Viaje al corazón logístico de Mango, desde donde bombea prendas a más de un centenar de países

Desde el epicentro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt, se reciben las prendas que se producen en las 2.600 fábricas repartidas por todo el mundo y se envían a más de un centenar de países

Centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona). Foto: Mango.

Centro logístico de Mango en Lliçà d’Amunt (Barcelona). Foto: Mango.

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Al adentrarse en el epicentro logístico que Mango tiene emplazado en la localidad barcelonesa de Lliçà d’Amunt, da la impresión de encontrarse ante un gigantesco armario. Las cajas pasan a toda velocidad por las cintas dispuestas en el complejo, mientras las prendas sobrevuelan las cabezas de los operarios hasta descansar sobre un colosal ropero.

Desde el corazón logístico de la firma textil, se reciben las prendas que se producen en las más de 2.600 fábricas que la compañía tiene repartidas por todo el mundo y se bombean hacia los 120 países en que está presente la multinacional, con España, Francia, Turquía, Alemania y Estados Unidos como principales mercados.

Modelo centralizado

El director de supply chain en Mango, Jochen Grosspietsch, explica que se trata de un modelo centralizado, ya que todas las prendas pasan por el epicentro logístico de la multinacional ubicado cerca de su sede corporativa en Palau Solità i Plegamans.

«Independientemente de donde se produzcan, las prendas se reciben aquí, se almacenan y se distribuyen«, desgrana y remarca que de esta manera la compañía puede tener un mayor control sobre el conjunto del proceso logístico.

El responsable de proyectos de supply chain, Jordi Torra, subraya que se trata de un centro omnicanal, ya que da respuesta a las necesidades logísticas de la empresa del sector textil tanto online como offline, y deja bien claro que el objetivo no es tener almacenes, sino centros de distribución.

Mango, de Barcelona al mundo

El complejo está conformado por una superficie de 280.000 metros cuadrados, el equivalente a 40 campos de futbol. Concretamente, está dividido en tres áreas diferenciadas: doblado, donde se trabaja con las piezas que llegan empaquetadas en cajas de cartón; colgado, que pone el foco sobre las prendas que vienen en perchas; y online, donde se atiende a los envíos que se realizan por este canal.

La capacidad de la zona de colgado es de 7 millones de prendas, mientras que en doblado asciende a 20 millones. Con todo, Torra puntualiza que el volumen de prendas puede variar en función de la temporada, puesto que la ropa de otoño-invierno ocupa un mayor espacio que la de primavera-verano.

En la zona de doblado, las cajas desfilan por un túnel desde los contenedores hasta el interior del centro de distribución. En cada una de ellas, los proveedores especifican previamente el modelo, la talla y el color de las prendas que contiene y posteriormente en la planta se comprueba que la información es correcta.

«A pesar de que hacemos algunos controles aleatorios para comprobar la calidad, este tipo de pruebas se hacen en origen, ya que es donde se pueden realizar las modificaciones pertinentes», ahonda y explica que utilizan visión artificial para tomar fotografías y verificar que la información logística referida es la correcta.

Las prendas que llegan al centro de distribución colgadas en perchas siguen un proceso similar a las que se reciben dobladas. Se trata de piezas que no se pueden enviar dobladas al pasar una gran cantidad de tiempo dentro de los contenedores y generarse arrugas que no pueden ser corregidas posteriormente, por lo que se transportan en vertical.

Tras extraerlas de los contenedores, se crean bloques de ropa, que posteriormente se clasifican y se reordenan. «Funciona de manera parecida a una tintorería, la ropa va circulando en unas cintas, un escáner toma una foto a un código QR y le pregunta al sistema si necesita esa prenda», profundiza.

Centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona). Foto: Mango.
Centro logístico de Mango en Lliçà d’Amunt (Barcelona). Foto: Mango.

El último paso es el encajado, cuando sí se dobla la ropa. El motivo es que las prendas pasarán en las cajas unos pocos días hasta que lleguen al punto de venta, donde los empleados de la tienda quitarán las arrugas ocasionadas mediante una plancha de vapor. Al tratarse de un paso delicado, lo realizan operarios y no está automatizado.

En el proceso de preparación y expedición de los envíos, los operarios llenan las cajas con las prendas y las preparan en palets. Finalmente, una compañía externa transporta las cajas hasta las tiendas mediante camiones, si bien matiza que Mango se asegura de controlar todo el proceso de transporte hasta los puntos de venta.

En el área en la que se gestionan los pedidos que se realizan a través del canal online, los operarios depositan las prendas en las cubetas y especifican las características del envío. «Mientras que las tiendas piden grandes cantidades de prendas pero pocos modelos, en los envíos online se acostumbra a pedir poca cantidad y modelos y tallas diferentes», apunta para señalar el reto que supone a nivel logístico.

Legado de Andic

La esencia del fundador de Mango, Isak Andic, fallecido en un accidente de montaña a los 71 años el pasado mes de diciembre, es palpable en cualquier rincón del centro logístico.

Una clara muestra de ello son las obras dispuestas por el complejo, que el que fuera el hombre más rico de Cataluña repartió por las instalaciones con el objetivo de hacer llegar su pasión por el arte a los trabajadores y que ellos también pudieran disfrutarlas.

Isak Andic, fundador de Mango. Foto: Mango
Isak Andic, fundador de Mango. Foto: Mango

Torra recuerda que Andic quería que «todo fuera bonito» y pone como ejemplo la pasarela que permite pasar de un extremo al otro del centro logístico, conformado por un único espacio uniforme sin ninguna diferenciación entre áreas. Después de poner de relieve la belleza del puente, dotado de luz y formas agradables, enfatiza que «refleja el ADN de Mango».

La multinacional española presentó el lunes resultados anuales, habiendo registrado en su último ejercicio récord histórico de ingresos, 3.340 millones de euros, y un beneficio de 217 millones, un 27% más, como publicó este diario.

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