La liquidación del IVA al momento es inasumible para las pymes
Los expertos destacan la ingente cantidad de información que moverá la Agencia Tributaria a partir de 2017 pero aseguran que la recaudación no se incrementará significativamente
Las pymes no están preparadas para presentar la liquidación del IVA en tiempo real. La Agencia Tributaria ya ha anunciado que esto será de obligado cumplimiento para las grandes corporaciones a partir del 1 de enero de 2017, pero aplicarlo en cascada a las otras compañías de menor tamaño es “técnicamente complicado”, indica en declaraciones a este medio el abogado de Uría Menéndez y profesor de EADA Business School Javier Grávalos.
Para el profesor de derecho fiscal de la Universidad de Navarra Javier Sáenz de Olazagoitia, el nuevo sistema de liquidación no supondrá sobrecostes para las grandes compañías porque “su gestión normal ya está informatizada”. Precisamente, es la asignatura pendiente de muchas pymes por los costes de aplicación que supone. “Será muy complicado, por ejemplo, en el comercio minorista”, añade.
Adhesión voluntaria
Las patronales también ven más problemas que ventajas en la adaptación de este sistema de liquidación para las mercantiles más pequeñas. “Sus departamentos de administración son reducidos; deberían adaptar la contabilidad y contratar a personal para que se dedicara sólo a ello”, describe el vicepresidente de Pimec, Joan Maria Gimeno. Costes a evitar tras siete años de crisis.
El plan actual del Gobierno es que sólo deban aportar información en tiempo real del IVA los grupos societarios que ya están inscritos en el régimen de devolución mensual del impuesto y que suponen el 80% de su recaudación. Por lo que su sistema de liquidación y el personal que se dedica a ello ya están preparados para gestionar la información de forma rápida y casi en tiempo real. Para el resto, su adhesión al nuevo sistema será voluntario.
Concreción de la ley
Hacienda ha informado de sus planes, pero aún no ha detallado el proyecto. Ni siquiera ha presentado un documento inicial de trabajo a los expertos. “Hasta que no dispongamos del proyecto en concreto no podremos saber si realmente supondrá problemas de gestión”, declara el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentí Pich.
De entrada, asegura que es una muestra muy clara de la “capacidad de gestionar información de la Agencia Tributaria” y del rápido avance del organismo en adaptarse digitalmente. ¿Hay suficiente personal para hacer el control de todos los datos que se obtengan? “Faltan efectivos”, asegura el profesor de teoría económica de la Universidad de Barcelona Gonzalo Bernardos.
Sin cambios en la recaudación
El organismo público ha justificado el cambio como una forma de agilizar el pago y el cobro del IVA. Los expertos consultados remarcan que, de verdad, lo que se incrementará es el control sobre las liquidaciones. Las sociedades afectadas por los cambios deberán dar más información sobre sus transacciones, y Hacienda la podrá cruzar para obtener una radiografía final más real sobre las operaciones entre ellas y las empresas con las que tengan relaciones.
Eso sí, más fiscalización no implica solucionar el fraude. “La futura norma no está pensada con este objetivo”, afirma Grávalos. Para Olazagoitia, el futuro sistema de liquidación facilitará el “control de las empresas cumplidoras, que son el 95%”.
Quien quiera defraudar, lo podrá hacer. “Deberá pensar más su sistema”, sentencia Bernardos.