La Caixa puja por Indigo para relanzar Saba
Saba negocia comprar parte del negocio de Indigo, el líder europeo de los aparcamientos, para disparar su negocio internacional
“¿Qué harán Isidro Fainé y La Caixa con el dinero de la venta de Abertis?” es una de las preguntas que se hacen desde hace meses las élites empresariales españolas, especialmente en Barcelona. A estas alturas, la respuesta empieza a estar clara: Saba. Tras hacerse con el 100% de la compañía de aparcamientos, ahora busca una gran compra internacional que dispare el negocio de la empresa catalana, y la opción ahora es Indigo.
Saba negocia desde hace meses con el gigante francés de los aparcamientos la compra de una parte de su negocio, según explicaron a Economía Digital fuentes cercanas a las negociaciones. La compañía evitó hacer comentarios acerca de la operación. Saba ha llevado el proceso con máxima confidencialidad para evitar que se repita el caso de Empark, en el que quedó descabalgada, pero la operación se encuentra ya en una fase decisiva. Eso sí, Indigo analiza otras ofertas.
La opción que negocian ambas partes pasa por la compra del negocio de Indigo en cuatro países de Europa: República Checa, Alemania, Reino Unido y Eslovaquia. La compañía francesa también tiene negocio, además de en su país de origen, en España, Luxemburgo, Bélgica y Suiza.
Saba ha presentado oferta por el negocio de Indigo en cuatro países de Europa
Indigo también tiene filiales en varios países de Latinoamérica y, de hecho, Saba estaba interesada también en Colombia. El negocio de la empresa francesa en el país no es muy importante, pero la operación iba unida a la compra de otra empresa de aparcamientos local. La vía colombiana, no obstante, parece haber descarrilado, por lo que la empresa dirigida por Josep Martínez Vila se centrará en Europa.
La operación todavía no está cerrada y tiene un riesgo principal: hay otros postores, con otras opciones encima de la mesa. Desde 2014, Indigo, antigua Vinci Park, es propiedad de Crédit Agricole y el fondo francés Ardian, socio de Abertis –antiguo propietario de Saba– en Túnels de Barcelona i Cadí. El año pasado, ambas compañías pusieron a la venta los aparcamientos por 3.000 millones de euros, y aunque el proceso se ha demorado, ya analizan varias ofertas.
La gran oportunidad de Saba
Para Saba, una empresa valorada en menos de 1.000 millones –según lo que pagó Criteria por el 49%–, la compra de todo Indigo sería una operación con un volumen excesivo, si bien cuenta con el músculo de La Caixa.
Para afrontar la compra, Criteria, el holding inversor de la Fundación Bancaria La Caixa, debería ampliar capital en la compañía de aparcamientos española, en la que en julio pasó de controlar el 51% a cerca del 100%, en una operación que la valoró en 920 millones. Tras la segregación y venta del negocio logístico, Saba se dedica exclusivamente a la gestión de aparcamientos, con presencia en cuatro países: España, Italia, Chile y Portugal.
En 2017, Saba facturó 213 millones de euros, el 3,7% más, y obtuvo un ebitda de 100 millones, el 5,7% más. España supone actualmente dos tercios de todo su negocio, por el 18% de Italia, el 9% Chile y el 7% Portugal. A 31 de diciembre del año pasado, tenía una deuda financiera neta de 330 millones, es decir, 3,3 veces el ebitda.
Tras el fiasco de Empark, Indigo es la única gran empresa de aparcamientos en venta en Europa
A finales de julio, Criteria acordó con Torreal y los fondos KKR y Proa, la compra de su 49% en Saba por 438 millones. Desde entonces, la intención de Isidro Fainé ha sido la de hacer crecer la compañía, tras el fiasco de Empark. Finalmente, fue el fondo Macquaire el que se hizo con la empresa, por la que también pujaron otros fondos, como CVC, así como la propia Saba.
Con Empark vendida, la de Indigo es la única operación importante pendiente en Europa. Y es que el resto de grandes operadores, como Q-Park y Apcoa, ya pasaron por este proceso. Crédit Agricole y Ardian ya intentaron la venta de Indigo a principios de 2017 pero la aparcaron, y esta primavera recuperaron la operación. Indigo opera más de 5.000 parkings en 14 países y factura cerca de 900 millones al año, según datos de 2017.