Los 1.300 ‘barrenderos fantasma’ de las contratas de limpieza de Madrid
Sacyr, OHL, FCC y Ferrovial dijeron al ayuntamiento que contratarÃan a 6.312 trabajadores, pero en la propuesta de ERE contabilizan sólo 5.014
Los números que las empresas ganadoras del nuevo contrato de limpieza que entró en vigor en agosto pasado en Madrid no cuadran. Sacyr, OHL, FCC y Ferrovial ganaron los contratos para limpiar las calles y jardines durante los próximos 8 años tras prometer, entre todas, una fuerza de 6.312 trabajadores. Pero, una vez ganado el contrato, la cifra se ha reducido a 5.014 barrenderos y jardineros en los documentos que las compañías han presentado a los sindicatos para negociar el Expediente de Regulación de Empleo, ERE, que dejará sin trabajo al 20% de la plantilla.
La diferencia en las cifras ha despertado las suspicacias del sindicato UGT, mayoritario en el sector de la limpieza de Madrid, y que a partir de este martes mantendrá una huelga indefinida en protesta por los despidos que preparan Sacyr, OHL y FCC. Ferrovial es la única que no prevé ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo.
Huelga indefinida
“Hemos detectado una anomalía entre los números que las empresas presentaron con el pliego de condiciones para ganar el contrato y los que presentaron para justificar el ERE”, explica Juan Carlos del Río, responsable del sector de limpieza de UGT.
Los empleados “desaparecidos” están repartidos en los seis sectores (lotes) con los que se adjudicó el servicio de limpieza de la ciudad. De los 1.298 trabajadores fantasma, 322 se encuentran en el lote 1, 228 en el lote 2, 241 en el lote 3, 214 en el lote 4, 140 en el 5 y 153 en el 6, según el sindicato.
Cifra inflada
UGT sospecha que las empresas inflaron el número de trabajadores para obtener el concurso el pasado mes de agosto. Al cierre de esta edición, ni el ayuntamiento de Madrid ni las empresas concesionarias del servicio de limpieza habían respondido a las acusaciones.
El ayuntamiento adjudicó en julio pasado el nuevo contrato de limpieza por casi 2.000 millones de euros, luego de que las concesionarias hicieran rebajas del 23% en una subasta a la baja. Tras los anuncios de ERE de las ganadoras, el gobierno municipal ha reconocido que los recortes podrían afectar la calidad del servicio. De hecho, esto ya ha ocurrido.
El equipo de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, sancionó el mes pasado con 1,4 millones de euros a todas las empresas concesionarias por no cumplir con los estándares de calidad exigidos en la contratación.
Alejamiento del conflicto
La alcaldesa de Madrid se ha desvinculado de la huelga que comenzará este martes y ha asegurado que se trata de “un conflicto entre empresas y sindicatos” en el que el ayuntamiento sólo puede hacer cumplir los servicios mínimos.
El líder de los socialistas en el ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, ha hecho mofa política al declarar que la alcaldesa debe padecer “el síndrome de Diógenes” por tolerar la suciedad de Madrid.