La Sirena, el imperio catalán creado por dos amigos que acabó en manos de José Elías (Audax Renovables)
La Sirena inauguró su primera tienda en Terrassa hace más de cuatro décadas.
La cadena de congelados La Sirena, propiedad de José Elías desde 2021, cuenta con más de 275 establecimientos en toda España y una plantilla de cerca de 1.200 personas.
En sus últimas cuentas, la compañía de alimentación facturó 178 millones de euros en 2023 (3 millones más que en 2022) y alcanzó un Ebitda de 7,8 millones, un 10% más respecto al año previo.
Frente a estos números, La Sirena ha seguido adelante con su estrategia de crecimiento en España durante 2024, inaugurando nuevas tiendas y renovando varios de sus locales en el primer semestre.
Entre las nuevas aperturas, destaca una tienda en el barrio madrileño de Vicálvaro, con una superficie de 226,74 metros cuadrados. Además, se llevó a cabo la reubicación de cuatro tiendas ubicadas en San Cugat, Barcelona, Madrid y Esplugues de Llobregat, informa Just retail.
No obstante, antes de la llegada de José Elías a la cadena de congelados, la empresa enfrentaba ciertos problemas financieros. A continuación, algunos detalles sobre la fundación de La Sirena.
La Sirena, más de 40 años de historia
La Sirena nació en Terrasa (Barcelona) en 1983 como un pequeño negocio de dedicado a la reventa de alimentos congelados.
Dos amigos, Ramona Solé y Josep Maria Cernuda, tenían experiencia en el sector del pescado.
Solé tenía una empresa de elaboración de platos preparados con una instalación especializada en la manipulación de pescado, mientras que Cernuda dirigía varias pescaderías donde también se comercializaban productos congelados.
Ambos eran conscientes de las ventajas de los alimentos congelados y, al notar que su presencia en los supermercados aún pasaba desapercibida, decidieron emprender su propio negocio para ofrecer directamente estos productos.
Cuando inauguraron su primera tienda en Terrassa (Barcelona), Solé recordó en una entrevista con Empresarios de Cataluña que recibieron críticas por elegir una ubicación considerada demasiado alejada.
El modelo de negocio de La Sirena se basaba en adquirir productos congelado de pescadores y empresas de alimentos precocinados, para luego manipularlos y presentarlos con un formato especial antes de ponerlos a la venta, recoge el diario Ara.
En los primeros dos años, los dos amigos compaginaron la gestión de La Sirena con sus ocupaciones anteriores. Sin embargo, el crecimiento del negocio les permitió enfocarse completamente en la empresa.
En 1993, la apertura de una nueva sede en Viladecavalls, que integró la plataforma operativa y las oficinas centrales, consolidó el éxito de la compañía.
Sin embargo, el fallecimiento de Josep Maria Cernuda en 1998 marcó un nuevo capítulo en la historia de La Sirena, cuando su hijo asumió un papel clave en la dirección junto a Ramona Solé.
Cambio de manos
A inicios de 2000, La Sirena captó la atención de Agrolimen en el año 2000, el holding de la familia Carulla, que impulsó su expansión con más tiendas, nuevos productos y modernización.
En 2005,el conglomerado familiar de alimentación vendió la compañía por 150 millones al fondo de inversión 3i, que ayudó a la cadena a alcanzar 200 establecimientos en España.
Siete años después, para adaptarse a un mercado más competitivo, La Sirena lanzó La Sirena Club, su programa de fidelización, que ya cuenta con más de 1,2 millones de socios.
En 2015, la cadena volvió a tomar otro rumbo: el fondo OpCapita compró la empresa por 45 millones. Finalmente, en 2021, el empresario José Elías (Audax Renovables), a través de Excelsior Times, adquirió el 100% de la compañía para modernizar la marca.