Los ‘perdedores’ de la guerra del taxi con Uber y Cabify en Cataluña
Estos son los empresarios que dominan el mercado de las licencias VTC en Cataluña
Tras semanas de negociaciones, con huelgas y movilizaciones del taxi de por medio, parece que la Generalitat expulsará a Uber y Cabify de Barcelona. El adiós de las plataformas de movilidad supondrá, de rebote, el cierre de las empresas que gestionan los vehículos con autorizaciones VTC, los permisos necesarios para operar.
La región ha vuelto a ser clave en la guerra que el taxi mantiene con Uber y Cabify. Es la segunda comunidad autónoma que más VTC tiene de toda España (2.938), por delante de Andalucía (1.857) y por detrás de Madrid (6.376). La capital catalana ya ha vivido episodios convulsos en el pasado, desde la primera expulsión de Uber, en 2015, cuando prestaba servicio bajo el modelo Uber Pop, hasta el reglamento de Ada Colau, en 2018, que también quería limitar a estas plataformas y terminó tumbado en los tribunales.
A partir de datos del Ministerio de Fomento, información aportada por fuentes cercanas a la Generalitat de Cataluña y datos del sector, Economía Digital ha elaborado una lista sobre los empresarios que están detrás de este negocio de las VTC y que ahora reclamarán una indemnización millonaria al gobierno catalán. Estos son, hasta que la justicia diga lo contrario, los perdedores de la guerra del taxi con Uber y Cabify en Cataluña.
Rosauro Varo
Uno de los nombres propios que controla el mercado de las VTC es Rosauro Varo, el empresario que saltó a la primera línea de la actualidad tras vender su participación en Pepephone a MásMóvil por 158 millones. Varo entró en Vector Ronda como vicepresidente hace ya más de un año. Allí comparte puesto en el consejo de administración con dos directivos de Cabify: Juan de Antonio Rubio, fundador, y Juan Ignacio García Braschi, jefe de finanzas.
Rosauro Varo (derecha). EFE
La compañía cuenta con más de 1.000 empleados en Cataluña y solo a través de su cabecera principal gestiona 250 licencias en Barcelona desde 2017. El resto de VTC provienen de filiales — los datos del Registro Mercantil muestra que de Vector Ronda cuelgan hasta 28 empresas — que ha ido adquiriendo durante este tiempo, aprovechando que el mercado se cerró tras la sentencia del Tribunal Supremo.
Y es que, durante el pasado año, Vector sumó a su red societaria mercantiles como Forever Tours Dreams, de la que Braschi es administrador único. Esta sociedad, según la base de datos del Ministerio de Fomento, cuenta con 330 vehículos en Barcelona. La mayoría se matricularon entre mayo y junio de 2018 y se domiciliaron en la calle Mühlberg.
Parrondo y los ex Tuenti: más de 400 licencias
El segundo nombre destacado es el del grupo Auro, controlado por José Antonio Parrondo, uno de los exjefes del sector taxi. El empresario, al igual que muchos del gremio, supo ver el negocio de la VTC tras su liberalización y empezó a adquirir autorizaciones cuando todavía no habían alcanzado valores burbuja. Actualmente tiene en Cataluña 400 permisos, de acuerdo a fuentes de su entorno.
En el consejo de administración de sus sociedades le acompañan otros inversores que llegan desde el mundo tecnológico. Algunas caras destacadas: Hugo Arévalo, creador de Tuenti y ex consejero de Hawkers, y Zaryn Dentzel, también fundador de la red social y uno de los socios más activos en la búsqueda de inversión para el proyecto.
José María Goñi (derecha). EFE
El resto de autorizaciones se han conseguido a través de la compra de sociedades dedicadas a la explotación de autorizaciones VTC. Un ejemplo es Prestige and Limousine, que cuenta con 234 licencias VTC domiciliadas en Rambla de Cataluña (Barcelona).
