Kutxabank cree que el impuesto a la banca no le será aplicable hasta 2026 tras recibir un hachazo de 81 millones

Kutxabank estima que el impuesto a la banca acordado por el Gobierno a finales del pasado año, que regula el anterior gravamen temporal a las entidades de crédito, no le será aplicable hasta 2026.

Las transferencias concedidas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez al PNV retrasarán la implementación del nuevo tributo y que este no sea efectivo para Kutxabank este año, después de que la entidad haya recibido un hachazo de 81 millones por este concepto en 2024.

En documentación publicada en la CNMV, consultada por este diario, el banco vasco explica que el impacto anual del nuevo impuesto al sector para este año «será significativamente menor que el impacto anual del gravamen bancario para 2024″.

En el mismo folleto publicado en la web del regulador del mercado español, Kutxabank avanza que el gravamen bancario tendrá «un impacto anual en el grupo en el ejercicio 2024 de 81,16 millones de euros«, muy superior al golpe de 47 millones que supuso el impuesto para sus cuentas en el año 2023.

«Sin embargo», añade el banco presidido por Antón Arriola, «dado que el banco está registrado en el País Vasco, la implementación de este nuevo impuesto requiere su transferencia al gobierno regional del País Vasco, cuyo momento es incierto [a la fecha actual]».

En todo caso, la entidad financiera no prevé ningún cambio en el nuevo impuesto «como resultado de su transferencia al País Vasco», señala, «aunque dependiendo de cuándo se complete la transferencia, el nuevo impuesto podría no ser efectivo hasta 2026».

El PNV informó el pasado 30 de octubre que había «logrado» que se diera cumplimiento «al acuerdo con el Gobierno español para la concertación con capacidad normativa de los impuestos a grupos multinacionales y a la banca a las instituciones forales».

Dicho acuerdo incluye «una salvaguarda foral» que establece que los nuevos tributos se aplicarán a través de los regímenes tributarios forales en vigor, en País Vasco y Comunidad Foral de Navarra.

«Se da así cumplimiento a la Ley del Concierto Económico, que fija en su disposición adicional segunda que en el caso de que se crearan nuevas figuras tributarias, se procederá a la pertinente adaptación del Concierto Económico a las modificaciones que hubiese experimentado el referido ordenamiento», explicó el PNV.

Ese acuerdo se interpretó como un pacto entre PNV y PSOE para hacer decaer el impuesto extraordinario a las energéticas y mantener como permanente el impuesto a la banca, acordando que las haciendas forales vascas pudieran gestionar este último tributo. Las modificaciones introducidas en el impuesto al sector financiero se publicaron en BOE el 21 de diciembre pasado.

Kutxabank, al igual que otras entidades financieras, recurrió el impuesto a la banca en 2023, a través de su filial CajaSur. En septiembre de ese año la Audiencia Nacional rechazó el recurso presentado para suspender el tributo y elevarlo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

En 2023 el banco vasco obtuvo un beneficio de 510,7 millones de euros, un 54,5% más que en el mismo periodo de 2022, tras elevar un 83% el margen de intereses. En los nueve primeros meses de este año la entidad registró unas ganancias de 396,2 millones, un 2,8% más que en el mismo periodo del año anterior.

El pasado 20 de diciembre Kutxabank repartió un nuevo dividendo a cuenta de 105,9 millones de euros a sus fundaciones accionistas (BBK, Vital y Kutxa) con cargo al resultado obtenido en el tercer trimestre del año. Tras ese abono, el dividendo con cargo a los resultados alcanzados en los nueve primeros meses del ejercicio se elevó a 237,7 millones.