La UE se inclina por permitir aviones llenos de pasajeros
La Comisión Europa recomienda el uso de mascarillas pero obvia el distanciamiento entre el pasaje, que supondrÃa importantes pérdidas para las aerolÃneas
Con todo el sector aéreo en la lona por los golpes del coronavirus, las aerolíneas recibieron este miércoles un capote de la Comisión Europea en forma de silencio. Bruselas hizo públicas sus recomendaciones para el retorno de la industria a la normalidad y, entre sus sugerencias, dejó fuera la necesidad de dejar asientos vacíos para respetar el distanciamiento social, una medida que hacía casi imposible que los vuelos pudieran ser rentables con el modelo de negocio actual.
A pesar de que oficialmente no se posicionó ni a favor ni en contra, el organismo se limitó a explicitar que el uso de mascarillas a bordo debería ser obligatorio. “Hay otros métodos que el distanciamiento”, dijo la comisaria de Transporte, Adina Valean, en alusión a las medidas de seguridad para evitar contagios en las aeronaves. El documento hecho público por la Comisión Europea sí pide, en cambio, distanciamiento en el aeropuerto y el embarque de pasajeros.
«Cuando el distanciamiento físico sea más difícil de garantizar, se deben establecer medidas de seguridad adicionales, por ejemplo el uso de mascarillas», añade la institución en su listado de propuestas. Además, se pide comprar el billete online y facturar el equipaje de manera anticipada y electrónica.
En todo caso, las recomendaciones de la Comisión Europea deberán ser validadas «en las próximas semanas» por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés), la autoridad verdaderamente competente en la materia.
«El distanciamiento en los aviones es una propuesta loca y terriblemente ineficaz», dice Ryanair
Las compañías aéreas respiran aliviadas a la espera de la decisión final, pues un dictamen a favor del distanciamiento en los aviones desde Bruselas hubiera sido un duro golpe para ellas. Con el modelo de negocio actual, basado en precios bajos y la mayor cantidad de pasajeros posibles en las naves, se debe alcanzar el 70% de ocupación para rentabilizar un vuelo.
En China, las aerolíneas tuvieron que vender solo dos asientos por fila en los momentos más duros de la pandemia; una limitación que se relajó al 75% de la capacidad cuando se logró contener el avance del virus. En Europa, el primero en criticar abiertamente el distanciamiento fue Michael O’Leary, consejero delegado de Ryanair, que advirtió que dejar el asiento del medio vacío es una propuesta “loca” y “terriblemente ineficaz”.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), las compañías aéreas necesitan vender alrededor del 70% de los billetes para comenzar a ganar dinero. Todas las opciones existentes en el tablero rebajan el umbral: desde el 66% de la capacidad que supondría eliminar el asiento del medio hasta el 33% que implicaría vender solo dos boletos por fila.
La tecnología como solución
Para tranquilizar a pasajeros y tripulación, las aerolíneas tratan de recordar que los aviones modernos cuentan con filtros HEPA, que logran limpiar el aire con una efectividad similar a la de los quirófanos de los hospitales. Sin embargo, la recirculación del aire se produce de forma horizontal, por lo que a través de un estornudo o la tos el coronavirus circularía por la cabina durante un tiempo antes de ser eliminado por estos filtros.
Por ello, ya surgen las primeras iniciativas para adaptar estos sistemas a la pandemia actual, aunque sean de dudosa implantación. El profesor Qingyan Chen, de la Universidad Purdue de Indiana diseñó un nuevo filtrado HEPA en el que los dispositivos estarían debajo de cada asiento, por lo que el aire limpio emergería desde el suelo y sería aspirado por un segundo utensilio colocado en el techo.