La empresa familiar se erige como pilar contra la crisis del Covid-19
El modelo arraigado al territorio y al entorno social de modelos de negocio como Celsa, Inditex o El Corte Inglés, clave en la recuperación económica
La empresa familiar es uno de los grandes pilares de la economía en España, algo que se pone de manifiesto en un contexto de crisis económica, donde las sociedades transnacionales repliegan su producción alrededor del mundo como ha pasado con Nissan en Barcelona.
Contra lo que pudiera parecer, el negocio familiar representa el 88% del tejido empresarial en España, que se traduce en un 66,7% del empleo privado y el 57,1% del PIB, según los datos del Instituto de la Empresa Familiar (IEF).
Arraigo territorial
El caso de Nissan en la capital catalana, que ha anunciado su salida durante la pandemia de coronavirus, ha puesto sobre la mesa el debate sobre qué tipo de tejido industrial debe fortalecerse de cara al futuro, al reflejarse en el cierre un sistema de empresa cuyo arraigo territorial es muy limitado y coyuntural.
Una decisión así, tomada en el peor momento de una incipiente crisis económica, sanitaria y social, hubiera sido muy diferente si se hubiera tratado de una empresa familiar. ¿Por qué? Porque este tipo de negocios se convierten en salvaguarda gracias a su arraigo al entorno social y económico en el que perviven. De hecho, se suelen caracterizar por su “perdurabilidad, solidez y cercanía al consumidor”, según explica la consultoría Leialta.
También, Leialta refleja que su perdurabilidad se debe a su especial vínculo con los empleados, que se traduce en baja rotación laboral. Asimismo, estos negocios generan identidad en la zona de la que son originarias, algo que genera vínculos con los clientes locales y las fortalece.
Inditex
Muchas empresas son un buen reflejo de este tipo de modelo: es el caso de Inditex. La empresa, pese a haber entrado en pérdidas por la crisis del coronavirus con el 90% de las tiendas cerradas en algún momento, se ha negado a practicar un ERTE a sus trabajadores en España y los ha mantenido de empleo y sueldo. La empresa.
La empresa de Amancio Ortega, que representa marcas ilustres como Zara o Pull&Bear, está presente en más de 7.000 tiendas de 96 países. La sociedad histórica del textil, fundada en 1963 en Galicia, defiende la “diversidad, la multiculturalidad y el respeto” como vía para contribuir en el entorno social del que forma parte.
Celsa Group
Otro buen ejemplo es la siderúrgica europea Celsa Group. La multinacional, formada por seis grandes grupos empresariales con acerías, genera 9.894 puestos de trabajos directos e indirectos en países como España, Dinamarca, Finlandia, Francia, Noruega, Polonia, Suecia y Reino Unido.
La compañía lleva desde 1967 generando valor industrial de gran calado con apuestas de largo plazo. Su modelo familiar: un capital que no se altera con la volatilidad de los mercados y que sabe esperar largos periodos de tiempo para que sus inversores entren en rentabilidad con una apuesta decidida en contribuir al desarrollo de las generaciones venideras.
La siderúrgica se involucra con su entorno a través de su apuesta por la economía circular y genera más de 9.894 puestos de trabajo directos e indirectos en todo el mundo, sobre todo en Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Noruega, Polonia, Suecia y Reino Unido.
Mercadona
La cadena de supermercados propiedad de la familia Roig es otro caso de éxito. La compañía nació en los 70 de la mano de los difuntos Francisco Roig y Trinidad Alfonso. La empresa, que apuesta en sus marcas blancas por productos de proximidad y calidad, tiene un arraigo y compromiso muy fuertes con la Comunidad Valenciana y el resto de España.
Mercadona trabaja desde 1993 con el llamado Modelo de Calidad Total, que quiere satisfacer por igual y con calidad a todos los actores que intervienen en la empresa: Los jefes, los trabajadores, los proveedores, la sociedad y el capital. La firma cuenta con 1.626 tiendas en España y 10 en Portugal. Tiene a más de 4.200 empleados fijos con un salario base de inicio de 1.192€ netos.