Las deudas que asolan Unipost
La compañía de servicios postales acumula un pasivo de casi 50 millones de euros entre administraciones públicas, bancos y proveedores
“La Generalitat intenta, ante la imposibilidad de que Correos sea utilizada, que sea una empresa que tiene problemas económicos serios la que haga de vehículo del referéndum”, lamentó Rafael Catalá, ministro de Justicia español, tras hallar más de 30.000 cartas de convocatoria a las mesas electorales del 1-O en las sedes de Unipost. En concurso desde el pasado mes de julio, la compañía de servicios postales de la familia Raventós acumula deudas por casi 50 millones de euros con los acreedores.
Los datos a los que ha tenido acceso Economía Digital revelan un pasivo de de 48,6 millones de euros. No obstante, fuentes de la administración concursal, en manos de Jaujas Legal, matizan que todavía no se ha dado por cerrada la lista de acreedores, por lo que podría aparecer algún pequeño déficit más.
De este modo, la mayor parte de la deuda es con la Agencia Tributaria con un total de 11,9 millones de euros. La otra administración pública nacional atrapada en el concurso es la Seguridad Social, con un pasivo de 2,65 millones de euros. En Cataluña, la sociedad también adeuda la devolución de un préstamo de 3 millones con Avança, la empresa de promoción y localización industrial de la región.
Unipost adeuda 8,2 millones a los bancos
Mientras, la operadora de servicios postales arrastra un déficit de 8,2 millones de euros con los bancos. Con las entidades, Unipost llegó a un acuerdo en noviembre de 2015 para refinanciar una deuda que en 2014 alcanzó los 15 millones de euros. Ni así ha logrado cumplir.
Los proveedores y el resto de acreedores suman hasta 7,1 millones de euros. De esta cifra, cerca de 3 millones se deben a Correos por la prestación de servicios en zonas en las que no opera. El acuerdo fue renovado el pasado mes de marzo con condiciones más beneficiosas en los pagos para la sociedad de los Raventós.
Unipost también debe 6,3 millones a la plantilla
La familia todavía carga con un déficit de 1,1 millones de euros con Deutsche Post desde el año 2015, cuando compró el 37% del accionariado que poseía la empresa alemana. Con la operación, la saga catalana se hacía con el 100% del capital.
Además, la sociedad también debe 7,4 millones de un préstamo participativo con UGS.
Con los trabajadores, el pasivo alcanza los 6,3 millones de euros tras varios retrasos y nóminas impagadas. Fuentes del sindicato CGT explican que, en pocas semanas, los empleados podrán acudir a cobrar las deudas a Fogasa. Al capítulo laboral hay que sumar 774.000 euros correspondientes a indemnizaciones y jubilaciones.