Los créditos a las empresas sufren la parálisis política
En los seis primeros meses del año, las entidades financieras han concedido a las empresas 166.150 millones en créditos, un 10% menos que en 2018
En el sector financiero se prefiere hablar de proceso de desapalancamiento de la economía española, término bajo el que esconden las etapas en las que se amortizan más créditos y préstamos de los que se formalizan. Ocurre en los periodos en que empresas y ciudadanos están altamente endeudados, como sucedió al comienzo de la crisis, hace ya once años.
La impresión general es sin embargo otra. La paralización política que sufre España prácticamente desde hace cuatro años, más acusada en los dos últimos ejercicios, no permite aclarar el futuro de por dónde va a ir la economía española. Y las empresas no funcionan sin horizontes claros. Sea lo que sea, la realidad es que las empresas han demandado mucha menos financiación a los bancos. Mucho menos dinero en definitiva.
En los seis primeros meses del año, las entidades financieras han concedido a las empresas préstamos y créditos por importe de 166.150 millones de euros, un 10,05% menos que en el mismo periodo del año pasado; en concreto, 18.569 millones.
La cosa no pasaría de ser una simple altibajo si no fuera porque llueve sobre mojado. En 2018, el crédito empresarial se había reducido en los créditos de menos de 250.000 euros (pequeñas empresas) y de entre 250.000 y un millón de euros (medianas empresas).
La actividad empresarial ya siente la posible repetición electoral
En junio de 2018, Pedro Sánchez ganó la moción de censura presentada contra el Gobierno de Mariano Rajoy y llegó a La Moncloa. Sin embargo no consiguió aprobar en el Congreso sus primeros presupuestos y el país quedó condenado a unas nuevas elecciones generales, el 28 de abril pasado, que no han despejado el horizonte. El fantasma de otros comicios en noviembre planea sobre el país y eso se ha dejado sentir hace tiempo en la actividad empresarial.
Los dos mayores bancos de España justifican la situación por el proceso de “desapalancamiento de la banca mayorista por el entorno de mercado” en sus informes de actividad de la primera mitad del año. Tanto Santander como BBVA hablan de cómo están reduciendo su deuda hogares y empresas en España.
La entidad que preside Ana Patricia Botín reconoce una caída del 4% en la concesión de créditos, que atribuye, en su mayoría, a las grandes empresas. Menos mal que las buenas noticias le vienen por lado del crédito al consumo, que subió en 600 millones en el periodo analizado.
En BBVA, la inversión crediticia aumentó un tímido 0,7% en España, empujada por los créditos al consumo y las tarjetas, y, en parte, por las medianas empresas (+3,5% en lo que va de año).
A ninguna de las dos entidades le falta razón. La concesión de créditos de más de un millón de euros en los seis primeros meses del año se ha reducido un 8,63%, al pasar de los 89.092 millones de euros del primer semestre de 2018 a los 81.400 millones de este año. Son 7.692 millones menos. Este tipo de créditos, destinado fundamentalmente a las empresas de mayor tamaño, suponen casi la mitad de la financiación empresarial.
Algunas entidades aguantan la caída
Algo mejor les ha ido al resto de las entidades que cotizan en el IBEX. En Bankia, los créditos a empresas han aumentado un 4,5%, el mismo ritmo de crecimiento del año pasado. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri ha elevado su cuota de mercado en este segmento desde el 7,05% de junio de 2018 al 7,57% de junio pasado.
A Caixabank no le han ido tampoco mal las cosas. Ha prestado un 4,3% más descontando el crédito a promotores inmobiliarios. La entidad que dirige Gonzalo Gortázar mantiene un saldo vivo de 89.074 millones de euros en la financiación a empresas, un 3,8% más, lo que le permite mantener una cuota en España del 14,48%. Uno de cada siete créditos a empresas que se concede en España lleva la marca Caixabank.
La nueva producción de Banco Sabadell para las empresas ha sido de 10.400 millones en el primer semestre, con un crecimiento interanual del 1%, en línea con los sucedido en el mercado de créditos hipotecarios y consumo. El banco que preside Josep Oliu captó en el segundo trimestre a 52.565 nuevas empresas como clientes.
Para Bankinter, los créditos empresariales se han convertido en el granero del margen bruto, según confiesa el banco de dirige María Dolores Dancausa. El segmento de banca empresas ha alcanzado sólo en España un volumen de 23.700 millones de euros, 1.000 más que hace un año, lo que supone un aumento del 4,5%. De esta cifra, un 50% corresponde al segmento de grandes corporaciones, un 27% al de medianas empresas y el 23% restante, a pequeñas compañías.
Tampoco han ido mejor las cosas en la financiación a pequeñas y medianas empresas. Los créditos de menos de 250.000 euros (dirigidos a pequeñas empresas) han caído un 11,15% en el semestre, desde 73.938 millones a 65.694. Y venían de caer un 4,9% en 2018. Los préstamos de entre 250.000 y un millón de euros (para medianas empresas) han seguido una línea similar. Han pasado de 21.689 millones en la primera mitad de 2018 a 19.506 hasta junio pasado, lo que supone un descenso del 10,06%, que se suma al del conjunto de 2018, un 5,8%.