JPMorgan tenía razón: en España la economía es independiente del contexto político del país

La economía española, como preveía JPMorgan, ha crecido con independencia de la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero la economía de los españoles no crece al ritmo macroeconómico.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Fernando Sánchez / Europa Press

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JPMorgan tenía razón cuando afirmaba que, en España, la economía y la política no van de la mano, que ya puede gobernar un partido en clara minoría, sin certidumbre a medio plazo sobre su capacidad ejecutiva, que la economía seguirá su curso independientemente de los acontecimientos.

Durante 2023, Marco Protopapa, analista de JPMorgan que lleva una década siguiendo la actualidad política y económica española, publicó un par de informes sobre el complejo mapa electoral en el país. Protopapa llegó a pronosticar una victoria en las generales del PP, partido que intuía podría gobernar con un ligero apoyo de VOX.

En el caso de que Pedro Sánchez lograra formar Gobierno a pesar de que el PP fuera el partido más votado, el analista del banco de inversión estadounidense pronosticaba tal incertidumbre que apostaba por una repetición electoral en diciembre de 2023.

La OCDE prevé que la economía española crezca un 3% en 2024 y un 2,3% en 2025, el mayor en Europa

Protopapa terminaba sus previsiones apuntando que, no obstante, en España, la economía «parece en gran medida independiente del contexto político«, con un crecimiento superior al de la media europea y con los fondos UE «como principal impulsor del crecimiento».

El país, recordaba, «ha vivido episodios de incertidumbre política, con elecciones repetidas o gobiernos minoritarios débiles en el pasado, pero ninguno de ellos parece haber afectado al crecimiento de una manera muy clara«.

Marco Protopapa erró al pronosticar un Gobierno del PP o una repetición electoral, infravalorando la capacidad de Pedro Sánchez para lograr alianzas políticas insospechadas con tal de mantenerse en el poder. Pero el tiempo parece haberle dado la razón en cuanto a su valoración de que la economía y la política en España van por caminos diferentes.

El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social ha repuntado este año en España hasta el 26,5%

A pesar de que Sánchez lidera un Gobierno al albur de las reivindicaciones y caprichos de Puigdemont, del PNV, de Bildu o de Sumar, a pesar de las cesiones a los partidos nacionalistas e independentistas, de los casos (presuntos) de corrupción –José Luis Ábalos imputado, Begoña Gómez en los tribunales-, la economía española termina el año liderando el crecimiento en Europa.

Durante 2024 las previsiones sobre la economía española no han dejado de mejorar, hasta alcanzar o superar un crecimiento del 3%. Organismos nacionales e internacionales mantienen el optimismo sobre la evolución de la economía del país durante 2025 e incluso 2026.

La OCDE ha revisado al alza su pronóstico de expansión del PIB de España para 2024 al 3% desde el 2,8%, y hasta el 2,3% desde el 2,2% el de 2025.

La organización anticipa que la economía de la eurozona crecerá este año un 0,8%, una décima más de lo previsto anteriormente, mientras que mantiene en el 1,3% el pronóstico de expansión de los Veinte para 2025.

JPMorgan y la economía de los españoles

La economía española, como considera JPMorgan, es independiente del contexto político. Pero el contexto político español no es independiente del económico.

La economía española puede crecer a pesar de una elevada incertidumbre política, pero un Gobierno difícilmente se mantendrá en el poder si hay crisis económica.

Si la economía española se tuerce, los hilos de los que pende el Gobierno de Pedro Sánchez acabarán por romperse, como se quebró el último Gobierno de Felipe González o el de José Luis Rodríguez Zapatero.

A tenor de las positivas previsiones sobre el crecimiento de la economía española para 2025 y 2026, Sánchez seguirá ocupando La Moncloa con el apoyo de sus socios en el Gobierno. Pero este apoyo puede desgastarse si la economía de los españoles no es tan boyante como parecen reflejar las estadísticas macroeconómicas.

Este año hemos visto como puede caer el Gobierno de un país a pesar de que su economía alcanzara unos niveles excelentes: Estados Unidos.

El pasado mes de mayo lo advirtió en este periódico el economista Alexandre Muns, cuando publicó que la Administración Biden podía perder frente a Donald Trump a pesar de que Estados Unidos registrara crecimientos del PIB cercanos al 3% y un ritmo de creación de empleo brillante.

«El cuadro macroeconómico contrasta con una microeconomía lastrada por un excesivo endeudamiento», decía Alexandre Muns sobre Estados Unidos.

El expresidente de los Estados Unidos Donald Trump, en su última día en la Casa Blanca en 2021. Europa Press

Entre marzo de 2020 y marzo de 2024 el precio de los alimentos en el país se incrementó un 25%, también el de los transportes; una docena de huevos pasó en ese periodo de costar 1,53 dólares a 2,52; el precio de una libra de carne bovina creció desde los 4,11 dólares hasta los 5,09. También se elevó el número de estadounidenses que tenía que buscarse varios empleos para poder pagar sus hipotecas.

En España ocurre algo parecido, el cuadro macroeconómico oculta una realidad microeconómica mucho menos lustrosa.

El precio de los alimentos lleva dos años disparado, el de la energía y los combustibles da tantos respiros como sobresaltos, y el de la vivienda es inalcanzable para un elevado porcentaje de la población española.

El número de españoles que vive bajo el umbral de la pobreza no ha dejado de aumentar en la última década. El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social ha repuntado hasta el 26,5%, de acuerdo con los últimos datos del INE, frente al 21,6% registrado a finales de 2013.

La economía española puede ser la que más crezca en la Unión Europea, pero la tasa de desempleo en el país, 11,6%, es casi el doble que la media europea, 6%. La tasa de desempleo juvenil en España roza el 30%, frente al 15% de media europea.

La vivienda se ha convertido en el principal problema declarado por los españoles, los precios de venta y de alquiler no dejan de subir lo que impide que la mayoría de los jóvenes españoles puedan emanciparse antes de cumplir los 30 años.

La economía española, como dice JPMorgan, es independiente del contexto político, pero ¿será el contexto político independiente del microeconómico?

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