La justicia pone la proa a Fridman por la compra de DIA
Avanza la investigación sobre la caída de DIA. La Audiencia Nacional solicita que se de traslado de la denuncia a Fridman y a la compañía
La justicia española continúa sospechando de las maniobras empresariales de Mikhail Fridman, el magnate ruso propietario de DIA. Tras declarar la semana pasada en la Audiencia Nacional y con aparente éxito porque el juez no solicitó ninguna medida cautelar, ahora se abre otro frente: esclarecer cuál fue su papel en la cadena de supermercados DIA, que terminó en manos de su fondo Letterone por un precio mucho más bajo que el que la compañía tenía cuando compró acciones por primera vez.
Será ahora el juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, quien investigue qué sucedió y si existieron irregularidades. De momento, el titular del juzgado central de instrucción número 4 ha solicitado que se de traslado de la denuncia tanto al empresario como a la compañía.
Calama también ha requerido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que siempre estuvo bajo los focos por no evitar que DIA fuera asediada por los bajistas en bolsa, para que designe dos peritos a la causa.
La Audiencia Nacional ha pedido que se identifique a los denunciantes, tal y como exige la ley, tarea para la que solicita la intervención de la Policía Judicial de la Audiencia Nacional.
¿Hubo un «entramado societario criminal»?
El juez adopta dicha medida después de que el Tribunal Supremo le atribuyera una investigación que trata de esclarecer si Fridman actuó a través de un «entramado societario criminal» para provocar la caída del precio de las acciones del grupo DIA y hacerse así con el control de la compañía a un menor coste.
El alto tribunal aludía en un auto a un informe policial que apunta que Fridman es el máximo responsable de una trama que generó en la empresa «una situación de conflicto, provocó situaciones de bloqueo y falta de liquidez a corto plazo para que su cotización cayera».
Las acusaciones contra Fridman en la caída de DIA son parecidas a las que se vertieron para culparle por la quiebra ZED
Se trata de una tesis que ya se sostuvo cuando se incriminó al empresario en la quiebra de ZED, de Javier Pérez Dolset, unas acusaciones que no han tenido recorrido contra Fridman después de que, tras tomar declaración en la Audiencia Nacional la pasada semana, el juez no pidiera ninguna medida cautelar.
“Las acusaciones en relación con DIA son totalmente falsas y difamatorias. Esta alegación sobre DIA parece reflejar una serie de acusaciones falsas ya hechas por Javier Pérez Dolset sobre Zed”, explican desde la defensa de Fridman.Fuentes de su entorno han reaccionado a la nueva investigación, señalando que en la deriva de DIA los únicos responsables fueron sus gestores: “La realidad es que DIA ha sufrido una mala gestión y se han revelado irregularidades contables que han impactado negativamente a todos los accionistas, incluido Letterone. Esta mala gestión y las irregularidades contables ocurrieron antes de que Letterone adquiriera el control de DIA, bajo la supervisión de la antigua Junta Directiva y el antiguo equipo directivo”, añaden.
Como prueba, indican que “Letterone ha perdido más que cualquier otro inversor en DIA», teniendo en cuenta el dinero invertido en la compra de acciones y en la ampliación de capital necesaria para sacar de la quiebra técnica a la cadena de supermercados. «A pesar de esto, continuamos confiando en nuestra propuesta de inversión original y en que tenemos las habilidades para transformar DIA. Hemos apoyado a DIA y nos hemos comprometido a invertir 1.600 millones de euros para proteger puestos de trabajo y proveedores, mantener abiertas las tiendas y rescatar este supermercado español”.
La incógnita: por qué DIA se desplomó en bolsa
Los magistrados del Supremo recordaban entonces que DIA cotizaba en el momento de los hechos en el IBEX 35, el principal selectivo de la Bolsa española, por lo que la trama podría haber afectado a la economía nacional alterando el precio de una firma «importante en un sector básico como es el de la alimentación».
De hecho, señalan que la evolución de los precios en el sector del comercio alimentario es «vital» para las personas con menos recursos, por lo que «hay en este caso una afectación de la economía más intensa que en casos como Afinsa, que los ha llevado o lleva pacíficamente la Audiencia Nacional».
Después de 18 meses en el capital como accionista minoritario, Fridman lanzó una opa sobre la cadena de supermercados DIA el pasado febrero, que acabó cerrando con éxito en mayo.
La firma cotizaba en torno a los 5 euros cuando el magnate ruso aterrizó en el capital. Se hizo con una participación del 10%, en julio de 2017, y desde entonces su precio ha caído con fuerza hasta situarse hoy en 45 céntimos como consecuencia de una grave crisis que colocó al grupo de distribución — que además de en España también opera en Argentina, Brasil y Portugal — al borde de la quiebra.