La plantilla de ‘El País’ también desconfía de la oferta de Blas Herrero
El comité de empresa contactó con la alta dirección para pedir explicaciones sobre la posible llegada del dueño de Kiss FM
A nadie se le escapa que el perfil de Blas Herrero en el ecosistema mediático es muy singular. El dueño de KISS FM empezó en el negocio de la leche e hizo su fortuna, principalmente, tras un laudo millonario con el dueño de Antena 3. Pero el rendimiento de sus medios de comunicación no es una excelente carta de presentación, por lo que su interés en El País y la Cadena SER ha provocado más de un sobresalto entre sus profesionales.
La preocupación se trasladó el pasado jueves en una llamada telefónica entre el comité de empresa de El País y la alta dirección: Manuel Mirat, consejero delegado del grupo, y Alejandro Martínez Peón, consejero delegado del periódico. Ambos quisieron tranquilizar a los representantes de la plantilla.
Mirat y Martínez trasladaron que la oferta sería analizada, pero nada más. No sería hasta horas más tarde cuando empezaría a ganar fuerza la idea de que la propuesta no saldría adelante, algo que se hizo oficial ayer, viernes, a última hora de la tarde.
El episodio de La Plaza de esta semana analiza la oferta de compra de los dos grandes medios de Prisa
Uno de los motivos de esta inquietud es cómo se traduciría un cambio de propiedad en la línea editorial del medio.
No hay que olvidar que los periodistas de El País, a través de su Comité de Redacción, han dado sobradas muestras de su carácter combativo en ocasiones contra decisiones internas. En la etapa de Antonio Caño como director del periódico de Prisa se censuraron determinadas informaciones y presiones, mientras que durante la dirección de Soledad Gallego Díaz también se registraron quejas.
Blas Herrero y su amor por ‘El País’
En el sector se da por hecho que la atención de Herrero por la radio y cabecera de grupo Prisa no obedece a un interés económico, pues actualmente la crisis del papel y la del coronavirus hacen que la división del grupo pierda dinero cada año, sino a su capacidad de influencia.
No obstante, si algo compartieron las altas esferas de Prisa y la sala de redacción de los periodistas de su periódico de cabecera es que la propuesta de Herrero es insuficiente. Ofrecer entre 150 y 200 millones por El País y la Cadena SER es una proposición muy difícil de aceptar.
El diario de papel más leído de España y la radio más escuchada tienen mucho más valor. La capacidad influencia en la opinión pública de ambos altavoces es un intangible que debe aumentar el valor de la operación y la hace mucho más compleja por todos los intereses que hay alrededor.
Blas Herrero no ha concretado qué planes tiene para ‘El País’ y la ‘Cadena SER’
Además, la oferta de Herrero, de momento, deja más preguntas que respuestas. Es cierto que ha concretado que quiere los activos de medios de comunicación de Prisa (no los de educación de Santillana Internacional), pero no ha detallado nada más allá de su voluntad.
Se desconoce qué planes de inversión tiene para una compañía en la que no basta con acordar un precio de compra, sino que también conlleva asumir una deuda que ronda los 700 millones tras la venta de Santillana España y tiene unos costes operativos elevados.
Tampoco se sabe quién le acompaña en este viaje, ya que se limitó a comentar que se ha integrado a un grupo de inversores en su oferta.
En los mentideros del sector se barajan muchos nombres, desde el de Juan Luis Cebrián hasta el de Jaime Castellanos, el hombre en España del banco de inversión Lazard y empresario ligado al sector mediático (ex de Recoletos).
Kiss FM y DKISS, la carta de presentación de Herrero
Por otro lado, el recorrido que Blas Herrero ha realizado con sus medios no es, ni mucho menos, un gran aval. A Herrero se le recuerda por ser capaz en 2004 de conseguir más de 200 millones tras un laudo con el dueño de Antena 3, pero a día de hoy su radio Kiss FM no tiene peso informativo y su televisión DKISS, en pérdidas según los últimos datos disponibles, emite en abierto en la Televisión Digital Terrestre (TDT) pero con una audiencia testimonial (cerca de un 1%) y sin contenido propio, alquilando la frecuencia al canal estadounidense Discovery Max.
A ello se suma que la posición de Herrero en el panorama mediático le ha llevado a cosechar enemigos, sobre todo tras su enfrentamiento abierto con Atresmedia y Mediaset.
Herrero siempre afirmó sentirse perjudicado frente al denominado duopolio por su posición dominante en el mercado publicitario de la televisión en abierto, e incluso se personó en la batalla que los dueños de Telecinco y Antena 3 libraron contra la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) por la política de precios de ambos grupos.
Sea como fuere, la de ayer, viernes, apunta a que no será la última aparición de Herrero en escena. El comunicado de Prisa es un no con matices, ya que el mensaje enviado a la CNMV dejaba la puerta abierta a la llegada de nuevos inversores una vez se haya completado la hoja de ruta y se haya dividido el conglomerado en dos empresas, la de medios y educación. La verdadera batalla por el medio de comunicación empieza en los próximos meses.