La lluvia y la bajada de temperatura dan un respiro a la luz: los precios bajan un 15%

Bajan las temperaturas y con ello el precio de la luz da un ligero respiro. La ola de calor continuada que estamos viviendo desde finales de julio parece llegar a su fin, o al menos tomarse una pausa en mitad de agosto. Si las altas temperaturas han provocado que la electricidad casi llegue a máximos anuales, el descenso de varios grados en muchas zonas del país hace que los precios desciendan en buena medida.

El final intenso de julio y un inicio de agosto especialmente caluroso han llevado a superar los 40 grados en gran parte de la meseta sur, los valles del Tajo y del Guadiana, así como otras áreas del sur y este peninsular o Baleares. De hecho, la situación ha llevado a más del 90% de los municipios de España a elevar los niveles de alerta por riesgo para la salud.

No obstante, esta semana ya se están dando lluvias en el norte que se extienden hasta el Mediterráneo y se esperan fuertes tormentas a las que acompañen a bajadas de temperaturas. En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el nivel de alerta amarillo en buena parte de la geografía española.

Así, la alerta se ha activado para diferentes comarcas de Aragón, las comunidades de Castilla y León, Cataluña, Navarra, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana. Una situación que ya se está viendo reflejada en los precios de la luz por la bajada generalizada de las temperaturas en casi todas las regiones del país.

El precio de la electricidad baja hasta los 89 euros

Según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), este miércoles el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista desciende hasta los 89 euros, mientras que el precio máximo se situará en los 115 euros el MWh durante las horas pico de hoy, mientras que el mínimo rondará los 60 euros en las horas valle.

Si bien no es el precio más barato del mes y queda lejos de los precios negativos que se llegaron a registrar en los meses de primavera, supone un descenso superior al 15% respecto a lo que venía marcando el mercado en los dos últimos días. Se trata de una desescalada que llega tras varios días con el precio medio por encima de los 105 euros, empujado por el calor extremo de la cuarta ola de calor.

En España, los meses de verano y los de invierno son cuando mayores precios se registran, puesto que la demanda aumenta. En este caso, las altas temperaturas provocan que se usen más los aparatos de refrigeración y un mayor consumo, lo que provoca un aumento de la demanda tanto residencial como turística.

El viento ayuda a bajar los precios

Asimismo, según apuntan los expertos, las horas de mayor demanda marcan precios elevados porque suelen ser las horas del día que necesitan ciclos combinados de gas para generar electricidad, siendo este combustible fósil más caro que la energía generada por otros productores renovables como los solares o eólicos.

Más allá de la bajada de temperaturas, si las tormentas traen consigo fuertes rachas de viento, los precios pueden bajar aún más. Esta situación se explica porque el coste del viento es cero y los productores eólicos pueden ofertar electricidad a un precio más bajo que productores de otro tipo de energía. Es por ello que el precio del ‘pool’ baja los días de más viento, al desplazar a tecnologías con combustibles más caros.

En cuanto a las tarifas, los altos precios del mercado mayorista afectan principalmente a la industria y pymes, que suelen tener tarifas variables, y a hogares acogidos a la tarifa PVCP o en mercado libre con tarifas variables. Por lo que el respiro que están dando las temperaturas se refleja en el mercado mayorista y, a su vez, en este tipo de consumidores.