Kindelán se queda sola y asume toda la presión laboral del sector financiero español
Los sindicatos afean a la AEB la postura que ha adoptado en la negociación del nuevo Convenio Colectivo de la banca y remarca "la falta de responsabilidad y apoyo a sus plantillas" que ha mostrado
La Asociación Española de Banca (AEB) se ha quedado sola en la disputa entre las patronales bancarias y las plantillas de las entidades por la negociación del nuevo Convenio Colectivo. La institución liderada por Alejandra Kindelán no logró evitar la huelga del pasado viernes 22 después de poner sobre la mesa una subida salarial del 10% para los próximos cuatro años que, a ojos de los sindicatos, es insuficiente.
La semana anterior era clave para la patronal bancaria. CECA, la patronal de las antiguas cajas de ahorro, y UNACC, la sociedad que representa a las cooperativas de crédito, alcanzaron sus respectivos preacuerdos con los sindicatos, lo que de forma indirecta trasladaba la presión a la patronal que defiende los intereses de Santander, BBVA o Sabadell, entre otros.
El pasado jueves la AEB y los sindicatos no lograron un principio de acuerdo que se saldó con la huelga «histórica», como la tildan los representantes de las plantillas, que tuvo lugar al día siguiente, en medio de la Junta General de Accionistas de Banco Santander.
Según las cifras de los sindicatos, a la huelga acudieron un 76% de los profesionales convocados. La AEB cifró la asistencia en un 25%.
Los sindicatos critican la postura de la AEB
La patronal dirigida por Alejandra Kindelán debe enmendar esta situación antes de que el escenario se enturbie más. De cara a los sindicatos, la institución que representa a la banca ha demostrado «una total falta de responsabilidad y de apoyo a sus plantillas».
La última propuesta de la AEB fue criticada por los sindicatos al estar por debajo no solo de las exigencias de estos, sino de los preacuerdos alcanzados por el resto de patronales del sector financiero.
La CECA cerró un precuaerdo con los sindicatos que incluía una mejora salarial del 11% para los próximos tres ejercicios. La UNACC flexibilizó su postura un poco más y preacordó una subida de los salarios del 12% para los próximos tres cursos.
Ambos pactos incluyen distintas mejoras para los empleados, como un día extra de vacaciones o una mejora adicional en función de cómo varíe el IPC.
La patronal liderada por Kindelán se plantó en una subida del 10% para los próximos cuatro años, lejos del 13% en tres ejercicios que propusieron los sindicatos.
¿Habrá más movilizaciones?
Las organizaciones sindicales han tildado de «rácana» a la patronal, y no entienden esa rectitud en un momento en el que las entidades del sector han cosechado beneficios récord y con los comentarios de los directivos de la banca, quienes agradecen a las plantillas su labor y las consideran su «principal activo», como señalan desde los sindicatos.
La AEB no pudo frenar la huelga y ahora se enfrenta a una situación que podría complicarse aún más. Tal y como señalan distintas fuentes, no se descartan más movilizaciones si la patronal no propone una subida «justa».
Las posturas «siguen muy alejadas«, lo que no adelanta un principio de acuerdo. Por lo pronto, se han dado de plazo hasta el 23 de abril para reanudar las negociaciones, como sostienen fuentes conocedoras de la situación.
Petición: un acuerdo como el de CECA y UNACC
El pasado viernes, la AEB emitió un comunicado en el que se abre a seguir negociando las condiciones del nuevo Convenio Colectivo de la banca y en el que lamentaba la huelga del sector, la primera desde 1990.
La institución liderada por Kindelán ya sabe lo que los sindicatos quieren: «Un acuerdo como el firmado por las patronales de Ahorro y Cooperativas de Crédito», indicaron en un comunicado conjunto.
La AEB está sola en la disputa con las plantillas. Conoce las exigencias y entienden que el momento pide que se preacuerde una mejora que satisfaga a ambas partes, sobre todo tras los incrementos salariales alcanzados por sus homólogas.