Los centros comerciales españoles viven su ocaso con resignación
El apocalipsis de los centros comerciales se empieza a materializar en un descenso de la afluencia de visitantes
Los centros comerciales empiezan a presentar evidencias de su apocalipsis. El número de visitantes cae durante los dos últimos meses después de la racha de las fiestas, y cada vez más tiendas cuelgan el cartel de rebajas de temporada media e incrementan el número de ofertas para intentar animar el consumo.
Las cifras evidencian este detrimento de los núcleos de compras. La afluencia durante el primer trimestre de 2019 en los centros comerciales de España ha descendido en un 3,8% respecto al mismo periodo del año anterior, según indica el informe de la consultora ShopperTrak.
Las peores cifras son durante este último mes de marzo, con un descenso del 5,8% interanual, que continúa con la tendencia negativa de febrero, que descendió un 2,4% interanual. Se trata de tres meses que incluyen las fiestas de Reyes y las rebajas de invierno posteriores a la Navidad. Aun así, febrero y marzo carecen de fechas clave como festivos, hecho que, sumado al mal tiempo, podrían haber disuadido a los clientes de salir a comprar y aprovechar las ofertas.
Estos dos meses contrastan con el último trimestre de 2018, hinchado por las compras previas a la Navidad. Según ShopperTrak, este auge no se repetirá durante la Semana Santa, en la que se prevé un nuevo descenso. Incluso en los días festivos, como Jueves o Viernes Santo, los centros comerciales tendrán menos clientes que en los días laborables del mes.
El comercio online, la gran competencia
Este resentimiento de las compras físicas no es algo nuevo, desde hace meses y con el aumento de la presencia de las tiendas online en el espectro comercial, los centros comerciales empiezan a perder su importancia. En las rebajas de invierno no participaron solamente las tiendas físicas, sino que también se les unieron las ofertas de las tiendas online.
Gigantes como Amazon o Alibaba son los precedentes de este traspaso de la venta física a las compras desde el sofá. Este auge ya ha causado el cierre de miles de tiendas en los EEUU y otros países europeos, que empiezan a buscar soluciones para continuar aprovechando las infraestructuras de los centros.