Otro caso es la sociedad Radio Taxi Barcelona, cuyo volumen de autorizaciones asciende a 83 en Barcelona. Esta empresa estaba controlada hasta hace meses por José María Goñi, actualmente jefe de la patronal Unauto en Cataluña y una de las caras más visibles en las negociaciones con la Generalitat.
Goñi, al igual que Parrondo, estuvo ligado al sector del taxi hace años. Ocupó la secretaría general de la Federación Catalana del Taxi y fue representante delegado de la Unión Nacional del Taxi. Ahora, fuentes cercanas explican que el catalán habría vendido parte de su participación con el objetivo de recibir ingresos vía dividendos, pero sin estar al mando de la gestión.
Los hermanos Ramos, aliados de Uber
Si Vector trabaja exclusivamente con Cabify, los hermanos Ramos, conocidos por utilizar coches Tesla, son una pieza fundamental en el engranaje de Uber. De hecho, los empresarios madrileños, también conectados con el mundo del taxi, fueron clave en la última expansión de la compañía californiana en Barcelona, anunciada en noviembre, según contó este medio.
Jesús Ramos Fernández (izquierda) en la presentación de un acuerdo entre Nissan, Ciudad del Taxi y el Ayuntamiento de Madrid. Foto cedida
Jesús Ramos, al igual que su hermano, José, es presidente de la Ciudad del Taxi de Madrid, taller mecánico de referencia en la capital en el que tiene como socios a otros dos socios: Alberto Fernández García y Jesús Manuel Serrano Díez.
El empresario confirmó la operación a Economía Digital. El número solicitudes en Cataluña serían, de acuerdo a datos de la Generalitat, 150 licencias: 50 a título personal, 50 a nombre de la Ciudad del Taxi y otras 50 a nombre de la sociedad Publicidad y Marketing España, de la que también figura como administrador único.
Ares, un fondo americano… con conexión en Luxemburgo
El último de los protagonistas es Ares Capital, una empresa fundada en 1993 por los hermanos Juan y Ramón Ortigüela, quienes ya operaban con chóferes privados, pero a través de los servicios convencionales.
La sociedad actualmente está integrada dentro del grupo Moove Cars, cuya presidencia está en manos por Jaime Castellanos, expresidente de Vocento, y dirigida por Manuel Puga y Rafael García-Tapia. De Ares cuelgan 17 sociedades con autorizaciones VTC y de Moove aproximadamente 143.
Jaime Castellanos. EFE
Pero la compañía, que aspira a amasar una cuarta parte de cuota del mercado en toda España, ya no está en manos de los Ortigüela, sino controlada por un megafondo de inversión. Se trata de King Street Capital, con oficina en Nueva York y sede social en Delaware. Adquirió la compañía el pasado mes de marzo, tras el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que autorizó la operación justificando que este brazo financiero apenas tenía actividad en España.
De este fondo americano, fundado en 1995 y con aproximadamente 19.000 millones de dólares bajo gestión, se sabe poco. Lo más destacado es que es accionista de Toshiba, que en el pasado se interesó por la socimi española Neinor Homes y que hace meses se asoció con Joseph DaGrosa, el inversor americano que es propietario del Girondins de Burdeos.
La operación de compra se ejecutó desde Europa. Tal y como explicó La Información, los nuevos propietarios dominan la sociedad a través de tres distintas firmas. La primera es Siargao Directorship SL, que a su vez está controlada por Garment Investment SL. Esta última tiene como socio único a Stone Peak Plum Investments II Sarl, con sede en Luxemburgo y con tres directivos de King Street en en el consejo de administración: Michael Wengrofsky, Casey Crooks y David Walch.
La documentación consultada por este medio a través del Luxembourg Business Registers revela que Garment Investment SL, afincada en Madrid, está controlada al 100% por Stone Peak y que en abril, mes en el que el regulador autorizó la operación, la sociedad dominante recibió cerca de 137 millones de euros. Fuentes del sector cuentan que este sería el precio de la venta autorizada por Competencia, que nunca llegó a desvelarse, aunque este medio no ha podido confirmar este extremo con Ares Capital.