masorange ha cubierto el 70,3% de las salidas previstas en el expediente de regulación de empleo (ERE) con adhesiones voluntarias, por lo que todo apunta a que habrá despidos forzosos. El grupo de telecomunicaciones ha recibido 457 peticiones de trabajadores para cubrir las 650 salidas pactadas, según fuentes sindicales.

El plazo de adhesión finaliza a las 23:59 de este miércoles, después de que la compañía ampliara una semana más la fecha para aquellos empleados que decidieran apuntarse.

«En la reunión de seguimiento del ERE de MásOrange, a las 17:00 de hoy, los datos ofrecidos son 457 voluntarios ratificados: 151 prejubilaciones y 306 indemnizaciones. Eso supone un 70,30% de voluntariedad frente a las salidas pactadas. Un número significativo que avala la firma del acuerdo«, explican fuentes de UGT.

En esta línea, desde la formación explican que «vigilaremos» la aplicación de los criterios de elección para los posibles forzosos que la empresa tiene la potestad de ejecutar. A falta de unas horas para la finalización del plazo de adhesión, el proceso está encaminado a cerrarse con despidos forzosos.

Guerra sindical

Las negociaciones han estado marcadas por las diferentes posiciones mostradas por los sindicatos. La compañía cerró con UGT y Fetico el acuerdo para el despido colectivo, que no fue firmado por CCOO al rechazar las condiciones pactadas.

«Un 19,56% (9 de 46) de los delegados electos de CCOO se han adscrito al ERE lo que redunda en la incongruencia de su posición», señalan fuentes de UGT.

Desde CCOO han denunciado presiones de la compañía a la plantilla para que se apuntaran el máximo de trabajadores posibles y cerrar el proceso con un 100% de voluntariedad, algo que todas las formaciones han defendido desde el inicio de las negociaciones.

Tanto CCOO como USO están llevando a cabo iniciativas legales para judicializar el proceso de reducción de plantilla y paralizar los despidos acotrdados.

Masorange inició el ajuste el pasado septiembre con un planteamiento inicial de 795 salidas, tras detectar «duplicidades organizativas» por la fusión Orange y MásMóvil para dar lugar al mayor grupo de telecomunicaciones por número de clientes en España.

Después de semanas de intensas negociaciones con los sindicatos, la cifra final se redujo a 650 empleados. Todo apunta a que cerca de 200 trabajadores finalmente saldrán forzosamente.

Condiciones del ERE de Masorange

En cuanto a las condiciones del ERE, Masorange dará una indemnización de entre 47 y 34 días por año trabajado con un tope de 24 mensualidades para las personas que se adhieran de forma voluntaria.

Para los trabajadores que salgan de la compañía de manera forzosa, la indemnización será de entre 45 y 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.

Respecto a los trabajadores con menos de ocho años de antigüedad en la empresa y que se presenten de manera voluntaria al ERE, cobrarán una prima de 3.000 euros, cifra que asciende hasta los 8.000 euros para aquellos empleados con una antigüedad de entre nueve y 12 años y hasta los 15.000 euros para los que lleven más de 12 años en la compañía.

El tope de la indemnización será de 300.000 euros, frente a los 250.000 euros que la compañía había planteado en la reunión anterior.

El acuerdo incluye un plan de prejubilaciones para los trabajadores de entre 56 y 57 años con una antigüedad en la empresa igual o superior a nueve años. En el caso de las personas de entre 58 y 62 años, la antigüedad tendrá que ser igual o superior a los cinco años.

En cuanto a las rentas del plan de prejubilaciones, estas se sitúan en el 80% del salario regulador.

El grupo de telecomunicaciones también mantendrá durante dos años del seguro médico para los empleados afectados por el ERE que dispongan de uno. En el caso de las prejubilaciones, el mantenimiento del seguro médico será hasta los 63 años.

Por último, los empleados que salgan de la compañía tendrán una garantía del empleo hasta el 30 de junio de 2026, aunque se trata de una condición supeditada a que «no haya motivos económicos o estructurales graves» que puedan motivar un nuevo proceso de despido colectivo en Masorange.