Inditex afronta alquileres por 2.500 millones con las tiendas cerradas
El gigante del textil ya reconoció a mitades de marzo una caída del 24% de las ventas, que se incrementará por el confinamiento dictado en muchos países
El textil es uno de los sectores más golpeados por el coronavirus. Grandes nombres como Primark o H&M fueron de las primeras compañías en aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para sus trabajadores. A los problemas para lograr suministros, en su mayoría procedentes de China, se les sumó el cierre de las tiendas con el estado de alarma; una medida que se ha extendido por medio mundo durante el mes de marzo. Y a falta de alcanzar un acuerdo con su casero, los alquileres deberán seguir pagándose a pesar de tener la persiana bajada.
En el caso de Inditex, las rentas de las 7.459 tiendas que poseía alrededor del planeta al cierre de 2019 ascendieron a 2.547 millones de euros, según las cuentas hechas públicas hace dos semanas. Y a pesar de que el negocio online operaba entonces con normalidad, la compañía fundada por Amancio Ortega admitía que ya tenía cerradas “de manera temporal” 3.785 establecimientos. Desde el pasado 18 de marzo, las restricciones se incrementaron en países como el Reino Unido y Estados Unidos.
El dueño de marcas como Zara, Bershka y Pull&Bear exhibe “una posición financiera neta de 8.060 millones de euros”. No obstante, en el sector se da por descontado que está renegociando los contratos con los propietarios de sus tiendas del mismo modo que hace la competencia desde hace semanas.
Inditex ya ha provisionado 287 millones de euros por el golpe del Covid-19
Por ejemplo, los grandes almacenes británicos Debenhams admitían la semana haber pedido una carencia de cinco meses de alquiler a sus caseros. «El sector se enfrenta a presiones sin precedentes y estamos gestionando nuestras operaciones para minimizar los riesgos mientras trabajamos que, a ser posible los servicios se mantengan», decían al Financial Times.
«Inditex está gestionando activamente sus gastos operativos en el periodo para minimizar el impacto de la situación», decía la firma con sede en Arteixo en su presentación de resultados. La factura, a menos que el estado de alarma en España se alargue más allá del 15 de abril, no se recortará de la partida salarial, pues Inditex ha prometido no aplicar un ERTE si el cierre de sus tiendas no se prolonga más allá de entonces.
El impacto del Covid-19 se confía en que se temporal. Como prueba: «A fecha de hoy, todas las tiendas en China han reabierto con la excepción de 11 tiendas», decía el grupo dirigido por Pablo Isla.
No obstante, la cúpula de la empresa ya ha provisionado 287 millones de euros por el golpe del coronavirus. También puso en cuarentena el reparto de dividendo, que no decidirá si entrega hasta el consejo de administración del próximo mes de julio.
Las dificultades de los suministros
Inditex tiene ahora problemas en la red comercial, pero desde hace meses sufre con la cadena de suministros de prendas procedentes de China. «China es el segundo mercado del mundo más importante para el grupo de Amancio Ortega, la caída del consumo puede afectar a las cifras globales del primer trimestre», explicaba un analista financiero que sigue habitualmente la empresa. Según un informe de Credit Suisse, la epidemia recortará un 2,8% los ingresos de la cotizada.
Mayor es la importancia del país para la producción: suma 449 proveedores y hasta 1.472 fábricas asociadas a ellos. Su importancia sólo está superada por Bangladés. «Inditex puede sufrir cierto desabastecimiento, pero tiene capacidad suficiente para reaccionar utilizando proveedores de otros países». Según la memoria anual de 2018, el 80% de la producción se realiza entre España, Portugal, Marruecos y Turquía.