Los Benetton (Abertis) retan a Conte y le dan un mes para mejorar la oferta por Aspi
Atlantia reúne a su consejo en una semana para convocar la junta y estudiar ofertas por las autopistas italianas pese al paso atrás de la pública CDP
El enredo de las autopistas italianas, destinadas a terminar de nuevo en manos públicas, tiene una nueva fecha clave, pero las dos partes condenadas a entenderse siguen mandándose mensajes y desafíos. La familia Benetton ha marcado dicha fecha en el calendario pese a que no cuenta ya con la oferta de la pública CDP, la opción bendecida por el gobierno de Giuseppe Conte.
Atlantia, cotizada propietaria de Abertis y Autostrade per l’Italia (Aspi), reunirá a su consejo de administración en la próxima semana para convocar la junta de accionistas decisiva con respecto al futuro de Aspi, la primera concesionaria de autopistas de peaje del país transalpino.
El 15 de enero de 2021, los accionistas de Atlantia deberán aprobar la escisión de la sociedad que controla las autopistas con el fin de venderla y, si para entonces hay ofertas, estudiarlas y aprobarlas o rechazarlas en función del dictamen del consejo. Hasta aquí nada nuevo, más que la fecha exacta de la junta, pues el grupo ya anunció que el procedimiento seguiría estos pasos aunque los ha ido retrasando.
Atlantia asegura que estudiará ofertas alternativas a la de CDP, la preferida del gobierno de Giuseppe Conte
Pero ahora los Benetton están dispuestos a vender Aspi al mejor postor pese al acuerdo al que llegaron con el gobierno de Conte en verano, cuando impidieron in extremis la expropiación de las concesiones a cambio de aceptar vender las autopistas a la empresa pública CDP. Así, quieren forzar a esta empresa a subir su apuesta.
El primer ministro italiano, presionado por sus socios de gobierno, el Movimiento 5 Estrellas, amenazó en repetidas ocasiones a la millonaria familia del Véneto de expropiarle las autopistas de Aspi como consecuencia del derrumbe de Ponte Morandi, en Génova, donde en agosto de 2018 murieron 43 personas.
Los estudios posteriores al accidente señalaron a la concesionaria, Aspi, como responsable, al encontrarse informes de mantenimiento del puente manipulados. Como consecuencia de ello, Giovanni Castellucci, consejero delegado de Atlantia y arquitecto de la opa sobre Abertis, salió del grupo de los Benetton.
El Movimiento 5 Estrellas, socio de gobierno de Conte, presiona al primer ministro para que expropie Aspi
El pasado verano, cuando se cumplían dos años del accidente, el consejo de ministros aprobó un procedimiento para despojar unilateralmente a Atlantia de sus autopistas en el país, si bien tenía que indemnizar a la compañía con unos 10.000 millones de euros.
Para evitar esa vía, que no convencía ni a unos ni a otros en el gobierno –los más liberales eran contrarios a una expropiación mientras que los más de izquierdas rechazaban tener que indemnizar a la empresa a la que culpaban del accidente–, Conte forzó a los Benetton a firmar un acuerdo que les obligaba a abandonar el negocio y dejarlo en manos públicas.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte. EFE
Conte dejó en manos de Paola de Micheli, ministra de Transportes, el diseño de la salida de Atlantia de los peajes. El plan era que tuvieran que vender al banco público de inversiones CDP, que acudiría a la cita acompañado de uno o varios fondos de inversión que le ayudaran a financiar la operación.
CDP presentó una oferta junto con el fondo especializado en infraestructuras Macquaire y el inmobiliario Blackstone. La cotizada advirtió que la propuesta era insuficiente e instó a este trío a mejorarla; al no hacerlo, la rechazó, lo que levantó las iras de Conte y De Michelis, que volvieron a agarrar la bandera de la expropiación. La sangre tampoco llegó al río en esta ocasión.
Los desafíos de los Benetton a Conte por el futuro de Aspi
Ahora, los Benetton han vuelto a retar a Conte pues el consejo de administración asegura que la junta del 15 de enero analizará una eventual oferta de “CDP, Macquarie y Blackstone” si la presenta, “o de cualquier otro grupo de inversores”. Por tanto, abre la puerta a saltarse el acuerdo con el gobierno y fuerza a CDP y sus socios a rascarse el bolsillo.
Este no es el único desafío. Recientemente, la prensa italiana ha destapado que el defenestrado Giuseppe Castellucci, en arresto domiciliario, maquinó junto a Ermanno Boffa, marido de Sabrina Benetton, para encontrar nuevos socios para Atlantia, conversaciones que no fructificaron pero que suponen otra brecha en las relaciones entre el grupo y el gobierno, pues Conte no quiere ni ver a Castellucci por las autopistas.
Mientras contrarresta los movimientos de los Benetton, Conte también tiene que lidiar con uno de sus socios de gobierno. Parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas mandaron una carta al primer ministro y a De Micheli para pedirles que, ante “la falta de fiabilidad del concesionario, procedan sin más demora a completar el procedimiento de revocación de la concesión”.
Y es que Conte no encara este problema en buen momento. Su gobierno está en juego con la aprobación del plan anticovid europeo, para el que ahora mismo no tiene apoyos.