Marín Quemada esquiva la última bala de las energéticas
El presidente de la CNMC explica a eléctricas y gasísticas que el recorte sigue su curso mientras las empresas solo tienen derecho a la pataleta
Las compañías eléctricas y gasísticas han tenido este lunes una última oportunidad de hacer virar el rumbo del recorte que planea la CNMC, pero parece que nada va a cambiar. José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, se limitó a explicarles cuáles eran los timings y motivaciones de la nueva regulación, y las empresas solo tuvieron derecho a la pataleta.
El Club Español de la Energía (Enerclub) organizó un encuentro de sus socios, entre los que se encuentran los grandes afectados por el recorte —Red Eléctrica, Enagás, Naturgy, Endesa, Iberdrola, etc…—, con Marín Quemada para intentar acercar posturas respecto al recorte de la retribución al transporte de gas y electricidad. Eso no sucedió, según las fuentes consultadas por Economía Digital.
El presidente de la CNMC mantuvo un perfil muy institucional, sin concesiones a las compañías. No puede decirse que éstas no se lo esperasen. La mayoría acudieron sin sus primeras espadas. Escasez de presidentes y consejeros delegados en el encuentro con Marín Quemada. Las grandes energéticas mandaron a directivos de segundo nivel a verse con el presidente de la CNMC.
Marín Quemada aseguró a las empresas que no habrá cambios en el calendario de publicación de las circulares que recortarán lo que cobran por el transporte y distribución de luz y gas. El hachazo definitivo, que podría superar el 20% en el caso del gas y el 7% en electricidad, se publicará durante la primera mitad del mes de diciembre.
El presidente de la autoridad de la Competencia tuvo que dar explicaciones acerca de la retribución, ante las quejas de las compañías, y la calificó de “razonable”. Claro está que lo que es razonable para unos, para otros puede ser insuficiente o excesivo.
Decepción de las empresas energéticas
Varias empresas presentes en la reunión explicaron a este medio que, pese a que no acudían ya con demasiadas expectativas, salieron decepcionadas porque no hubo ningún acercamiento. Además, se quejaron de que el formato, en una mesa con muchos interlocutores, dificultaba las posibilidades de acuerdo o de sacar algún compromiso a la CNMC.
Vista la cerrazón de Marín Quemada respecto a los tiempos y la incertidumbre respecto a la intensidad del recorte, las empresas focalizaron sus esfuerzos en conseguir que el hachazo sea lo más gradual posible. Es el único punto en el que todavía hay margen; al menos, eso creen las compañías.
Previsiblemente, la reducción de la retribución no se producirá de golpe el primer año sino que será escalonado. Las empresas afectadas quieren que sea de menos a más, incluso con un año de carencia, con la esperanza de que el próximo gobierno renueve la CNMC —el presidente, la vicepresidenta y varios consejeros tienen el mandato caducado— y puedan conseguir algo. Marín Quemada tampoco les dio demasiadas esperanzas en este punto.
En resumen, el todavía presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia acudió a explicar lo que ya sabían, sin concesiones, y Naturgy, Enagás, Red Eléctrica y compañía fueron para que quedase claro su descontento. Reafirmar posturas y a esperar las polémicas circulares, que le han costado a España, y en concreto a Fernando Hernández, la dirección de la agencia europea de reguladores energéticos (ACER).