La CNMV decidirá sobre el reparto de las acciones de Abengoa
Tras lograr el 75% de adhesiones al plan de rescate, la unificación de títulos se abre paso
Superado el primer match ball, de lograr la adhesión de tenedores con más del 75% del pasivo, que evita la entrada en concurso de acreedores de Abengoa, empiezan a negociarse algunos aspectos previstos en el plan de reestructuración financiera de la multinacional sevillana. A pesar de superar el umbral, se ha presentado el contrato de espera (standstill) para recabar más adhesiones hasta que el juez se pronuncie sobre la homologación
Uno de ellos resulta importante, de cara a, definitivamente, descapitalizar a los antiguos propietarios del grupo, agrupados en torno a Inversión Corporativa, con los Benjumea y el resto de las familias fundadoras. El de la unificación de las acciones para otorgarles el inicial 5% del capital contemplado en el plan de reestructuración.
La empresa está estudiando una fórmula de canje para su remisión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que la valide.
El lío de los derechos
La decisión salomónica no resulta sencilla. Si se suman las acciones A y B, las familias fundadoras de Abengoa cuentan con 236 millones de acciones, equivalente al 26% de los derechos económicos, que se traducen en 4,76 millones de derechos de votos, que les otorgan el 51%.
A partir de aquí, hay que equilibrar el canje entre lo derechos políticos y económicos para que los Benjumea, por una parte, y los accionistas minoritarios, por otra, no resulten excesivamente perjudicados.
El valor en bolsa podría ser el referente a tener en cuenta, de manera que se cojan como base los derechos económicos, dando cierto reconocimiento a los políticos. Si prevalecen los económicos, los Benjumea recibirían apenas un 1,3% del nuevo grupo, y lo elevarían al 2,5% en el caso de que fueran los derechos políticos los que tuvieran más peso.