Marc Murtra reduce su blindaje a 2 años y renuncia a la pensión

Marc Murtra asume el liderazgo de Telefónica con un contrato más austero: adiós a la pensión y blindaje reducido

El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra

El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra. Foto: Kike Rincón / Europa Press

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El nombramiento de Marc Murtra como nuevo presidente de Telefónica ha llegado acompañado de cambios significativos en las condiciones contractuales del máximo directivo de la compañía. El ejecutivo ha optado por aceptar un contrato menos beneficioso que el de su predecesor, José María Álvarez-Pallete, quien gozaba de un blindaje y compensaciones sustancialmente más altos. La decisión de Murtra refleja una nueva política retributiva en Telefónica que busca alinear los contratos de los altos ejecutivos con criterios más ajustados al contexto actual.

Menor blindaje y adiós al plan de pensiones

Marc Murtra, quien asumió el cargo tras la salida repentina de Álvarez-Pallete, ha aceptado un blindaje de dos años, frente a los cuatro que tenía su antecesor. Esto implica que, en caso de despido, el nuevo presidente recibiría como indemnización un equivalente a dos años de su salario fijo y variable. Se estima que esta cifra alcanzaría unos 11,2 millones de euros, significativamente menos que los 35 millones percibidos por Álvarez-Pallete al dejar su puesto.

Otro cambio destacado es la renuncia de Murtra al plan de pensiones corporativo que Telefónica ofrecía a su anterior presidente. En el caso de Álvarez-Pallete, la última aportación anual a su fondo de pensiones superó el millón de euros, acumulando un total de 12,5 millones durante su trayectoria en la empresa. Murtra, en cambio, no contará con este beneficio, lo que supone una reducción considerable en la carga financiera para la compañía.

Retribución fija y variable con nuevas condiciones

El sueldo de Murtra se compone de un salario fijo de 1,9 millones de euros anuales, al que se suma una remuneración variable que podría alcanzar los 3,7 millones, dependiendo del cumplimiento de objetivos. Una parte de esta retribución variable deberá destinarse obligatoriamente a la adquisición de acciones de Telefónica, en cumplimiento del reglamento interno de la compañía. Según esta norma, el presidente debe acumular títulos equivalentes a dos veces su salario fijo, es decir, unos 3,8 millones de euros.

Este enfoque busca reforzar el compromiso de los altos ejecutivos con los intereses de la empresa y sus accionistas, incentivando una gestión orientada al crecimiento sostenible del valor de Telefónica en el mercado.

La comparación con su predecesor y otros casos del Ibex 35

La salida de Álvarez-Pallete, quien lideró Telefónica durante más de dos décadas, dejó cifras que han despertado críticas en algunos sectores. Su indemnización total, incluyendo salario, pensiones y liquidación de acciones, podría alcanzar los 45 millones de euros. Esta cantidad ha generado debates sobre la necesidad de regular las indemnizaciones de los altos ejecutivos, especialmente en empresas cotizadas como Telefónica.

En el contexto del Ibex 35, Telefónica no es la única empresa que ha ajustado las condiciones de sus directivos. Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, redujo progresivamente su blindaje inicial de cinco años a los actuales dos años. Ana Botín, presidenta de Banco Santander, y Carlos Torres, presidente de BBVA, también cuentan con blindajes de dos años, alineándose con una tendencia general hacia contratos más restrictivos en el sector corporativo.

Los retos de Murtra al frente de Telefónica

El nuevo presidente de Telefónica no solo enfrenta desafíos en términos de retribución, sino que también debe liderar la compañía en un entorno competitivo y en transformación constante. Murtra tendrá que equilibrar las demandas de los accionistas con la necesidad de innovar y mantener la posición de Telefónica frente a competidores, incluidas las operadoras de bajo costo.

Además, su capacidad para gestionar el talento interno y las dinámicas del equipo directivo será clave para mantener la estabilidad y evitar conflictos en una de las empresas más emblemáticas de España. Entre las decisiones más delicadas que tendrá que tomar se encuentra la restructuración de la cúpula directiva, donde el consejero delegado, Ángel Vilá, podría estar en una posición de vulnerabilidad debido a los cambios en la estrategia de la empresa.

Un cambio de rumbo en Telefónica

El contrato de Marc Murtra marca un antes y un después en la política retributiva de Telefónica, alineándose con una corriente que busca reducir los privilegios históricos de los altos ejecutivos. Esta medida no solo refuerza el compromiso con una gestión más eficiente, sino que también envía un mensaje de adaptación a un entorno empresarial que exige mayor transparencia y responsabilidad.

El éxito de Murtra dependerá no solo de su capacidad para gestionar estos retos, sino también de su habilidad para mantener la confianza de los mercados y posicionar a Telefónica como un referente en innovación y sostenibilidad empresarial.

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Alba Carbajal

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