El exembajador de EEUU en España, el popular James Costos, en el huracán del caso Grifols 

Cuando se habla del consejo de Grifols, se suele destacar los nombres más conocidos. Básicamente del presidente, Thomas Glanzmann, del director de operaciones, Víctor Grífols Deu, o del director de general corporativo, Raimon Grífols, ambos miembros de la familia fundadora y antiguos coCEOs.

Los independientes, con currículos variados entre técnicos, financieros y académicos, suelen pasar más desapercibidos, pero en la mesa de Grifols hay una vieja cara conocida en España: James Costos, el exembajador de Estados Unidos designado por Barack Obama, que se hizo popular entre las altas esferas de la sociedad madrileña. Costos entró en Grifols en 2020 y ahora se encuentra en medio de la tormenta desde su cargo por el ataque de la firma bajista Gotham City sobre la farmacéutica, que le acusa de manipular sus cuentas y ha provocado todo un terremoto en su evolución en bolsa.

Costos llegó a la farmacéutica especializada en derivados del plasma cuando el covid empezaba a mellar sus resultados, pero la losa de la deuda todavía no era el foco de todas las miradas. La empresa se encontraba en pleno crecimiento internacional y buscaba alguien de su perfil que aportara conocimiento internacional en materia de diversidad e igualdad.

De HBO a la Embajada y a Grifols

Antes de aterrizar en la compañía, el consejero ya tenía una amplia carrera profesional, tanto en lo público como en lo privado. Es diplomático, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Massachusetts, con una importante trayectoria en distintos sectores, que incluyen el de las relaciones internacionales, el sector digital y el de las comunicaciones. Ejerció cargos ejecutivos en gigantes como HBO, la cadena de televisión de Warner Bross conocida por emitir series como Los Soprano, Juego de Tronos o Succession; o el grupo del calzado Tod’s.

Obama, su amigo personal, le nombró embajador de Estados Unidos en España y Andorra en 2013 y ocupó el cargo hasta 2017. En esa época, Costos y su marido, el decorador Michael Smith, empezaron a destacar y a aparecer entre las páginas de las revistas del corazón por su activa vida social, juntando en sus fiestas a personas tanto del mundo del espectáculo como del mundo político y empresarial. Entre sus invitados habituales se podía encontrar desde Boris Izaguirre a Isabel Preysler y, de hecho, conocieron personalmente al rey Felipe VI y a la reina Leticia.

Cuando Obama dejo de ser presidente, James Costos tuvo que dejar la embajada, pero decidió impulsar su carrera profesional en España. Desde 2020, es el presidente de Secuoya Studios en Madrid, la productora que ha impulsado series nacionales como el Zorro y películas como La Bandera. También es miembro del consejo de administración de PJT Partners, firma especializada en servicios de asesoramiento financiero en banca de inversión; es asesor sénior del Barça y director general sénior grupo Tecnológico de Venture en Dentons.

Fuera del mundo empresarial, forma parte de varias organizaciones culturales y humanitarias, entre ellas, el Museo Reina Sofía y es consejero de Human Rights Campaign.

El resto de independientes

Costos se sienta en el consejo de Grifols junto a seis independientes más. El consejo de Grifols está compuesto por Carina Szpilka, socia de KFund Venture Capital, consejera independiente de Abanca y de Meliá Hotels International, así como presidenta de Adigital; Iñigo Sánchez-Asiaín, fundador de Portobello Capital; Montserrat Muñoz, también consejera en Uriach y Comexi; Susana González, alta ejecutiva de Rockwell Automation, y Enriqueta Felip; investigadora y presidenta de la Comisión Oncológica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Entre los consejeros ejecutivos, queda por mencionar Albert Grífols Coma-Cros, procedente de la rama Grífols Gras, que entró en el consejo hace menos de un mes; y Tomás Dagá, accionista del grupo y mano derecha de la familia fundadora.