La batalla legal de Arantxa Sánchez Vicario contra su familia salpica a Emilio
La ex tenista asegura que su hermano y ex entrenador obtuvo 72.000 euros de sus cuentas sin consentimiento
La investigación para esclarecer si la familia de la extenista Arancha Sánchez Vicario le quitó parte de su fortuna, ha desvelado un nombre que hasta ahora había permanecido al margen de todo el escándalo económico y judicial: el hermano y entrenador Emilio Sánchez Vicario.
En la querella presentada en Andorra, Arantxa culpa por primera vez a Emilio de haberse beneficiado de “salidas de dinero injustificadas” de las cuentas que la excampeona mantiene en ese país. La acusación asegura que de una cuenta en el banco Andbank se retiraron 71.993,83 euros, una operación que no le reportó ningún beneficio y “que no fue autorizada” por Arantxa.
El juzgado de instrucción número 4 de Andorra investiga los movimientos de dinero para determinar si su familia la desfalcó, tal como asegura Arantxa en la querella presentada el 2 de febrero del 2011. La ex deportista acusa principalmente a su padre, Emilio Sánchez Benito, de expoliarla aprovechando los poderes plenos que tenía para administrar su fortuna.
La querella también señala al otro hermano de Arantxa, Javier, por apropiarse de 421.511, 18 euros, a través de una transferencia “sin autorización de la querellante y sin ser informada de su destino”. En la declaración de 2011, Arantxa había declarado que su hermano compró un chalet en Andorra con ese dinero.
De 16 a 8 millones
AL comienzo de la demanda judicial, la mejor tenista de todos los tiempos declaró en febrero del año pasado que en sus cuentas “faltan entre 16 y 20 millones de euros”, la diferencia entre lo ingresado durante su carrera y lo que tiene actualmente, según la declaración ante la juez. Pero durante la demanda, la cantidad calculada por Arantxa se ha reducido a 8,3 millones de euros, según el auto del juzgado que archivó la querella contra su exabogado Buenaventura Castellanos.
De esa cantidad, se retiraron 2,3 millones en efectivo, según la denuncia, otros 2,8 millones a terceros y 1,3 millones a sociedades controladas por el padre de Arantxa. La familia asegura que nunca se apropió de su dinero y cree que Arantxa está siendo manipulada por su marido y actual gestor de su patrimonio, Pep Santacana.
El patrimonio de la tenista se ha administrado a través de una compleja infraestructura de sociedades pantalla y gestoras en el exterior que la excampeona nunca ha llegado a controlar. En su declaración ante la jueza Arantxa dijo desconocer el nombre de muchas de sus sociedades y tan solo una “le suena”. Sólo está segura de tener una vivienda (donde vive en Esplugues de Llobregat, Barcelona) pero ignora si aún posee el resto de propiedades calculadas en 17 millones de euros en el 2008, antes de la crisis inmobiliaria.