Los Sumarroca piden 100.000 euros a EconomÃa Digital por este artÃculo
La familia denuncia a este medio por un artÃculo de octubre del año pasado, en una ofensiva contra la prensa
La familia Sumarroca ha puesto una denuncia contra Economía Digital, en la que pide una compensación de 100.000 euros por un artículo publicado a finales de octubre del año pasado. No es algo inocente. Esta familia ha decidido matar al mensajero y ha iniciado una campaña contra los medios con Economía Digital en el epicentro.
El artículo, firmado por la periodista colaboradora de ED Silvia Taulés, se titula ‘Los Sumarroca: el oasis catalán hace aguas’, y repasa los orígenes de la familia, su vida social y sus relaciones con otras importantes familias catalanas, como los Pujol. Por ello, Susana y Pilar Sumarroca Dachs demandan a ED por intromisión en el derecho a la intimidad y al honor.
Esta demanda a Economía Digital, junto con otras a más medios, supone una maniobra desesperada de defensa de una familia que se ha visto envuelta en numerosos escándalos de presunta corrupción, contra aquellos medios que los hemos denunciado. Por ejemplo, uno de sus miembros, el ex presidente de Teyco, Jordi Sumarroca, estuvo varios días detenido por el caso de Torredembarra (Tarragona).
Para que podáis valorar si lo que dice el artículo vale 100.000 euros, a continuación adjuntamos el reportaje tal y como se publicó el 24 de octubre:
Los Sumarroca: el oasis catalán hace aguas
«Si nos ponemos a investigar a todos los empresarios de este país no queda ni uno en la calle». De esta manera pretende justificar a la familia Sumarroca uno de sus amigos. Desde el anonimato, desde el cariño, desde el conocimiento.
«Las comisiones son algo extendido en todas partes y todas las administraciones, y lo que está sucediendo con los Sumarroca va más allá de lo judicial». Sea como sea, lo cierto es que es un juez de El Vendrell, el que inició la investigación a la empresa Teyco, de uno de los hermanos Sumarroca Coixet, Joaquim (los otros dos son Carles, fundador de Emte y de CDC, y Pere). A partir de ahí se fueron destilando los ingredientes hasta llegar a las detenciones de esta semana, que han afectado a Convergència y las empresas que dieron donaciones. Escandalosas y significativas: el oasis catalán nunca existió.
Vacaciones en Llavaneras
Esta afirmación, manida desde hace bastantes meses por la cantidad de arrestos que se han producido entre las familias de aquellos ‘intocables’ catalanes, le quita el sueño a poca gente. Al menos, entre esos empresarios que han estado en el punto de mira. Si uno pregunta y rebusca, sabrá que los Sumarroca siguen yendo a Llavaneras, a la casa familiar que tienen desde hace décadas. Allí disfrutan de la playa, de la buena mesa en los restaurantes de la zona y de las olas a bordo, claro, de una barca.
Sabremos también que las hijas del fundador de Teyco, Joaquim (Quimet para los amigos) Sumarroca, que fueron detenidas en julio, se dedicaban en agosto a navegar y disfrutar de la playa. A las estancias en Llavaneras, los Sumarroca suman pequeños viajes a otras costas como Menorca, donde pasan algunos días en verano, porque en invierno prefieren la montaña y el Valle de Arán es, en este caso, el paraíso escogido. Como debe ser. Pero si hace mucho frío, no está de más escaparse unos días al mar en pleno invierno, siempre más cálido en Brasil o en el Caribe.
El origen, Tremp
Si uno forma parte de una familia adinerada desde hace generaciones, es muy difícil que las intervenciones judiciales trastoquen los planes. A no ser que te obliguen permanecer en prisión. Y los Sumarroca son una familia adinerada desde hace décadas, sí, desde que empezaron a expandir sus negocios desde Tremp, el municipio leridano del que provienen.
Fue Carles Sumarroca Coixet el creador del imperio, la empresa Emte, encargada de la instalación eléctrica de casi todas las obras públicas de Cataluña desde la llegada de la democracia. Sumarroca conoció a Jaume Rosell (padre de Sandro Rosell) en 1973 en Montserrat. En un encuentro de peñas blaugrana. Una reunión en la que se forjó la fundación de Convergència Democràtica de Catalunya como antídoto al creciente ‘peligro’ que suponían los partidos de la izquierda marxista. Cataluña necesitaba un partido de derechas que pudiera representar a todos, sobre todo al tejido empresarial catalán, y así nació CDC. Se ha contado muchas veces, pregunten a Manuel Milián Mestre, que se sabe la historia de memoria.
No se puede hablar de Emte, no obstante, sin nombrar a Comsa, de la familia Miarnau, la encargada de obra pública. Más cercana al Gobierno central, Comsa se ha fusionado con Emte (dicen los mentideros que Jordi Pujol tuvo ‘algo’ que ver en esta operación) y ahora mismo son los Miarnau los que se están imponiendo a los Sumarroca.
Unionistas contra catalanistas
Si esto sucede, si Emte queda reducida a ser una sección de Comsa, sucederá con el cariño que proporciona una amistad forjada en los años. Aunque hay cuestiones que separan a ambas familias: mientras los Miarnau son unionistas (Jorge Miarnau se llama Jorge, nunca Jordi), los Sumarroca tienen más tirón por el catalanismo cercano a la independencia, siempre que la economía no salga salpicada.
Los hijos y nietos de los patriarcas, sin embargo, siguen la estela familiar y son amigos, aunque los Miarnau hayan estudiado en colegios del Opus, como Viaró, y los Sumarroca en centros más catalanistas y progres como Isabel de Villena.
Las fuentes consultadas por Economía Digital trazan en una simple línea la evolución de estas familias. «Siempre juntas, mezcladas entre sí, estas familias se mueven como si formaran parte de la aristocracia».
Relaciones con los Pujol
Sin ir más lejos, uno de los gerentes de Emte fue Josep Canela, yerno de Ricard Fornesa (La Caixa). Otro dato: Núria Claverol, esposa del creador de Emte, tuvo su propia empresa, Hidroplant, de la que fue socia junto a Marta Ferrusola. Es casi claustrofóbico.
¿Y Teyco? Es la empresa que ha dado origen a la mayor cascada de detenciones y ha ofuscado a Convergència ante las sospechas de financiación ilegal. Fue creada por Joaquim Sumarroca, Quimet para los amigos, a principios de los 60.
«Empezaron en una pequeña calle de Gràcia, Olestia Pijoan, y ahora tienen su sede en la avenida Tibidabo. Es un poco feo, la verdad», comenta un conocido de la familia. Como las hijas de Quimet, Susanna e Isabel, nunca quisieron entrar en el negocio familiar pese a haber estudiado para ello (una en Esade y la otra en Iese), fue finalmente Jordi, su sobrino, quien se encargó de dirigirlo. Carles Sumarroca Claverol, el otro hijo, está al mando de Emte.
Los dos hijos del patriarca, pues, han terminado dirigiendo las grandes empresas de la familia. Y pagando así sus consecuencias. La única que queda por ahora impoluta es la bodega, la niñita de los ojos de Carles Sumarroca Coixet. Ese capricho que ha ido creciendo y elaborando unos fabulosos vinos (son el regalo de Navidad a sus empleados) podría ser el único negocio de la familia sobre el que no recaiga sospecha alguna. El oasis de los Sumarroca.