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José Elías inyecta 4 millones en los congelados de La Sirena tras sumar 7 millones de pérdidas
El propietario de la cadena de congelados ejecuta una aportación dineraria a los fondos propios de la empresa para “afianzar el crecimiento”
José Elías quiere reflotar La Sirena tras las pérdidas acumulas. El mediático empresario catalán ejecutó el pasado 20 de noviembre una inyección de 4 millones de euros en la cadena de congelados a través de una aportación a los fondos propios de la empresa, según la información comunicada al BME. El también presidente de Audax Renovables cerró la operación a través de Healthline Foods, el holding con el que controla el 100% del capital de la compañía catalana.
La Sirena, que en los últimos años ha pasado por múltiples manos, no pasa su mejor momento. Tras la burbuja de la pandemia que disparó el negocio de los supermercados en 2020 y 2021, la empresa volvió a engordar sus pérdidas en 2022. De hecho, desde que Elías es el accionista único y presidente, la empresa suma un resultado negativo de 6,7 millones de euros.
Pese a mantener el nivel de facturación de 2021 con unos ingresos de 176 millones de euros, La Sirena registró unos números rojos valorados en 4,9 millones en 2022, que se suman a las pérdidas netas de 1,8 millones anotadas en 2021. En su balance, además, acumula 12 millones de euros en pérdidas en la partida donde se agrupan los resultados de los pasados ejercicios fiscales.
En la memoria anual de 2022, la empresa atribuye estos registros a unos gastos de amortización «muy elevados» debido a la «amortización del fondo de comercio generado en la adquisición de varios negocios en ejercicios anteriores, y de una financiación muy cara que provocó un gasto financiero muy alto hasta finales del ejercicio 2021». Concretamente, las amortizaciones restaron 7 millones de euros al balance de la empresa de 2022, mientras que los gastos financieros en 2021 se catapultaron hasta los 3,2 millones. El año pasado, se rebajaron hasta el millón.
Ante esta situación, Elías ha decidido ejecutar esta aportación a los fondos propios de la empresa, que a cierre de 2022 eran de 8,9 millones de euros. Fuentes de La Sirena consultadas por este medio, aseguran que el principal motivo de la aportación hecha por su propietario es «afianzar el crecimiento en los próximos años», a través de futuras expansiones y de la consolidación de su nuevo modelo de tienda.
En la última memoria anual disponible, la compañía asegura que el empresario, que recientemente se ha popularizado en redes sociales dando consejos sobre economía y empresa, se comprometió formalmente a “garantizar el soporte financiero necesario para llevar a cabo el plan de negocio previsto” por La Sirena, para garantizar que “continúe con su actividad”.
Sobre dicho programa, la corporación con sede en Viladecavalls (Barcelona) centró sus esfuerzos e inversiones en 2022 al plan de expansión y al desarrollo de nuevos productos y de herramientas tecnológicas para mejorar la “eficiencia en las operaciones». Durante el pasado ejercicio, se abrieron 11 nuevos establecimientos, mientras que la empresa dirigida por Xavi Lafitte apostó por potenciar el canal de ventas online.
La Sirena busca optimizar ventas y costes
Todo esto mientras la cadena se encuentra inmersa en mejorar su rentabilidad. Por un lado, la compañía de congelados esperar impulsar las ventas a base de “mejorar la competitividad en precios” y mediante “una estrategia promocional eficiente”. Una de las principales herramientas para ello es el club de fidelización, que tiene unos 2 millones de clientes.
Por otro lado, La Sirena ha llevado a cabo planes para optimizar la estructura de costes a la cifra de negocio, que incluyen la reducción de gastos en alquiler de tiendas o la renegociación con su proveedor energético para contener la escalada de los precios.
La Sirena: 40 años y 4 propietarios
José Elías compró la cadena de congelados en julio de 2021, que desde su fundación ha pasado por múltiples manos. La compañía fue fundada en 1983 por los catalanes Ramona Solé y Josep Maria Cernuda y 20 años más tarde sufrió su primer cambio en el accionariado: Agroalimen, la firma familiar de los Carulla, los propietarios de Gallina Blanca, se hizó con el 50% del capital por 27 millones de euros en 2000. Cuatro años más tarde compraron un 25% más adicional a los descendientes de Cernuda, fallecido en 1998, y en 2005 se hicieron con el 25% restante que todavía controlaba Solé.
Agroalimen no tardó en desprenderse de La Sirena. El mismo 2005 se la vendieron al fondo de inversión 3i, una de las empresas de capital de riesgo más grandes del mundo, por 150 millones de euros. Nueve años más tarde, el private equity británico vendió la empresa al fondo OpCapita que, finalmente, se la traspasó a Elías en 2021.